Laia Bonet: “Barcelona no implantará los patinetes eléctricos compartidos”

Laia Bonet, primera teniente de alcalde de Barcelona, es la mano derecha de Jaume Collboni y la encargada de asumir algunas de las labores más relevantes del gobierno del PSC: urbanismo, vivienda, movilidad. Afirma que la ciudad está en proceso de “desinflamación” desde que Collboni sucedió a Colau.

A punto de cumplirse cuatro meses de la investidura de Collboni, ¿qué ha cambiado en Barcelona desde que él es el alcalde y el PSC gobierna la ciudad?

Muchas cosas. El cómo, la manera de hacer. La sensación de que se ha salido de las trincheras, de que podemos hablar con normalidad, incluso sin defender la misma ciudad o los mismos objetivos. Es una manera muy distinta de hacer política. Normalizar el diálogo sin buscar solo las posiciones contrapuestas.

El gobierno del PSC rechaza el sistema de sharing para los patinetes ante el ejemplo de otras ciudades en las que aparecen tirados por las aceras y tensionan el espacio público

¿Se ha destensado la relación del consistorio con interlocutores con las que este tenía una relación dura?

Creo que estamos en un proceso de desinflamación. Cuando crees que no sirve nada hablar con el otro, o que no lo necesitas, es fácil que haya más conflicto. Los socialistas siempre hemos estado convencidos de la necesidad de dialogar y ahora podemos dar un énfasis muy superior a eso que en el mandato anterior.

"Estamos en un proceso de desinflamación. Los socialistas siempre hemos estado convencidos de la necesidad de dialogar"

El nuevo gobierno esgrimió como primer gesto el ‘plan Endreça’, una llamada al civismo, por no decir orden. ¿Se descuidó el civismo en Barcelona en los últimos años?

Los últimos años han sido muy complicados para todos. La pandemia ha tenido mucho que ver con qué ha cambiado en la ciudad. Sí es cierto que teníamos unas alertas que iban apareciendo en los barómetros. Hay muchas coyunturas como la vida de una concesión. Los finales de las concesiones son difíciles.

La limpieza.

Puede haber un cierto relajamiento o una sensación de que no te juegas tanto porque estás al final de la vida del contrato. Una de las primeras reuniones que tuvo el alcalde fue con las concesionarias de la limpieza. Nunca en los últimos años había habido una reunión de la alcaldía con las concesionarias. Necesitaban recibir el mensaje de lo importante que es su labor para la ciudad. Tardaremos en ver la ciudad tan limpia como queremos, pero la situación está cambiando.  

La movilidad marcó el mandato anterior, y el PSC discrepó de los ejes verdes que abanderó Colau. ¿Va a detener el nuevo gobierno el avance de ese proyecto?

Necesitamos más verde, pero lo que no podemos hacer es una contraposición entre pacificación y movilidad sostenible. No podemos generar una calle de València por cada Consell de Cent. Eso significa replantear cómo se abordan objetivos que sin duda son compartidos: reforzar el verde y mejorar la calidad del espacio público. Nos hemos pasado años hablando de la llosa de Sant Antoni cuando lo que tenemos que hacer es una reflexión sobre cómo pacificar las rondas de Ciutat Vella: Ronda de Sant Pere, Ronda de la Universitat, Ronda de Sant Antoni. Y Trafalgar, Fontanella, Pelai. Cómo pacificar este entorno generando más espacio para el peatón, para la bicicleta. Consell de Cent está hecho y ya está. Pero no nos podemos permitir un València por cada Consell de Cent.

Porque usted cree que pacificaciones como las de Consell de Cent perjudican a las vías cercanas.

En la calle de València el transporte público va ahora más lento. Si ese es el resultado de la reforma de Consell de Cent es que hemos enfocado mal la solución. Busquemos una forma de crear más verde sin que se genere ese impacto.

"No podemos generar una calle de València por cada Consell de Cent. En València el transporte público va ahora más lento. Si ese es el resultado de la reforma, hemos enfocado mal la solución"

¿Y cómo se logra crear más verde de otra forma?

Incidiendo sobre todos los espacios en la ciudad que podrían ser espacio verde y que no lo son. Interiores de manzana, pero también espacios que en el planeamiento son verdes y en la realidad, no. Este espacio es aproximadamente una cuarta parte de la ciudad. Un 25% del tejido urbano, sin contar el puerto y Collserola, corresponde a terreno que puede convertirse en espacio verde. Abordémoslo. Afecta a interiores de manzana, pero también a espacios entre bloques, y no en el Eixample, en toda la ciudad. Algunos espacios son de titularidad municipal, otros no.

Vista la sentencia de Consell de Cent, ¿teme el consistorio que pueda pasar algo parecido con las obras de la Via Laietana?

No, es un caso distinto al de Consell de Cent.

Al alcalde le están recibiendo con sonrisas de alivio en foros económicos como el Cercle d’Economia y Foment, que tan mal convivieron con Colau y que esperan, entre otros aspectos, que se flexibilice la medida del 30% de vivienda protegida en promociones y rehabilitaciones.

La medida no ha sido efectiva y hay que hacerla operativa, y la reflexión para hacerlo se encargó a Carme Trilla. Lo está trabajando con su equipo, veremos la propuesta y qué consensos genera. No queremos eliminar la medida, sino reformarla.

¿Veremos los precios del alquiler regulados?

Sí, no solo espero verlo, espero verlo muy pronto. Y hay que plantearse que Barcelona no puede asumir la existencia de 10.000 pisos de uso turístico con las necesidades que tenemos en vivienda. Necesitamos poder desincentivar la actividad. Tenemos alguna herramienta fiscal para hacerlo, pero limitada. La única forma de incidir es con la nueva normativa que está elaborando la Generalitat. Hoy estas 10.000 licencias, algunas con más de hace 10 años, tienen una vigencia indefinida. No es algo admisible ni asumible.

"Barcelona no puede asumir la existencia de 10.000 pisos de uso turístico con licencias indefinidas"

¿El tranvía se conectará por la Diagonal?

El tranvía se conectará por la Diagonal.

¿Habrá cambios significativos en movilidad?

El plan ‘Endreça’ es también ordenar la movilidad. Un aspecto de ello es cómo se distribuyen los espacios. Y eso tiene que ver con un actor nuevo: el patinete. Ha crecido mucho durante la pandemia. Aparentemente ha venido para quedarse, y es algo que no podemos asumir sin reglas. Ya tenemos algunas y estamos a punto de aprobar una modificación de la ordenanza que obligará a llevar casco, que prohibirá que dos personas vayan en un patinete, que vetará que vayan por la acera.

El RACC pidió días atrás un sistema de patinetes compartidos en Barcelona.

El patinete ha tensionado el espacio público y hemos tomado la decisión de que no implantaremos los patinetes de ‘sharing’, los patinetes compartidos, en Barcelona. Hace tiempo que trabajamos en ello y desde el mandato anterior hemos analizado su posible regulación. Hemos llegado a la conclusión de que no hay que tensionar todavía más el espacio público con miles de patinetes de sharing, en un espacio ya tensionado. En otras grandes ciudades hemos asistido al impacto del servicio de patinetes de sharing: abandonados, tirados por las aceras, dificultando el paso, más allá del uso intensivo que supondría en los carriles bicis y las vías 30. Barcelona era una de las pocas ciudades que decidieron no tener patinetes de sharing mientras no hubiera regulación. Éramos la excepción y hemos concluido que no existe una normativa que nos permita asumir un incremento de patinetes vía sharing en Barcelona.

El alcalde ha dejado claro que el PSC sumará socios a su gobierno a corto plazo.

Hemos dicho con claridad que la voluntad es que el gobierno tenga más concejales y pero ahora estamos centrados en los presupuestos y ese es el objetivo de este trimestre. La prioridad es un gobierno de izquierdas.

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