Duelo de informes

El RACC advierte de que el carril bici de Via Augusta ha incrementado el tiempo de viaje en coche hasta un 75%

La entidad reclama un abordaje más global sobre cómo el vial ha afectado a la movilidad de todo el entorno y censura la elevada congestión de algunos tramos en las horas punta de mañana y tarde

El carril bici de Via Augusta reduce un 27% el tráfico pero dobla la congestión de coches en hora punta

El coche ya supone menos del 20% del total de desplazamientos en Barcelona

El carril bici de Via Augusta, en sentido mar, poco después del cruce con Vergós, en 12 de marzo

El carril bici de Via Augusta, en sentido mar, poco después del cruce con Vergós, en 12 de marzo / Ferran Nadeu

Carlos Márquez Daniel

Carlos Márquez Daniel

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tras meses de deliberación, y tras analizar el informe de unos auditores externos, el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido mantener el carril bici de la Via Augusta. Porque ha reducido un 27% el tráfico y porque la cifra de ciclistas responde a lo esperado, se argumentó. Ese mismo estudio, sin embargo, advertía de que el bus va más lento y la congestión ha crecido. El RACC, tras analizar sus propios datos, se centra en esto último. La entidad sostiene que no está en contra de las infraestructuras ciclistas, pero censura que el tiempo de viaje haya crecido en algunos tramos de los dos sentidos hasta un 75%. En su diagnóstico, la entidad lo tiene claro: "Hay que valorar si hay otras calles alternativas y mejores para hacer pasar el carril bici, ya que la Via Augusta es un acceso a la ciudad" En julio de 2023, de hecho, el RACC ya planteó obviar el vial ciclista y convertir la arteria en una calle 30.

El automóvil club sostiene que la transformación de esta vía que ejerce de arteria de entrada para los que vienen en coche desde el Vallès "requería una reflexión que abordara el conjunto de la movilidad". Y esto, a su modo de ver, "todavía no se ha hecho". "No nos molesta el carril bici, pero sí la congestión que provoca, por el volumen de usuarios que tiene".

En base a sus datos, obtenidos gracias al navegador con el que el RACC suele trabajar (Inrix Roadway Analytics), la hora punta matinal (de 8 a 9 horas) en sentido mar registra un 77% de incremento del tiempo de viaje en el tramo Hort de la Vila-Vergós, es decir, desde la salida del túnel de Vallvidrera hasta la curva hacia la izquierda, cuando la Via Augusta se encara en dirección al cruce con Mitre y más allá.

Un bus más lento

Como en el resto de la arteria, aquí se ha perdido un 33% de espacio para los coches (para hacer sitio al vial ciclista), pero además hay una parada de autobús (el transporte público no tienen carril reservado y ha perdido entre un 12% y un 15% de velocidad comercial, según en informe municipal), y cuatro semáforos, el último coincide con el que da acceso a la calle a los que bajan por Anglí.

La cosa, sin embargo, se va aliviando conforme avanza la Via Augusta, hasta el punto de que desde Vallmajor, justo antes de Calvet, la media de vehículos es incluso inferior a la de los registros anteriores al carril bici. También ha bajado la congestión en Balmes a partir de Laforja (algo superior a 2022 por encima) y Muntaner ha quedado dividido: incremento notable sobre la Via Augusta y reducción por debajo.

El carril bici en la Via Augusta, el pasado 12 de marzo

El carril bici en la Via Augusta, el pasado 12 de marzo, cerca de su cruce con Mitre / FERRAN NADEU

Siguiendo con el sentido mar, el horario de tarde, entre las 18 y las 19 horas, los problemas parecen estar algo más repartidos, aunque hay una punta de conflicto entre Aribau y Muntaner que luego se va suavizando hasta llegar al túnel de Vallvidrera. A diferencia de la mañana, Balmes y Muntaner sí parecen sufrir más estrecheces en todos los tramos que más o menos coinciden con Via Augusta, sobre todo en Balmes entre Madrazo y Laforja, con un 50% más de tiempo de viaje.

Una "visión más global"

Cristian Bardají, director del área de Movilidad del RACC, no esconde una cierta perplejidad tras analizar el informe municipal y haber escuchado las razones del gobierno para mantener el carril bici. "No tienen muy claro dónde han ido a parar los coches, ese 27% de vehículos que ya no pasan por aquí; ¿pero no es un dato que debería importarnos un poco?". Por eso, apostilla, echan de menos una "visión más amplia del conjunto de la movilidad, y en cualquier caso, más congestión y un transporte público más lento no son la solución idónea". El consistorio sí dijo que las calles del entorno habían experimentado un crecimiento medio del 4% en cuanto a la congestión. Pero sobre dónde están el resto, se apuntbaban, sin demasiado detalle, tres opciones: ya no vienen, usan otro medio de transporte colectivo o entran a Barcelona por otra parte (B-23 o C-58).

El ayuntamiento ya anunció la semana pasada su voluntad de modificar algunos tiempos semafóricos para tratar de aligerar los puntos más atascados. Vista la fluidez de Muntaner, quizás se le pueda arañar unos segundos para dejar más abierta la señal a los que avancen los de Via Augusta. Por lo que respecta a General Mitre, tanto por la mañana por tarde y siempre en sentido mar, la autopista urbana registra incrementos muy livianos e incluso tiene algún tramo en el que hay mayor fluidez que un año atrás.

SENTIDO MONTAÑA

Pasemos al sentido montaña. De 8 a 9 horas, se Via Augusta ha experimentado una reducción del tiempo de viaje entre la Diagonal y Vallmajor (1,8 kilómetros), con un leve incremento (entre un 15% y un 30%) en la intersección con Muntaner. En sentido norte hay más tráfico, pero no se supera el 30% de suma de tiempo de viaje. Recuerden: todo esto pasa con un 33% menos de espacio para los vehículos privados y los autobuses de TMB.

La tarde se complica

Es por la tarde, de seis a siete, cuando la salida se complica sobremanera. Entre Muntaner y Ganduxer, según los datos del RACC, los conductores pasan un 75% más de tiempo al volante que en 2022, un 50% más entre Mitre y Doctor Roux y entre un 15% y un 30% más hasta la entrada del túnel de Vallvidrera. Aribau, sin embargo, va más ligero a partir de Marià Cubí, mientras que Mitre registra entre un 15% y un 30% más de tiempo de conducción.

El carril bici, cuando estaba en construcción, en el cruce de la Via Augusta con Mitre. Uno de los puntos más delicados de la arteria

El carril bici, cuando estaba en construcción, en el cruce de la Via Augusta con Mitre. Uno de los puntos más delicados de la arteria / Laura Guerrero

El cruce con la Ronda del Mig es otro de los puntos en los que el consistorio prevé intervenir en materia de tiempos semafóricos. No se le quitará segundos a Mitre, pero sí se alargará en Via Augusta para agilizar el giro matinal para los que vienen de Sarrià. Por la tarde, en cambio, el conflicto está más para los que van en sentido montaña y cruzan el otrora primer cinturón en dirección hacia barrios de montaña o el Vallès.

Por todo ello, el RACC insta al ayuntamiento a realizar un análisis más integral sobre los efectos del carril bici. "No creemos que la movilidad mejore con menos coches si el resultado es más congestión. Provocar congestión no es nunca una buena solución", concluye Bardají.

Suscríbete para seguir leyendo