Movilidad y civismo

El índice de motos mal aparcadas en Barcelona multiplica por cinco el de los coches

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Motos mal aparcadas en la calle de Pi i Molist

Motos mal aparcadas en la calle de Pi i Molist / ANA PUIT

Carlos Márquez Daniel

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El flechazo entre la moto y Barcelona tiene una larga historia, pero podemos convenir que todo empieza a cambiar a nivel de calle en los años 80, cuando las 'scooter' empiezan a llenar el asfalto. La Honda Scoopy 75, hoy prohibida por las cosas de la zona de bajas emisiones, fue la abanderada de un movimiento que años antes iniciarían, de manera menos global, las Vespa o las Montesa Impala, que tampoco pueden circular.

En estos 40 años, la cifra de vehículos de dos ruedas ha ido oscilando hasta las cerca de 270.000 actuales. Todas ellas tienen que convivir en una ciudad de 100 km2 en la que pasan muchas cosas y en la que todavía se respira la filosofía de que la moto es un vehículo puerta a puerta. Tanto, que según un informe de BSM, la indisciplina a la hora de aparcar del motorista multiplica por cinco la cifra de los coches mal estacionados.

La acera de Balmes, entre Molina y Travessera de Gràcia, repleta de motos mal aparcadas

La acera de Balmes, entre Molina y Travessera de Gràcia, repleta de motos mal aparcadas / Carlos Márquez Daniel

El estudio es cuatrimestral y la última edición fue elaborada a partir de observaciones realizadas entre julio y octubre de 2022. Es uno más de los análisis que el Ayuntamiento de Barcelona encarga para controlar cómo se está aparcando en la vía pública. Se empezó en 1997, pero las motos no tuvieron su apartado particular hasta 2012. En estos 11 años la tendencia ha sido muy estable: tres motos mal aparcadas por cada 100 metros de vial observado, un índice que multiplica por 5,5 la cifra de los coches (0,54) incívicos.

El Eixample, por delante

Las irregularidades en acera son muy superiores en la zona central de Barcelona que en la periferia, más del doble, de hecho. Por distritos, el Eixample es el que más indisciplina concentra, con un índice de 5,82, seguido de Sarrià-Sant Gervasi (3,60) y Gràcia (2,73). En cambio, los barrios con menos problemas están en Nou Barris (1,18), Horta-Guinardó (1,65) y Sant Martí (1,66). No es que unos sean más cívicos que otros: es, seguramente, una cuestión de probabilidades, puesto que el podio por arriba y por abajo coincide con los distritos en los que hay más y menos motos censadas, según las propias cifras del consistorio.

Motos estacionadas en batería, en Mitre. Deberían estar en paralelo a la calzada porque la acera no llega a seis metros de ancho

Motos estacionadas en batería, en Mitre. Deberían estar en paralelo a la calzada porque la acera no llega a seis metros de ancho / Carlos Márquez Daniel

El estudio ha localizado más indisciplina en los chaflanes (3,8) que en la parte central de los ejes (2,8) y también hay más motos mal aparcadas en la red viaria básica (4,34) que en el resto (2,16). En cuanto al tipo de irregularidad, la mayoría de vehículos de dos ruedas mal estacionados lo están en batería (82,1%), sobre todo en el Eixample (índice superior a 5), por un 17,9% que están en paralelo.

La ordenanza...

En ambos casos se aplica la ordenanza, que dicta que en ningún caso se puede aparcar una moto en aceras de menos de tres metros, mientras que se pueden dejar alineadas a la calzada cuando el espacio es de entre tres y seis metros, y en batería para las que superen los seis metros. A no ser que impere, en todos los casos una señal vertical que indique lo contrario. En ambos casos, batería o en paralelo, las ilegalidades se mantienen prácticamente igual desde 2012, lo que demuestra que las campañas municipales apenas han tenido efecto en la indisciplina.

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