Infraestructuras

Las alternativas (descartadas) para que la prolongación de la L8 de FGC no se coma el parque de Joan Miró

Las obras de prolongación de la L8 de Ferrocarrils desde Espanya hasta Gràcia empezarán después de Reyes y afectarán a la Gran Via

Territori reduce un 40% la superficie ocupada del parque de Joan Miró por las obras de la L8 de Ferrocarrils pero no satisface a los vecinos

Protesta frente a la sede del distrito del Eixample para salvar el parque de Joan Miró, el 26 de octubre

Protesta frente a la sede del distrito del Eixample para salvar el parque de Joan Miró, el 26 de octubre / Manu Mitru

Carlos Márquez Daniel

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El distrito del Eixample es, con diferencia, el menos verde de toda Barcelona; poco más de un metro cuadrado por habitante. Solo Atenas, si se compara con otras grandes ciudades europeas, puede exhibir tan raquíticos registros. Eso por un lado. Por el otro, cualquier infraestructura necesita espacio para poder desarrollarse, más todavía si se trata de una obra subterránea que requiere la extracción de toneladas de tierra. Que se lo cuenten a los vecinos del tramo central de la línea 9; los de Mandri, Sarrià, Putxet o Sanllehy. Es también el caso de la prolongación de la L8 de Ferrocarrils, un proyecto que inicia sus obras el 8 de enero y que pretende unir las líneas del Anoia-Llobregat con las del Vallès. La tuneladora perforará desde la plaza de Espanya una galería de cuatro kilómetros hasta el cruce de Travessera de Gràcia con Via Augusta. El parque de Joan Miró será el epicentro logístico, el receptor de todo el excedente de arenas que vaya arrancando el topo mecánico. Serán dos años y medio de polvo y camiones (hasta 150 por día) a partir del verano. 

Tras las quejas vecinales, el Govern y el Ayuntamiento de Barcelona estudiaron otras cuatro alternativas en la zona que han sido descartadas por distintas razones. La opción final pasa por mantener la ocupación de la zona verde, pero en menor grado: se pasa de 8.800 m2 a 5.300m2 y se talan 118 árboles en lugar de 178. El Departament de Territori defiende que se ha recortado un 40% la afectación (supone un 12% del total de la superficie del parque) y que solo se talan el 13% del total de árboles. Los vecinos insisten en su oposición al plan, alegando que la ciudad tiene hoy otras prioridades y que las zonas verdes deberían ser tan innegociables como intocables. ¿Pero cuáles eran esas alternativas excluidas? Las analizamos de la mano de Xavier Riu, miembro de la asociación de vecinos de l'Esquerra de l'Eixample.

Ocupación de la Gran Via

Ocupación de la Gran Via

En la nueva planificación, la Gran Via ya forma parte de los terrenos afectados por la obra de prolongación de la L8, puesto que justo en el enlace de la arteria con la plaza de Espanya estará el pozo por el que entrará la tuneladora camino de Gràcia. Al rebajar la presión sobre Joan Miró, Territori ha decidido trasladar a Gran Via el acopio de dovelas (las placas que la máquina va colocando para dar forma al túnel). Así las cosas, la calle perderá los dos carriles del lateral mar entre Llançà y Entença.

La alternativa analizada pasaba por prácticamente guillotinar la Gran Via, colocando toda la zona logística en su superficie. "Es algo que nosotros no hemos pedido en ningún caso, pero sí hay opciones que no se han estudiado y que permitirían cortar carriles en lugar de árboles, como es actuar en el final de la calle de la Diputació, que no tiene vecinos, o en Tarragona", esgrime Riu. "Cuantitativamente -prosigue este líder vecinal- se ha avanzado, pero no cualitativamente, porque se mantiene el problema. Dentro de unos años se analizará en las universidades el hecho de ocupar parques y no calles para poder realizar obras".

Protesta en el parque Joan Miró, el 26 de noviembre, para evitar la tala de árboles

Protesta en el parque Joan Miró, el 26 de noviembre, para evitar la tala de árboles / Jordi Otix

Aprovechar Fira de Barcelona

Aprovechar Fira de Barcelona

Es la alternativa que más convence a los vecinos, puesto que cumple el requisito en el que todas las partes están de acuerdo: no afectar de manera directa a una zona con vecinos. La idea sería instalar la zona logística dentro de la Fira de Barcelona, concretamente en los dominios más cercanos al carrer Lleida, en la continuación natural de Llançà, donde hay un espacio libre (cerrado) entre los pabellones que conecta con la plaza del Univers.

El ayuntamiento, sin embargo, lo descarta de plano. El ingeniero jefe del consistorio, Oriol Altisench ya les dijo a los vecinos que Fira de Barcelona es "un motor de prosperidad que no se puede poner en riesgo", y que como tal, no hay margen para que se vea afectado por las obras de prolongación de la L8 de Ferrocarrils. Los residentes aseguran que esta zona apenas tiene actividad y que ocupar un parque o la Fira "es en el fondo una cuestión de prioridades".

Al margen de que sea un activo de negocios para Barcelona, preparar este área para ejercer de zona logística del proyecto tendría un coste de, como mínimo, 16 millones de euros, según cálculos municipales, mientras que Joan Miró se 'expropiará' por tan solo seis.

Los pabellones de Fira de Barcelona que dan al carrer de Lleida

Los pabellones de Fira de Barcelona que dan al carrer de Lleida / Ferran Nadeu

El asalto del Paral·lel

El asalto del Paral·lel

La opción del Paral·lel presenta los mismos problemas que en la Gran Via, donde a diario pasan unos 50.000 vehículos. En el caso de la arteria que une Espanya con Drassanes, son unos 42.000 autos al día. "Tampoco hemos pedido esta opción, y parece que la presenten a sabiendas de que no es viable, porque no puedes dejar esta calle sin tráfico. O sí, porque como decimos, es una cuestión de prioridades". Lo que sí se puede hacer, prosigue Riu, es usar Paral·lel para que por debajo pase la galería de expulsión de tierras que desembocaría en Fira de Barcelona, siempre que el subsuelo, con el metro presente, lo permita.

Sobre el depósito de agua

Sobre el depósito de agua

Junto al parque, en el lado de Tarragona, se inauguró en 2006 un inmenso depósito de aguas pluviales que ocupa una superficie de 160x45 metros y tiene una capacidad de almacenamiento de 50.000 m3. De hecho, en el proyecto definitivo, esta zona ya se usa para instalar oficinas, pero si se quiere que cargue con todo el peso de la zona logística, Territori ha llegado a la conclusión de que la cubierta del embalse subterráneo no aguantará. Para conseguirlo, la inversión sería, siempre según el Govern, de 14 millones de euros

Además, la obra dejaría inoperativo el depósito, cosa que en, tiempos de estrechez hídrica, Barcelona no se puede permitir. Esta opción implicaría además ocupar un par de carriles de la calle de Tarragona, una arteria con una intensidad media diaria de 30.000 vehículos, lo que, a ojos de Territori, generaría "más congestión", y por ende, "más contaminación". 

Agosto de 2005, visita de obras al depósito pluvial de Joan Miró

Agosto de 2005, visita de obras al depósito pluvial de Joan Miró / Pere Batlle

Los vecinos lamentan que la opción del parque fuera la base sobre la que se han analizado las otras alternativas. "Es decir, si Joan Miró son seis millones, lo que pase de esto es un sobrecoste. Eso no lo discutimos. Lo que no entendemos -resume Riu- es que se haya partido de que la cosa buena es la ocupación de un parque urbano". Dicen los afectados que todavía falta mucho para que las casetas y la actividad de la obra llegue a la zona verde (en verano). Eso significa que seguirán manifestándose. ¿El formato? Todavía no lo saben, pero para empezar, pueden tirar de comparaciones: "En Madrid esta semana se han atado a los árboles para evitar la tala por culpa, también. de unas obras en el metro".