Salud y religión

'Shojin ryori': el secreto vegano de los monjes budistas japoneses

A pesar de su aparente sencillez, queda lejos de ser insípida, ya que en los templos utilizan "la regla de los cinco" colores y sabores

Shojin Ryori, la comida vegana que disfrutan los monjes budistas japoneses

Shojin Ryori, la comida vegana que disfrutan los monjes budistas japoneses / EFE / Edurne Morillo

Edurne Morillo

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Conocida por el 'sushi' o la apreciada carne de 'wagyu', la cocina japonesa ofrece también placeres a los que prefieren abstenerse de los productos animales, como es el caso del 'shojin ryori', un tipo de comida tradicional de los monjes budistas que disfrutan ahora también locales y turistas.

El término 'shojin ryori' significa 'cocina de devoción' y abarca toda una serie de platos elaborados en los templos budistas con verduras de temporada y otras plantas silvestres y donde no se incluyen carnes, pescados, huevos o lácteos.

Disfrutado tradicionalmente únicamente por los monjes, muchos templos decidieron hace años abrir sus puertas para que personas de todo el mundo puedan probar estos platos y descubrir algunas enseñanzas del budismo a través de los mismos.

Este es el caso del templo Jikoin, situado en un la ciudad de Yamatokoriyama (en Nara, oeste de Japón), cuyo precinto se construyó como un único salón para la ceremonia del té, pero que ahora combina también gastronomía y religión.

Vivir de forma autosuficiente

"Tradicionalmente la idea era que los monjes pudieran vivir de forma autosuficiente con lo que ellos cultivaban en las inmediaciones del templo", explica el monje responsable del mismo.

En el menú que presenta este templo en otoño se pueden encontrar varios tipos de verduras de temporada, como 'satsuma imo' (patata dulce) o 'bok choy' (parecida a la espinaca), así como tofu o 'konjac', una especie de pastel de patata con textura gelatinosa y que es frecuente como sustituto de la carne en Japón.

"Es nuestra forma de dar la bienvenida a la gente, con un jardín abierto donde pueden disfrutar de las estaciones y la comida", explica el monje.

La comida se acompaña también con una ceremonia del té en la que se puede degustar 'matcha' acompañado por dulces tipo 'higashi' -secos- y 'omogashi' -húmedos-, preparados con frutas secas o 'azuki' -pasta de judía dulce- y que son tradicionalmente veganos.

Este tipo de cocina llegó a Japón desde China en el siglo XIII, derivado del principio budista que está mal matar a animales para el consumo humano y que es mejor llevar una dieta sencilla a diario y abstenerse de beber alcohol o comer carne.

A pesar de su aparente sencillez, queda lejos de ser insípida, ya que los monjes utilizan "la regla de los cinco" al cocinar, por lo que la comida tiene cinco colores: verde, amarillo, rojo, negro y blanco; y cinco sabores: dulce, agrio, salado, amargo y 'umami'.

Estos se extraen naturalmente de los ingredientes naturales y se cree que este equilibrio entre color y sabor proporciona así mismo un equilibrio nutricional, además se adaptar el cuerpo a las diferentes estaciones.