Nueva normativa

Territori abre la puerta a incrementar el número de licencias de taxi en Barcelona

El Govern deja a medias la reforma de la ley de transporte de viajeros en vehículos de hasta nueve plazas, que también pondrá límite a los servicios de las VTC, que deberán tener un tiempo y una distancia mínimos

La Generalitat amansa la guerra del taxi con vocación de regular por separado a todos los implicados en el transporte con vehículos de hasta nueve plazas

Un VTC y varios taxis en las inmediaciones de la Fira de Gran Via, en L'Hospitalet de Llobregat.

Un VTC y varios taxis en las inmediaciones de la Fira de Gran Via, en L'Hospitalet de Llobregat. / FERRAN NADEU

Carlos Márquez Daniel

Carlos Márquez Daniel

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La reforma de la ley catalana del taxi, que pasará a llamarse ley de transporte de viajeros en vehículos de hasta nueve plazas, ha sido una de las víctimas del avance electoral en Catalunya. No está terminada pero tampoco está a medias. Digamos que está más cerca del final que del principio. Será el próximo Govern el que deberá cerrar el melón de la guerra entre taxistas, empresas de intermediación y licencias VTC. Para ello, Territori ha previsto una normativa que deje muy claro cuáles son los servicios que puede o no puede prestar cada modelo de negocio. Los detalles aún deben cerrarse, pero entre muchas otras cosas, la idea es que los vehículos de alquiler con conductor solo puedan coger clientes que realicen viajes con un tiempo y una distancia mínima predeterminada. Es decir, que no puedan hacer las carreras cortas de aquí y ahora del taxi. También se deja la puerta abierta para incrementar el número de licencias de taxi en Barcelona.

Protesta de taxistas ante la sede de Free Now, el pasado 25 de enero

Protesta de taxistas ante la sede de Free Now en Barcelona / Jordi Otix

El director de Transports i Mobilitat, Oriol Martori, ha tenido a bien explicar este jueves en qué punto está la propuesta legislativa que empezó a cocinarse en octubre de 2023 tras reunir a todas las partes implicadas, cosa de por sí ya delicada porque sentar en una mesa a taxistas, portavoces del gremio de las VTC y dirigentes de empresas como Free Now, Cabify o Uber es todo un desafío. Pero la sangre, por lo que cuentan las partes implicadas, no ha llegado al río, aunque a nadie se le escapa que los taxistas parecen comulgar mucho más que el resto con la hoja de ruta planteada por la Generalitat.

Cada uno a lo suyo

Con esa voluntad de "aportar seguridad jurídica y que todos los usuarios sepan qué transporte deben coger en función de su itinerario", Territori genera compartimentos estancos para cada categoría. Pero siempre, y es un detalle fundamental, poniendo por delante los criterios que la justicia europea dejó muy claro que podían usarse para favorecer a los taxistas: contaminación, congestión y ocupación del espacio público. En ningún caso, aseveró el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, la supervivencia económica de los taxistas puede ser una razón para legislar en un sentido u otro.

Coches VTC en Barcelona.

Coches con licencia VTC, en Barcelona / ZOWY VOETEN

Los viajes cortos, de proximidad, serán un coto privado para los taxistas. La movilidad, detalla Martori, "de media y larga distancia y de más duración" será el negociado de las VTC (no vetado al taxi si entra dentro de sus límites). Pero todo, con una pátina de mayor protección para el taxi, que pasaría a ser un elemento de interés general económico, lo que lo dotaría de mayor protección, por ejemplo, en días de episodio de alta contaminación, cunado sí podrían circular, como los autobuses, mientras que sí podrían establecerse límites para las licencias de alquiler de vehículos con conductor. También las VTC clásicas, denominadas 'gran turismo', tendrán un trato diferenciado por concretar.

40 años sin cambios

A partir de la aplicación de la nueva ley, según Territori, y en base a los datos que se vayan recibiendo sobre el funcionamiento del sistema, las Administraciones locales podrán ir adaptando sus flotas. En el caso de Barcelona es el Área Metropolitana de Barcelona, a través del Instituto Metropolitano del Taxi (IMET), quien regula las licencias de taxistas y de VTC. Las de taxi se han mantenido en una cifra casi idéntica en los últimos 40 años, a pesar de que la demanda ha ido claramente al alza.

Los taxistas se manifiestan en Barcelona Tito Álvarez, líder de Elite Taxi

Protesta de taxistas contra las VTC, en agosto de 2023 / FERRAN NADEU

Son algo más de 10.500, pero hay que tener en cuenta que tienen un día festivo entre semana, así que solo salen a trabajar unas 8.000. "El regulador urbano decidirá qué volumen de servicios quiere para cada tipología, y con parámetros objetivos (datos) podrán ver si hace más o menos servicios de una tipología concreta". Es decir, que el IMET podría, tras décadas de congelación, ampliar el número de licencias de taxi (o hacerlo en determinados momentos) a la vista de que las VTC ya no podrían hacer viajes cortos. De hecho ya podría haberlo hecho, pero es algo que no se ha planteado nunca.

La intermediación

Otro aspecto que se regulará es el de las empresas de intermediación. Se diferenciará entre las horizontales, como Free Now, que no podrán tocar nada del servicio, ni de organización ni tarifas, y las verticales, herederas de las radioemisoras de toda la vida, que sí podrán "aplicar criterios de bonificación en la tarifa" que todavía están por definir. Todo ello deberá rematarlo el próximo Govern. Según Martori, si la propuesta tiene el consenso del sector, difícilmente se podrá dar marcha atrás.