Xavier Flores y Manuel Valdés abren una nueva etapa en TMB y la ATM con el reto de la fidelización

Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) y la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) cierran 2023 con nuevos rostros al frente de su equipo directivo. El operador ha decidido prescindir de Gerardo Lertxundi y ha fichado a Xavier Flores como consejero delegado, mientras que el ente público que este martes informará sobre las nuevas tarifas de cara al año que viene ha apeado de la dirección a Pere Torres para colocar a Manuel Valdés. Al margen de los nombres, ambas instituciones tienen como principal reto fidelizar al viajero más allá de las bonificaciones que, por otra parte, el Gobierno de Pedro Sánchez todavía no ha concretado a través de un decreto.

El relevo en TMB se producirá esta misma semana, mientras que en la ATM, el nombramiento se aprobará este martes per el cambio no cristalizará hasta finales enero, cuando se haya cerrado el ejercicio todavía en vigor. Tanto Valdés como Flores acaban de cerrar una etapa profesional; el primero en el Ayuntamiento de Barcelona, donde ha trabajado durante 17 años hasta ocupar el cargo de gerente de Infraestructuras y Movilidad, y el segundo, en el Ministerio de Transportes, donde en los últimos tres años ha ejercido como secretario general de Infraestructuras y ha sido uno de los principales interlocutores con el Govern a la hora de abordar asuntos de calado como la Ronda del Vallès o, sobre todo, el traspaso de Rodalies.

Metro disparado

Gerardo Lertxundi abandona TMB tras unos años especialmente complicados por los conflictos laborales y por la situación generada por el covid, con una ciudadanía que perdió la confianza en el transporte público por miedo al contagio. Entró en la compañía en 2019, en un momento en el que el metro y el bus marcaban sus mejores registros de la historia. La pandemia lo hundió, pero puede alardear de que, cuatro años después, el subterráneo ya está en cifras y el récord, mientras que el transporte en superficie, lastrado por una velocidad comercial muy insuficiente (unos 12 km/h de media), sigue en ascenso pero todavía por debajo de su plusmarca.

Pere Torres llegó a la ATM en febrero de 2016 convencido (o eso le dijeron) de que en nada le daban unas tijeras para inaugurar la T-Mobilitat. Lo cierto es que siete años después, el revolucionario título de transporte todavía no ha alcanzado su madurez absoluta. Se espera que suceda el año que viene, con el asunto pendiente de cubrir todo el territorio y cobrar por la distancia recorrida y no en base a coronas metropolitanas. No es que Torres tenga la culpa del retraso, ni mucho menos. De hecho, seguramente, ha sido el artífice de que el el estropicio -también en cuanto a la inversión- no haya ido a mayores. Valdés tendrá la responsabilidad de culminar el proyecto.

El tranvía...

El ATM es, además, la institución encargada de ejecutar la obra de conexión del tranvía por la Diagonal. Ahora se está trabajando en la prolongación desde Glòries hasta Verdaguer, y quedará pendiente el tramo hasta Francesc Macià que, por ahora, sigue en 'stand by'. Valdés pasará de ser el gerente de la parte municipal a decidir desde el lado de la financiaciació y proyección ferroviaria.