Nuevo secretario de Estado

Jordi Martí Grau deja el Ayuntamiento de Barcelona para ser número dos de Urtasun en Cultura

Jordi Martí será el número dos de Ada Colau en las elecciones municipales

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Los Comuns descartan votar a Collboni sin pacto de izquierdas: “En ningún caso participaremos en un acuerdo que implique al PP”

Jordi Martí Grau (Bcomú) en una imagen de archivo.

Jordi Martí Grau (Bcomú) en una imagen de archivo. / Georgina Roig

Toni Sust

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Jordi Martí Grau, concejal de de los Comuns, abandona el ayuntamiento para convertirse en el secretario de Estado de Cultura a las órdenes de Ernest Urtasun, titular del ministerio en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez.

Barcelona en Comú ha informado este martes de la designación de Martí Grau después de que su posible fichaje como número dos de Urtasun se diera por hecho en los últimos días. El todavía concejal lleva casi una semana negando con todo el aplomo posible la posibilidad de que dejara el consistorio para irse a Madrid. Pero no es la primera vez que el que fue número dos de Ada Colau en la lista de Barcelona en Comú a las elecciones municipales del pasado 28 de mayo destaque por faltar a la verdad.

Del PSC a los Comuns 'pasando' por ERC

Marti encontrara caras conocidas en el Ejecutivo central, como la del ministro de Industria, Jordi Hereu, a quien en 2012 sustituyó como jefe del grupo del PSC en el ayuntamiento. Martí Grau se presentó a las primarias abiertas que los socialistas barceloneses celebraron en 2014, que ganó Jaume Collboni. Martí, tercero, dejó tras la derrota su plaza de concejal.

En 2015, pasó por Moviment d’Esquerres, que se presentó con ERC a las municipales. Marti, que estuvo cerca de ir en la candidatura republicana que encabezó Alfred Bosch, finalmente no lo hizo. Acabó fichando como gerente del ayuntamiento durante el primer mandato de Ada Colau como alcaldesa.

A aquel equipo de la nueva alcaldesa, que apenas tenía concejales con experiencia en la casa, solo Janet Sanz lo había sido con ICV en el mandato anterior, le fue muy bien la figura de Martí, buen conocedor de los entresijos del consistorio y con un talante idóneo para pugnar en el barro de la política, en tanto que muchos de los que se convirtieron en ediles con Colau venían de ámbitos en los que las patadas traicioneras no eran lo habitual.

Manuel Valls

Martí se convirtió en su mano derecha en cuatro años de difícil gestión porque Colau estuvo en minoría todo el mandato, incluido el año y medio que tuvo al PSC como socio. En el segundo mandato la historia fue distinta. Pese a que Colau perdió las municipales de 2019 ante Ernest Maragall, volvió a ser alcaldesa gracias al apoyo de Manuel Valls. Buscado o no, el respaldo del exprimer ministro francés, que en realidad fue elegido como alcaldable por los sectores económicos preponderantes de la ciudad para derrotar a Colau, resultaba antinatural para una persona como Colau, que se declaraba en las antípodas de Valls.

Fue uno de esos momentos en los que tener a su lado a Martí Grau resultó muy útil a la exportavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Porque Martí es especialista en justificar lo injustificable y en explicar lo que no tiene explicación si políticamente le conviene. Y ante la incomodidad evidente de la alcaldesa, él se encargó de vender la idea de que Barcelona en Comú no tenía otra opción que dejarse votar por Valls.

No votaremos con el PP

Martí fue teniente de alcalde de 2019 a 2023, y en él recayó la negociación de los cuatro presupuestos, que, a diferencia de los del primer mandato, cuando ninguno logró la mayoría absoluta, fueron aprobados gracias a pactos con la oposición, esencialmente con ERC.

Tras el resultado de las municipales del pasado 28 de mayo, en las que Colau quedó tercera, Martí destacó por negar más veces que San Pedro a Jesucristo la posibilidad de que los Comuns pudieran dar su apoyo a Collboni junto al PP en la investidura. Horas después de sus últimos desmentidos, Barcelona en  Comú convirtió al socialista en alcalde.

Pau Gonzàlez, nuevo edil

Profesor de Música en sus primeros años, Martí podrá desarrollar en Madrid su perfil profesional en labores vinculadas con la cultura, que de hecho han sido objeto de la mayor parte de su dedicación profesional en las últimas décadas, generalmente en cuestiones vinculadas con el ayuntamiento. Tras la salida de Martí, Pau Gonzàlez, exedil del Eixample y de Educación, volverá a ser concejal del ayuntamiento.