Ya van a cumplirse seis meses desde que mi hijo, que tiene seis años, está ingresado en un hospital, que está considerado como uno de los mejores. Al menos eso pensaba, pero mi visión ha cambiado radicalmente. Llevo ya casi tres semanas a la espera de un resultado y el médico en cuestión no aparece. Bueno, sí, pero solo para ver a otros pacientes, nunca a mi hijo.
Ante esta situación he pedido una segunda opinión, porque parece ser que dan por muerto a mi hijo, que cualquier día se me va, en un día, una semana, un mes, meses, un año, no importa en cuánto tiempo. No lo saben, pero no nos lo dicen.
Me he cansado de ver como mi hijo se consume y no hacen nada. Me siento muy frustrada, con mucha rabia, impotente por no poder hacer nada, por saber que cualquier día puedo despertarme y girarme y no ver su cara. Con esta angustia, con esta incertidumbre de cuándo llegará ese día, esto no es vida. No estoy preparada para decirle adiós, ninguna madre lo está.
Puedo decir que donde estamos actualmente han llevado al límite a mi hijo, teniendo que correr siempre a quirófano. Me he cansado, estar callada me mata. Pero lo que más me mata es que quieren que se vaya a casa, en unas condiciones que no considero que sean las más adecuadas. Pero lo que yo diga no importa: cuando yo decía que no estaba bien, que le pasaba algo, nunca, pero nunca, han hecho nada hasta que se estaba ahogando. Ahora ¿por qué lo van a hacer?
Si quiere debatir sobre este tema, escríbanos aquí
Envía una carta del lector, opina sobre la actualidad y haznos llegar testimonios, denuncias y sugerencias para publicar en la edición impresa y en la web.
MOVILIDAD - Alessandro Malfatti (Barcelona)
SERVEIS - Enric Alfonso (Salou)
BARCELONA - José María Mateo (Santa Coloma)
ACTUALIDAD - Pablo Fuentes (Valladolid)
POLÍTICA - Antoni Tort (Barcelona)