Traslado polémico

Barcelona instalará la carpa del mercado de la Estrella tras el verano pese a la oposición vecinal

El Ayuntamiento sacará a concurso en breve la construcción del edificio provisional en el lago de los jardines del Baix Guinardó, que una asociación vecinal quiere paralizar en el juzgado

Vecinos del Baix Guinardó llevarán a los tribunales el mercado provisional de la Estrella en cuanto se licite

Miembros de Salvem el Parc, este miércoles junto al lago de los jardines del Baix Guinardó, en Barcelona.

Miembros de Salvem el Parc, este miércoles junto al lago de los jardines del Baix Guinardó, en Barcelona. / JR

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Ayuntamiento de Barcelona prevé empezar unas obras que causan controversia tras las vacaciones estivales. El mercado de la Estrella está pendiente de iniciar una reforma anunciada en 2022 para subsanar daños estructurales en el techo y la estructura, lo que obligará a cerrar el inmueble y trasladar a los comerciantes durante algo más de dos años, si los pronósticos no se tuercen. Los puestos de venta se mudarán al menos entre 2025 y hasta mediados de 2027 a una carpa provisional en los jardines del Baix Guinardó, donde ocupará el lago del parque, simbólico para el barrio. La asociación vecinal Salvem el Parc se opone a que se vacíe la lámina de agua para emplazar encima el edificio provisional y se prepara para acudir al juzgado para intentar frenar el proyecto.  

El consistorio informa de que “todos los trabajos” relacionados con la carpa comenzarán “después del verano”. La construcción del mercado provisional, que se presupuesta en 5,8 millones de euros, aún no ha sido adjudicada. El gobierno municipal indica que se halla “en fase de validación técnica”, un trámite que está a punto de culminar. Cuando obtenga la conformidad, se procederá a aprobarla para sacarla a concurso y elegir una empresa de las que presenten oferta para encargarse de los trabajos. “La previsión es iniciar la aprobación del proyecto en los próximos días”, explica el Ayuntamiento.

Salvem el Parc aguarda a que la licitación se oficialice para concretar los pasos a seguir con su abogado e impugnar el plan municipal. La entidad achaca opacidad y falta de diálogo para buscar un entendimiento al Ayuntamiento, tanto al anterior gobierno de Ada Colau -que paralizó el traslado del mercado a los jardines en noviembre de 2022- como al actual del alcalde Jaume Collboni. En ese sentido, los integrantes de la asociación afean que el consistorio no les haya informado al detalle sobre el proyecto. 

“Una aberración”

Salvem el Parc pretende pleitear para “evitar la destrucción” de los jardines del Baix Guinardó, un “refugio de silencio, calma y biodiversidad” y un “espacio de socialización” que ven amenazado. Temen que el edificio provisional, las conexiones de suministros y la zona de carga y descarga “se cargará dos tercios del parque útiles”. 

Insisten que existen otras ubicaciones más aptas donde reubicar por una temporada a los vendedores del Mercado de la Estrella, afincados en Gràcia y que se desplazarán unos 600 metros para asentarse en otro distrito, el de Horta-Guinardó. Según la asociación, el consistorio desechó 13 localizaciones alternativas.

“Es una aberración ponerlo en un parque”, opina Patrícia Moya, miembro de Salvem el Parc. “Es imprescindible tener espacios verdes en el siglo XXI, no que los quiten por un mercado que cambie de distrito y de barrio”, postula la vecina, que asegura que la entidad no cejará: “Iremos con la justicia hasta el final, porque esto es una injusticia en toda regla. Si vamos a Bruselas, arderá Troya, pero no llegará porque lo pararemos antes. Tenemos el apoyo de más de 10.000 firmas”.

Por lo pronto, los vecinos movilizados organizan actos de protesta. Han convocado una concentración para este viernes, en que piensan cortar la circulación en el cruce de la calle Lepant con la Ronda Guinardó, entre las 18.00 y las 20.00 horas. Su intención es seguir sosteniendo el pulso en los próximos meses. “Estamos dispuestos a poner tiendas de campaña para dormir y hacer turnos en el parque para que no entren. Pueden sacarnos, pero por cada uno que salga se pondrá otro”, advierten.