Tributo metropolitano

Miles de vecinos del área de Barcelona reciben por error un recargo en un impuesto

El AMB reconoce una incidencia con unos 7.000 afectados concentrada en Cerdanyola, pero vecinos de otras localidades de la segunda corona aseguran que también les ha llegado una penalización indebida

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Nadia Castellà muestra el requerimiento que le insta a pagar el tributo metropolitano con un recargo.

Nadia Castellà muestra el requerimiento que le insta a pagar el tributo metropolitano con un recargo. / ZOWY VOETEN

Jordi Ribalaygue

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Nadia Castellà vive en una urbanización de Pallejà. Cada año recibe una notificación del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) que le indica qué cantidad debe pagar por el tributo metropolitano, un impuesto a los propietarios que se calcula a partir del valor catastral de sus bienes. Sin embargo, asegura que el recibo que detalla cómo liquidarlo no le llegó en 2023. Para su asombro, sí le han enviado otra misiva más perentoria, esta de la Diputación, encargada de los impagos al AMB: le advierte que tiene pendiente el gravamen del último ejercicio y le insta a saldarlo con un 5% de recargo

Además, le apercibe que la penalización se incrementará si ignora el requerimiento. Primero subirá al 10%, luego al 20% y, de persistir el impago, se iniciará un procedimiento de apremio. Es decir, le embargarán la cuenta para recaudar la cuantía. Sin embargo, Castellà rebate que haya contraído una deuda a conciencia. “Contacté con el AMB para avisar que no me había llegado la carta del tributo -relata-. Me dijeron que, si quería, podía domiciliarlo para el año que viene y me explicaron cómo consultar la notificación en internet. Lo hice, pero no salía ninguna carta si ponía mis datos”. 

Sostiene que muchos vecinos de su entorno han topado con el mismo requerimiento, sin ningún anuncio previo para abonar el tributo dentro de plazo. “A casi todos les ha pasado. En mi caso, el recargo es de tres euros. Es poco, pero debe de ser una millonada si se multiplica por toda la población que ha recibido la reclamación”, deduce.

El Área Metropolitana admite que se ha producido un error en el envío de las notificaciones. No obstante, lo circunscribe solo a Cerdanyola del Vallès. En esa localidad, las quejas de los contribuyentes se han elevado al pleno municipal y el alcalde, Carlos Cordón, ha informado sobre cómo se resolverá el entuerto ante el malestar propagado en las redes sociales. 

Para subsanar el problema, el AMB prevé parar el cobro del tributo de 2023 con recargo. Por ahora, solo se procederá así en Cerdanyola. El Área Metropolitana abrirá un período extraordinario de pago voluntario para los titulares de este municipio que aún no hayan liquidado el gravamen con la sanción incluida. En el supuesto de los vecinos de la población vallesana que hayan abonado ya el recargo, se les descontará la cantidad en el recibo del impuesto de 2024 para que la recuperen.

Nadia Castellà examina el requerimiento que le reclama el pago del tributo metropolitano con un recargo.

Nadia Castellà examina el requerimiento que le reclama el pago del tributo metropolitano con un recargo. / ZOWY VOETEN

Cifra abultada

Fuentes del AMB reconocen que la incidencia en Cerdanyola ha sido generalizada. Apuntan que en unos 7.000 casos se dejó de entregar el recibo ordinario. Representan dos terceras partes de los titulares de la localidad que pagaron el tributo en 2021 y 2022. El Ayuntamiento de Cerdanyola responde que responsables del Área Metropolitana atribuyen el fallo masivo “a un error de la empresa contratada para la distribución”. 

El AMB asegura a EL PERIÓDICO que no le consta que la confusión se haya repetido en más municipios. No obstante, este diario ha contactado con habitantes de Pallejà y Barberà del Vallès que afirman que tampoco se les remitió el aviso para pagar a tiempo. “Ocurre en más de un municipio y, donde pasa, algunos contribuyentes sí han recibido la carta y otros, no”, señala Armand Capdevila, portavoz de la plataforma No Tribut, desplegada en buena parte de la segunda corona metropolitana.

132 millones en 2024

A Luis Molina, vecino de Barberà, también le cogió por sorpresa el recargo del 5% en el impuesto este diciembre. “No me había venido antes una carta para que lo pagara dentro de plazo en 2023”, dice. Muestra un requerimiento en que figura una penalización de 3,06 euros y un importe a saldar de 64,18 euros. “Llamé para preguntar pero, para entonces, ya se había pasado el período para pagar y me vino otra carta con el 10% de recargo”, prosigue.

En la segunda misiva, la carga adicional escala a 6,11 euros y se añaden 5,21 euros en costas de procedimiento. Con el gravamen, el recibo ascendió a 72,44 euros, que fue la cantidad que el vecino acabó sufragando en enero. Fueron 11,32 euros más de lo que hubiera abonado sin amonestación. "Lo veo injusto. He preguntado cómo me lo pueden devolver, pero se pasan la pelota", critica Molina.

Insumisión y morosidad

El tributo metropolitano es una de las principales fuentes de financiación del AMB. El ente prevé ingresar más de 132 millones de euros este 2024. Hace cinco años, el cobro se extendió a 18 municipios de la segunda corona barcelonesa.

La plataforma No Tribut lo tacha de “injusto e inequitativo” y pide suprimirlo. Pone el acento en las desigualdades entre el entorno inmediato de Barcelona y las poblaciones metropolitanas más alejadas de la capital, sobre todo en el transporte público que presta el AMB. "Los servicios siempre serán inferiores en la segunda corona. No tenemos las mismas condiciones en metro, bus o tren que Barcelona", opone Capdevila.

El tributo empezó su periplo lejos de la urbe con mal pie. Ayuntamientos como los de Cerdanyola y Sant Vicenç dels Horts detectaron que el cálculo para determinar la carga en 2019 supuso que los contribuyentes pagasen un 30% más de media que con una fórmula igual de válida pero menos gravosa. El AMB lo corrigió en 2020 pero no ha reembolsado la diferencia que algunos municipios juzgaron cobrada de más. El descontento llevó a algunos contribuyentes a practicar la insumisión. Sea por la razón que sea, la morosidad con el gravamen superó los 32 millones de euros en 2022.   

"No me ha llegado nunca"

Mientras que el impuesto queda diluido en los recibos de Barcelona y su extrarradio desde 1992, las misivas enviadas a numerosos vecinos del Baix Llobregat y el Vallès Occidental avivaron los agravios a partir de 2019. “La carta no me ha llegado nunca desde ese año”, da fe Silvia Martínez, residente en Barberà. “Cambié de casa hace unos 10 años. A no ser que llegue allí… Pero sí que han empezado a llegar cuando el AMB firmó un acuerdo con la Diputación”, recrimina. 

La primera reclamación abarcaba de 2019 a 2021 y la dejaron en el buzón de Silvia en octubre pasado. La de 2022 la encontró a finales de diciembre y la de 2023, en enero. "Los cinco años de tributo han llegado en cuatro meses”, constata Martínez, a quien piden casi 300 euros más unos 16 euros en recargos por todo el lustro.

Reconoce que no ha saldado el importe. “El AMB nunca se ha molestado en enviar cartas certificadas sobre el tributo. Así no hay forma de que nadie pueda probar si la carta le ha llegado o no”, se queja. La Diputación, consultada por este medio, considera que el AMB debería haber notificado el cobro con acuse de recibo, al menos en la primera liquidación de 2019. Apostilla que, por el momento, no ha anulado ningún requerimiento de pago de los que ha girado a nombre del AMB.

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