Indisciplina viaria

TMB estrena un coche que sancionará a vehículos parados en carriles bus de Barcelona

El dispositivo empezará a multar en mayo, pero por ahora no está previsto perseguir a turismos y motos que transiten por el vial reservado al transporte público

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El nuevo vehículo de TMB que vigilará la indisciplina en el carril bus, este lunes

El nuevo vehículo de TMB que vigilará la indisciplina en el carril bus, este lunes / Carlos Márquez Daniel

Carlos Márquez Daniel

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La indisciplina en el carril bus es habitual y constante. Pero no es lo mismo una moto circulando que un coche parado. Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) ha presentado este lunes un nuevo vehículo que se encargará de dar caza a los que estén detenidos en el vial, sobre todo en lugares que coincidan con una parada. Ya está dando vueltas por la ciudad y estará en pruebas durante dos meses. Después, a partir de mayo, empezará a sancionar, aunque la empresa señala que ese no es el objetivo. "Lo que buscamos es la máxima eficiencia del servicio y garantizar al máximo la seguridad vial".

Por ahora, y aunque la tecnología instalada en el coche lo permite, no está previsto que sancione o persiga a los que están en movimiento por el carril bus. Esa tarea seguirá en manos de la Guardia Urbana. El nuevo coche, logotipado y cargado con un alambicado sistema de cámaras en el techo, detectará vehículos estacionados o parados en el carril bus, los fotografiará y enviará los datos al Instituto Municipal de Hacienda, que es el ente público que gestionará la sanción y la hará llegar al ciudadano. Puede ser un particular, un taxi o una furgoneta de reparto.

El interior del coche, en el que irán dos personas

El interior del coche, en el que irán dos personas / Carlos Márquez Daniel

La parada (una persona dentro del vehículo; el clásico 'son cinco minutos') se sancionará con 60 euros, mientras que el estacionamiento (estancia larga) generará una dolorosa de 200 euros. Todo esto será posible gracias al decreto de alcaldía aprobado el 23 de febrero y firmado por Jaume Collboni, por el cual se autoriza "la puesta en funcionamiento del sistema de control de indisciplina viaria en las paradas y carril reservado para el servicio público de autobús".

Seguridad vial

Xavier Flores, consejero delegado de TMB, ha asegurado que el objetivo no es sancionar. "Pero la comodidad de unos pocos -ha señalado- no puede pasar por encima de las cerca de 800.000 viajes diarios que registra el autobús". Adrià Gomila, director de Movilidad del consistorio ha puesto el acento en la seguridad vial: "Cada vez que un conductor de bus se encuentra con un coche parado en su espacio tiene que meterse en el carril contiguo, con el riesgo que eso conlleva tanto para el resto de vehículos como para las personas que van dentro del autobús; no es una maniobra fácil". Otro elemento importante es la accesibilidad. "No poder desplegar la rampa en las paradas es un impedimento para las personas con discapacidad que quieren subir o bajar del bus", añade Gomila.

Un bus vuelve a su carril tras esquivar un vehículo estacionado en su espacio, en Maria Cristina, este lunes

Un bus vuelve a su carril tras esquivar un vehículo estacionado en su espacio, en Maria Cristina, este lunes / Carlos Márquez Daniel

No es la primera vez que TMB despliega este sistema de vigilancia. Ya en 2004, la empresa puso en circulación un coche con el mismo objetivo, pero con una tecnología mucho más vetusta. Se dijo entonces que el objetivo era que en 2012 la velocidad comercial del bus pasara de 12 km/h a 14,6 km/h. Lo cierto es que 20 años después, apenas se ha llegado a los 13 kilómetros por hora. Pero eso tiene muchas causas, como por ejemplo la elevada demanda: cuantos más viajeros, más tiempo se pierde en cada parada.

20 años después

En aquella primera tentativa, sin embargo, la cámara cazaba tanto a los parados como a los que estuvieran en movimiento, aunque las crónicas de la época dejan claro que se priorizaba la persecución de los primeros, que son los que de verdad entorpecen el buen desarrollo del transporte público. En sus cuatro primeros años de funcionamiento, se impusieron cerca de 130.000 sanciones. Entonces tenían que vigilar 109 kilómetros de carriles bus. Ahora son más del doble.

Terminó retirándose en la década anterior, pero antes dejó un episodio delicioso cuando, en 2010, un conductor de TMB recibió una multa por haber estacionado en el carril bus. Pero no con su coche particular: en la foto se veía su autobús de la línea 19. Sucedió el 16 de noviembre a las 17.27 horas, frente al número 60 de la calle de Trafalgar. Afortunadamente, la multa quedó en una anécdota y no tuvo que pagarla. Casi 15 años después, y tal y como ha avanzado la tecnología, no esperen tanto margen de error.