Negocios

Montjuïc se adapta a la llegada del Barça: "Ante las adversidades, tenemos que amoldarnos"

Los negocios del entorno del Camp Nou, vacíos en día de partido: "Valoramos irnos a Montjuïc"

Ambiente en el bar terraza Salts antes de un partido del Barça en Montjuïc

Ambiente en el bar terraza Salts antes de un partido del Barça en Montjuïc / Jordi Cotrina

Gisela Macedo

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El Barça lleva poco más de un mes en Montjuïc y, mientras los negocios de alrededor del Camp Nou en obras soportan un importante descenso de la facturación por el traslado, los establecimientos de la montaña tratan de adaptarse a todo lo que supone que el equipo blaugrana juegue en el Estadi Olímpic Lluís Companys.

Por ejemplo, el restaurante El Xalet de Montjuïc cuenta a este diario las dificultades de acceso que tienen sus clientes a la hora de acceder al negocio: “Los días de partido es imposible aparcar, para los que vienen en coche es un desastre, porque los aficionados que van a ver el fútbol vienen con más antelación”, dicen. 

Además, tienen que avisar a los clientes de que, los días de partido, tienen que acceder “por la rotonda del hotel Miramar”, debido a los importantes cortes de calles que se producen en la montaña a partir de las tres horas previas.

Aún así, el restaurante no solo no ha notado una disminución de reservas, sino que además ha optado por adaptarse a la nueva demanda y, los días que juega el Barça, modificar su horario. Cuando juega por la noche abren una hora antes de lo habitual, a las siete de la tarde. “Hay gente que viene a cenar pronto, antes del partido. Ante las adversidades, tenemos que amoldarnos”, explican.

Bar Salts en las piscinas municipales de Montjuic.

Bar Salts en las piscinas municipales de Montjuïc. / JORDI COTRINA

Junto al Xalet está la terraza bar Salts. Su responsable, Saúl, también comparte que “aparcar es un ‘show’”. Por lo demás, lo llevan bien: “Cuando hay partido tenemos más trabajo, la gente quiere comer antes del partido, o venir a por una birra para llevar”, cuenta. 

“Sí que hay un cambio de ambiente, con mucha gente con camisetas de fútbol y también sube mucho ‘guiri’, que no suele venir en coche y no tiene problemas de aparcamiento”, dice el responsable. Añade también que "el cliente habitual, nacional, ya sabe que cuando hay partido es mejor no venir": "Es como cuando juega el Espanyol en Cornellà, que sabes que es mejor no ir al Splau porque estará toda la marabunta”. 

En el Miramar, el único hotel ubicado arriba de la montaña, valoran positivamente la llegada del FC Barcelona al Estadi Olímpic. Su directora de ventas, Neus Tejedor, ha explicado a EL PERIÓDICO que han notado un aumento de la clientela “en la parte del bar, antes del partido”, y con la “reserva de algunas habitaciones” por parte de huéspedes que eligen este alojamiento para ir a ver el fútbol.

El mismo cambio de ambiente se está notando en los museos de Montjuïc. En la Fundació Miró, por ejemplo, afirman que “el hecho de que la afición llegue con antelación suficiente para poder acceder al campo ha provocado que haya visitantes con camisetas blaugranas”. Así, aseguran que afrontan esta temporada futbolística como “una oportunidad para despertar la curiosidad de otros visitantes”. 

En el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), por su parte, temen que el acceso no esté totalmente garantizado cuando haya un partido importante, o cuando coincidan el FC Barcelona en el Lluís Companys y un gran concierto en el Palau Sant Jordi. De hecho, sucederá dentro de una semana: el próximo 29 de septiembre a las 21:00 comenzarán, a la vez, un Barça - Sevilla y un concierto de Joaquín Sabina. Y un mes más tarde, aún más: la gira 40 aniversario de Miguel Ríos y un Barça-Madrid compartirán Montjuïc el sábado 28 de octubre.