Afloran los primeros restos arqueológicos en las obras de la ronda de Sant Antoni

Como era previsible, los controvertidos trabajos de pacificación de la ronda de Sant Antoni, iniciados hace apenas dos semanas han hecho aflorar lo que podrían ser restos arqueológicos hasta ahora bajo el vial. Personal municipal de Patrimonio Histórico estudia este martes los hallazgos para comprobar si se trata de un tramo de muralla medieval de Barcelona. Entre los vecinos que han contemplado desde sus balcones la escenaa había una mezcla de emoción y de temor al pensar que, en caso de que se trate de hallazgos relevantes, las obras se puedan prorrogar mucho más de lo esperado, como sucedió con la reforma del vecino mercado de Sant Antoni.

Según afirman testigos vecinales, los técnicos han comentado que se trataba de parte de la estructura de la muralla que creció por esa parte ahora limítrofe entre el Raval y el Eixample cuando la ciudad se fue expandiendo. De ser así se trataría de la tercera muralla, que unía el baluarte de Sant Antoni (donde ahora está el remodelado mercado) hasta Universitat.

Servicio de Arqueología a pie de obra

Según explica el ayuntamiento, en las obras que se realizan en calles del centro de la ciudad, "como siempre, hay seguimiento arqueológico". Las tareas sobre el pavimento de la ronda de Sant Antoni empezaron el lunes, y el Servicio de Arqueología "está presente y ha empezado a hacer sondeos", para documentar los restos que pueda haber.

El mismo portavoz precisa que "ya se conocía la existencia de este tramo de la muralla medieval y moderna de la ciudad, la construcción de la cual data entre los siglos XV al XVII". En este momento se está "priorizando la apertura de los espacios donde se prevé que pueda aparecer, para poder documentarlo". En las próximas semanas se harán los trabajos de descubrimiento y documentación.

Los restos localizados precisamente durante las obras del mercado (romanos y medievales) supusieron imporantantes demoras en las obras del mercado, que comenzaron en 2009 y no finalizaron hasta 2018, con el mérito de incorporar en la reforma parte del baluarte y otras piezas.

Los trabajos de pacificación de la ronda (que durante años albergó la carpa que ejerció de mercado provisional) llegan tras una gran oposición de los vecinos y comerciantes que viven al pie de este eje.

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