Relevo complicado

La tienda centenaria reconvertida en masajes asiáticos en Barcelona salva su mobiliario modernista

El propietario de New Phono la ha alquilado tras muchas vicisitudes, un año cerrada sin ofertas ni ayudas para preservarla

De tienda centenaria a masajes asiáticos: nuevo desastre en el comercio emblemático de Barcelona

Barcelona trata de blindar la actividad de comercios emblemáticos

Barcelona, el gran zoco de Wallapop: sus productos más vendidos y anécdotas

Uno de los locales que integraban New Phono, y ahora se dedica a masajes asiáticos.

Uno de los locales que integraban New Phono, y ahora se dedica a masajes asiáticos. / Zowy Voeten

Patricia Castán

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La llamativa reapertura de uno de los espacios que integraron la histórica tienda de música New Phono en la calle Ample, convertida hace unos días en espacio de masajes asiáticos 'low cost', convivirá con la preservación del mobiliario modernista protegido que ostentaba el antiguo comercio emblemático de Barcelona. La transformación del establecimiento de 1906, cuya fachada se ha cubierto de fotos y anuncios de los supuestos masajes y pedicuras llega después de que los tres locales que alineaba el negocio musical llevasen un año disponibles en alquiler sin éxito, como consecuencia de la crisis comercial que ha sufrido la zona. Uno de ellos concentrará y exhibirá los muebles catalogados.

Anterior aspecto de uno de los locales de New Phono, en julio de 2022, antes de su reconversión de actividad a los masajes asiáticos.

Anterior aspecto de uno de los locales de New Phono, en julio de 2022, antes de su reconversión de actividad a los masajes asiáticos. / Jordi Cortadellas

Como avanzó el miércoles El Periódico, los tres espacios (números 35, 37 y 39) han pasado a ser de masajes, de joyería y próximamente de ropa, respectivamente, levantando la persiana tras un largo letargo. Todo el proceso ha puesto de manifiesto --como lamentaban la asociación de comerciantes del Gòtic, Barna Centre, y vecinos y operadores de la zona-- la ineficacia de las políticas municipales para preservar el patrimonio físico del comercio histórico o proteger las actividades más arraigadas.

En medio del desenlace comercial, que poco aporta cualitativamente a la oferta de la zona, el propietario de los inmuebles asegura que el mobiliario protegido ha quedado blindado en los contratos de alquiler. José Massó, última generación de una estirpe volcada en el negocio musical (de los gramófonos e instrumentos a los aparatos de grabación) mantiene la titularidad de los espacios y relata a este diario los difíciles últimos años vividos desde el ocaso de ventas. Así como su voluntad de mantener a salvo los elementos protegidos, aunque no haya podido hacerlo con la actividad.

Intentos en vano

"Cerramos en 2019 por agonía económica", recuerda. Y tuvieron entonces la suerte, como relató este diario, de dar con un relevo idóneo, Ticó Música, que en su calidad de mayorista del sector se atrevió a tratar de relanzar la actividad en la calle Ample. Pero la pandemia y la crisis de la venta tradicional en este campo (frente al auge del comercio online) forzaron a estos últimos a tirar la toalla hace poco más de un año. Mantener esa oferta musical fue imposible, y los Massó se resignaron a arrendar los espacios para otros usos comerciales. No obstante, y pese a la nueva eclosión turística del centro de Barcelona, la misión ha sido titánica.

Mobiliario preservado en uno de los locales de New Phono, catalogado por el Ayuntamiento de Barcelona.

Parte del mobiliario preservado en uno de los locales de New Phono, catalogado por el Ayuntamiento de Barcelona. /

José relata que esta calle del Gòtic sur (algo alejada de su epicentro comercial) no vive su mejor momento. Hace dos décadas pareció que se contagiaría del éxito comercial del Born, a unos pasos, pero finalmente ha evolucionado más hacia la oferta y público del Raval, con menos afluencia y arrendamientos más bajos. Y con el museo de la marihuana como máximo reclamo.

Afirma que en ninguno de sus locales (posee uno más) ha llegado a cobrar los arrendamientos contratados y que los rebajó y mantuvo por debajo del mercado tras la crisis. Como muchos afectados, esperaba que el proyecto pendiente para la antigua sede de Correos ejerciese de motor de renovación en la zona.

Volver a levantar persianas

Por fin, ha podido comercializar recientemente los espacios. Por un lado, los contratos para que se abriesen una joyería y bisutería artesal, cuya titular también venderá ropa en otro de los locales muy pronto. En estos momentos están cerrados porque su responsable se dedica a mercadillos durante el verano, pero se activarán en septiembre. Y es en esa ubicación, en el número 37, donde Massó sitúa los muebles modernistas protegidos. Cabe recordar que New Phono figura en el catálogo del Patrimonio arquitectónico, histórico-artístico y paisajístico de los Establecimientos emblemáticos de Barcelona (2016) impulsado por el ayuntamiento, dentro de la categoría E2 por su interés (elementos de fachada y algunos expositores modernistas), y se alude también a la importancia de su actividad.

El propietario ha especificado en el contrato que las dos grandes vitrinas de pared, y otras dos con patas, de 1920 y estilo modernista, forman parte del local arrendado y se deberán mantener. En cambio, más compleja es la 'preservación' de los elementos de fachada, ya que las vidrieras originales se mantienen detrás aunque se hayan cubierto eventualmente con distintivos de los nuevos negocios.

Local (izquierda) que también correspondió a New Phono donde se mantendrá el mobiliario modernista protegido.

Local (izquierda) que también correspondió a New Phono donde se mantendrá el mobiliario modernista protegido. / Zowy Voeten

En todos estos años el ayuntamiento no ha tenido ninguna iniciativa de apoyo a la preservación patrimonial ni de la actividad, más allá de una reciente carta donde se informaba a Massó de que podía "donar" el mobiliario al fondo municipal, si no lo quería, afirma el afectado.

En el caso del número 35, recién reabierto por una empresaria china que lo ha contratado para "masajes, pedicuras y estética", el propiestario asegura que había mobiliario de los años 70 no catalogado. Puede apreciarse que han cubierto su exterior de fotos e información de sus servicios, y en medio se asoma como vestigio solo el nombre de New Phono. El consistorio no ha podido aportar aún a este medio información sobre la licencia, obras y elementos de fachada introducidos, en cuanto a la ordenanza del Paisaje Urbano. La distribución se ha alterado para encajar una ducha. Y la rotulación está solo en inglés, aunque Comerç obliga a que señalización e información estén al menos en catalán. Su actividad ha levantado algunas suspicacias en el barrio.

Suscríbete para seguir leyendo