Iniciativa de Barcelona en Comú

Barcelona apoya arrinconar a Vox con el rechazo del PP

Vox entra por primera vez en el Ayuntamiento de Barcelona con dos concejales

Papeleta de VOX

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Toni Sust

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Barcelona en Comú ha propuesto la creación de un grupo de trabajo con el fin de “redactar el Pacto para un ayuntamiento comprometido con la democracia, los derechos y la diversidad ante la amenaza que implica la entrada de la extrema derecha en las instituciones”, lo que en resumen aboga por aislar a la partidos como Vox, que logró dos concejales en Barcelona el 28 de mayo.

Los Comuns quieren que el pacto se presente en el pleno municipal de octubre, y el asunto ha prosperado con el voto contrario del PP y de Vox, cuyo presidente, Gonzalo de Oro Pulido, ha reaccionado ante el debate abierto advirtiendo de que puede acabar provocando que “un hiperventilado” se sienta motivado a agredir a los representantes de su partido.

Más allá de tecnicismos, la iniciativa, aprobada en la Comisión municipal de Presidencia y Seguridad, persigue hacer evidente un “consenso” que dé “prioridad a los valores democráticos”, y que genere un “cordón democrático” que aísle a la extrema derecha, en referencia a Vox, y ese cordón “tiene que ser lo más amplio posible”, ha defendido Jessica González, la concejala de los Comuns que la ha defendido.

Cuando Manuel Valls no caía tan mal

La propuesta ha prosperado con el apoyo de todos los grupos menos Vox, lógicamente, y menos el PP, que ha recelado de ella por considerar que existe el riesgo de que se considere extrema derecha al discrepante sin que esté siempre fundamentado.

La concejala de ERC Elisenda Alamany ha aprovechado el debate abierto por Barcelona en Comú para recordar que Ada Colau fue investida como alcaldesa en 2019 gracias a “un señor que deportaba gitanos”, en alusión al exprimer ministro francés y exedil barcelonés Manuel Valls.

“No nos gusta la extrema derecha como no nos gusta la extrema izquierda”, ha afirmado el presidente del PP en el consistorio, Daniel Sirera, que ha recelado de que los Comuns se presenten como “un Dios que dice qué está bien y qué está mal” y ha recordado que la extrema derecha es “a veces Ciutadans, a veces el PP, a veces Vox y a veces Felipe González cuando no les ríe las gracias”.

Vox, “por alusiones”

“Por alusiones”, ha empezado De Oro Pulido, que ha tildado de “porquería” y “vergüenza” la iniciativa de los Comuns –les ha llamado “anarcocomunistas”- y la voluntad de crear “un cordón antidemocrático a nosotros y a cualquiera”. El edil ha advertido de que este tipo de propuestas pueden tener como consecuencia que un “hiperventilado” les agreda.

“El único objetivo que tienen es señalarnos y ponernos en la diana para que venga un hiperventilado y nos agreda, como suele pasar, y el día que vuelva a pasar, que si siguen así volverá a pasar, ustedes serán responsables directos”.

Pacto por la seguridad

En la misma comisión, Junts per Barcelona ha pedido un pacto de ciudad sobre seguridad ciudadana con el fin, según su iniciativa, de revertir los datos de hechos delincuenciales y disminuir la sensación de inseguridad en Barcelona.

La iniciativa ha prosperado con el apoyo de todos los grupos menos Barcelona en Comú, que se ha abstenido. El grupo de Xavier Trias ha solicitado que se inicien conversaciones entre los grupos municipales y la sociedad civil, “con miradas valientes y transformadoras”, según ha precisado el concejal Jordi Martí Galbis.

El teniente de alcalde Batlle

Se da la circunstancia que quien dirige la comisión de Presidencia y Seguridad es precisamente el teniente de alcalde del ramo, Albert Batlle, al que Martí Galbis ha recordado que Barcelona en Comú, su antiguo socio, le ha llamado “racista” por la apuesta por el ‘plan Endreça’.

La seguridad ha sido en los últimos años el principal problema de Barcelona, según los datos de las encuestas que se hacen a sus ciudadanos. Con la limpieza, el principal borrón en la hoja de servicio de Ada Colau.

Del comisionado al concejal

Tras un primer mandato sin concejal de Seguridad, con un comisionado, Amadeu Recasens, dirigiendo el área, el gobierno de Colau nombró a Batlle teniente de alcalde de Prevención y Seguridad. Los datos no han cambiado, pero lo que sí se considera un hecho es que la Guardia Urbana, y los cuerpos policiales en general, sienten que con Batlle han tenido un interlocutor favorable.

Por el PP, Daniel Sirera, presidente del grupo, ha subrayado: “Barcelona está al límite de lo que una ciudad moderna puede resistir en seguridad”. El edil de Vox Gonzalo de Oro Pulido ha mostrado a Batlle una solidaridad que probablemente se le haya atragantado un tanto: “Ya se acostumbrará a lo de racista; a mí me lo dicen cada día. Al final te entra por aquí y te sale por allí”.

El tono

“Tenemos un problema de seguridad que nunca hemos ocultado”, ha admitido Batlle. Pero ha rechazado por excesivo y exagerado el “tono” de Martí Galbis, al que ha reprochado que su grupo le llamara también racista al iniciarse el mandato anterior. “Votaremos a favor de la proposición”, ha añadido. Martí Grau ha advertido contra derivas indeseables del pacto de ciudad: “Yo solo quisiera pedir que lo hagamos con la máxima responsabilidad porque hacer demagogia con la seguridad es gasolina para la extrema derecha, que tenemos aquí sentada”.