La AMB aprueba la subida del precio del agua en Barcelona con la abstención de los Comuns

La subida del precio del agua en Barcelona y 22 ciudades de su área metropolitana (L'Hospitalet, Badalona, Santa Coloma o Cornellà de Llobregat, por ejemplo) es ya un hecho.

Como adelantó EL PERIÓDICO el pasado 22 de noviembre, el Consell Metropolità del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), administración supramunicipal competente en la gestión del agua, ha aprobado inicialmente este martes 28 de noviembre la actualización de tarifas tras años de congelación de unos 2,5 € de media mensual por hogar, que en la ciudad de Barcelona acarreará un incremento del 11,6% en el recibo bimestral. La previsión es que los nuevos precios cobren vigencia a partir de marzo del 2024.

Desde la óptica de la factura final que llega al consumidor, y teniendo en cuenta que el incremento medio de los 2,5 € mensuales supone una subida del 11,6% de la factura de Barcelona, el nuevo recibo mensual en Barcelona rondará los 24 €/mes de media, lo que se corresponde con unos 47 € por factura bimestral de media (hasta ahora era de unos 42 € por factura bimestral, aproximadamente). Si bien hay que tener en cuenta que la tarifa irá en función del tipo de domicilio y de los litros cúbicos de agua consumidos por cada hogar.

La aprobación inicial de las nuevas tarifas, todavía no definitivas a falta de potenciales alegaciones los próximos meses, ha prosperado en el Pleno de la AMB, configurado desde las elecciones municipales del pasado 28 de mayo por una mayoría absoluta socialista, con los votos favorables del PSC, Junts, ERC y la abstención de los Comuns. También se han abstenido el PP y Compromís i Acord per Torrelles, mientras que Vivim Montcada, Junts per Tiana y Vox han votado en contra de las nuevas tarifas.

El voto de los Comuns, que sí se han posicionado favorablemente a la subida del agua -más limitada- en el Prat de Llobregat, donde gobiernan y gestiona el agua la empresa municipal Aigües del Prat, pone de relieve las diferencias ideológicas en torno a la gestión del agua en el seno interno de la AMB, gobernada por el cuatripartito PSC-Junts-'Comuns'-ERC.

"Debemos aceptar la discrepancia: desde los 'Comuns' siempre hemos defendido la gestión pública del agua", ha afirmado el vicepresidente y alcalde del Prat Lluís Mijoler ('Comuns'), quien ha subrayado que "la actual subida de precios es lineal pero nosotros creemos que debería subir más para quien más paga".

Mijoler se ha referido específicamente a las 13 ciudades con su modelo de gestión del agua en el limbo desde hace tres años tras la caducidad de las concesiones. Estos municipios no entran en el ámbito del suministro de ABEMCIA (Aigües de Barcelona, Empresa Metropolitana de Gestió del Cicle Integral de l’Aigua, S.A.), participada en un 85% por Aigües de Barcelona (AGBAR) y en un 15% por la AMB que presta servicio en Barcelona y las otras 22 localidades de su área.

"Sin querer dar lecciones a nadie, el actual escenario de finalización de concesiones es una oportunidad para apostar por la garantía del control público del agua", ha sostenido el alcalde del Prat, quien sí ha reconocido que "evidentemente es necesario subir las tarifas debido a la sequía y la inflación en los costes de energía y en la distribución en alta" de ATL (Ens d'Abastament d'Aigües Ter-Llobregat), adscrito a la Generalitat de Catalunya.

La protección de los vulnerables

La vicepresidenta de Cicle de l'Aigua de la AMB y alcaldesa de Sant Joan Despí, Belén García (PSC), ha hecho mención explícita a la protección de quienes por sus características de vulnerabilidad puedan acogerse a la tarificación social del suministro de agua. Dicha tarifa, en la que se bonifica el coste del agua a las familias vulnerables, no tan solo se mantendrá, sino que se ampliará: la AMB ya trabaja para que 100.000 hogares (hasta ahora eran 60.000) se puedan acoger a esta tarifa bonificada.

"Garantizar el acceso universal al agua de los más vulnerables es uno de nuestros principales objetivos", ha argumentado García. Pese a que la medida no se ha puesto en marcha en la presente actualización, García ha asegurado que la AMB "seguirá estudiando" la petición de los Comuns de que el incremento del precio del agua no sea lineal en los cinco tramos de consumo de agua.

La actual subida del agua se trata de "la más importante de los últimos años", en palabras de Martín Gullón, director de Cicle de l'Aigua de la AMB. ¿Pero por qué crece tanto el precio en 2024? La realidad es que la parte de la factura que sube es la que corresponde al suministro de agua. Y dentro de esta partida, se incluye la compra de agua a ATL (Ens d'Abastament d'Aigües Ter-Llobregat), que ha subido su tarifa un 30%. Pero no solo ATL ha encarecido sus servicios, puesto que los tratamientos y distribución de los que se encarga Aigües de Barcelona también suben, aproximadamente, un 24%.

Sectores ecologistas críticos

Estos factores, en sus proporciones exactas, convergen en una subida del 25,8% del concepto "suministro de agua", que es una parte importante de la factura. Aigües de Barcelona reclamaba subir este concepto un 43%, pero finalmente se incrementa un 25,8%. Además, en el recibo se paga también el canon del agua, que en principio no se incrementará en 2024, y las tasas de alcantarillado y residuos.

La AMB ha tomado la decisión de no aumentar estos impuestos, lo que acaba disimulando la subida y desembocando en este aumento final del 11,6% en Barcelona y de un 15% (aproximado) en las otras 22 ciudades.

La actual subida del agua ha soliviantado a sectores ecologistas y ambientalistas, que consideran que el incremento puede poner en riesgo el acceso al agua. En un comunicado en el que tildan de "incoherentes" las medidas del Govern contra la sequía, aprovechan para advertir del impacto que tendrán las subidas del precio del agua en todo el sistema Ter-Llobregat, donde viven unos seis millones de personas.

El escrito –firmado por Aigua és vida, Greenpeace, Ecologistas en Acción, Grup en Defensa de l'Ebre o Grup en Defensa del Ter– constata que, con el incremento, el número de hogares que dedican más del 3% de sus ingresos a pagar los recibos del agua podría crecer. Hasta la fecha son el 9,7% de unidades familiares del área metropolitana de Barcelona, según el último análisis.