Centro deportivo degradado

Barcelona da un ultimátum a los campos de Vall d’Hebron para acabar con las ratas y los destrozos

Gradas destruidas, pistas llenas y setas en los vestuarios: el deterioro se ceba con el campo de rugby de Barcelona

Ratas y apagones en los partidos: las desventuras sin remedio en los campos de fútbol de Vall d’Hebron

Una red rota en el campo de rugby del complejo deportivo Teixonera-Vall d'Hebron, en Barcelona.

Una red rota en el campo de rugby del complejo deportivo Teixonera-Vall d'Hebron, en Barcelona. / ELISENDA PONS

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

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Los destrozos con los que lidian los numerosos equipos que ocupan los dos campos de fútbol y el de rugby del complejo deportivo municipal de la Teixonera-Vall d’Hebron, en Barcelona, deben arreglarse antes de que acabe 2023. Lo exige el distrito de Horta-Guinardó, que ha trasmitido el ultimátum este viernes al gestor al que confió el centro, la Fundación Marcet

“El plazo que tiene para realizar las actuaciones de mantenimiento para corregir los desperfectos que presentan las instalaciones del equipamiento es hasta finales de año”, señala el Ayuntamiento a EL PERIÓDICO. Los tres terrenos de juego arrastran deficiencias patentes que padecen decenas de jóvenes deportistas de base y sus familiares. Se concatenan la falta de agua en algunas duchas, el rastro de insalubridad en los vestuarios -en uno de ellos, llegaron a brotar setas-, gradas maltrechas y pistas atestadas y parcheadas para tapar hoyos. Se suma además una cadena reciente de apagones en medio de los partidos.

Asimismo, el distrito ha instado a la concesionaria a desratizar de inmediato el recinto. La plaga se ha hecho visible en los últimos días, con los roedores correteando entre la mala hierba crecida que envuelve a los campos donde se entrena y se compite.

Un banquillo entre el campo de rugby y los hierbajos que crecen en el complejo de la Teixonera-Vall d'Hebron, en Barcelona.

Un banquillo entre el campo de rugby y los hierbajos que crecen en el complejo de la Teixonera-Vall d'Hebron, en Barcelona. / ELISENDA PONS

Obras en menos de un año

Tras las numerosas críticas expresadas por las familias de los muchachos que se ejercitan en el complejo, Horta-Guinardó requirió a la Fundación Marcet que repare los daños que inspectores municipales constataron al pasar revista al equipamiento. La entidad respondió mediante un escrito dirigido al consistorio la semana pasada. A su vez, el distrito mantiene abierto un procedimiento sobre la concesionaria, tras constatar que estaba incumpliendo la obligación que el convenio le impone para hacer mantenimiento y obras

De no atender la instancia, el Ayuntamiento responde que los trámites seguirán su curso, sin concretar si podría desembocar en una multa o, incluso, en revocar la adjudicación por la que se otorgó el recinto deportivo de Teixonera-Vall d’Hebron. En todo caso, el gobierno municipal asegura que la gestora ha expresado “voluntad de entendimiento con el Ayuntamiento y los usuarios” para “revertir esta situación”, que ha llevado a familias, atletas y clubs a quejarse por todos los canales a su alcance.

A su vez, Horta-Guinardó reclama que se efectúen las “inversiones de mejora previstas en las instalaciones y a las cuales la entidad se comprometió”, indica. El distrito concede margen hasta junio de 2024. Afirma que “vigilará” que las reformas se lleven a cabo y pedirá “informes periódicos sobre el estado de conservación, limpieza y salubridad” del centro.