Barcelona

Las Fiestas de Gracia calientan motores con llamamientos a captar más voluntarios

La polémica sobre el ruido se adelanta: "No hacemos alboroto, sino que mantenemos viva una tradición de 200 años"

Las terrazas de Gràcia podrán abrir 3 horas extra durante la fiesta mayor 2023

Mapa de las fiestas de Gràcia 2023: esta es la decoración que lucirán las 23 calles engalanadas

CARRER PROGRES

CARRER PROGRES / ACN

ACN

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Las Festes de Gràcia calientan motores para terminar las decoraciones antes del 15 de agosto. Con las calles cerradas, las comisiones de fiestas trabajan a contrarreloj y, en algunos casos, con pocas manos, para acabar unas ornamentaciones que llevan más de un año de trabajo. Entre los participantes hay "nervios" porque diez días antes se encuentran con que faltan voluntarios.

En esta edición, habrá 23 calles decoradas, entre las cuales las centenarias Llibertat, Mozart y Verdi. Por otro lado, la habitual polémica sobre el ruido de una fiesta masificada se ha adelantado a los días previos, con vecinos que se han quejado de los trabajos de preparación. "No hacemos alboroto, sino que mantenemos viva una tradición de 200 años", defiende la asociación de vecinos de la calle Verdi del Mig.

En las tareas de preparación se palpan los contrastes entre los pasajes más conocidos y los que no reciben tanta atención. Precisamente, en lugares como en la calle Verdi aseguran que a veces "sobran manos" para hacer las decoraciones mientras que otros luchan para asegurar el relevo generacional.

Un vecino trabajando en la calle Verdi

Un vecino trabajando en la calle Verdi / ACN

"Es un placer que la gente quiera participar, pero también nos encontramos que no hay trabajo para todo el mundo o que somos demasiadas manos haciendo lo mismo, mientras que hay calles que tienen problemas de gente y nadie va", ha detallado Susanna Font, miembro de la comisión de la calle Verdi del Mig, que dedicará la decoración a la plaga de ratas de Barcelona y a la fábula del Flautista de Hamelín.

Es el caso de la calle Lluís Vives, hacen un llamamiento a los vecinos para que se animen a trabajar en la ornamentación, que se dedicará al mundo de los 'minions'. "Estamos nerviosos. Nos faltan muchas manos para acabar el guarnimiento en la calle y tenemos la esperanza de que por la noche todo el mundo pueda bajar y nos ayude a colgar cosas", ha explicado Lina López, presidenta de la Fundació Festa Major de Gràcia y participante en la calle Lluís Vives.

El núcleo que idea el decorado durante el año es a menudo menos de una decena de personas, que entre octubre y diciembre empieza a planificar la decoración. A partir de Semana Santa este grosor se incrementa según la disponibilidad, pero los trabajos de verdad no arrancan hasta el inicio del verano.

La calle de la Perla estuvo cerca de no poder renovar la licencia para ornamentar, pero el año pasado un grupo de jóvenes "que no encontraba espacio en las fiestas" cogió el relevo: "Hemos mejorado mucho con la técnica, el año pasado corrieron mucho, no sabíamos donde nos habíamos metido. Este año ya tenemos más nociones", ha explicado a la Agència Catalana de Notícies (ACN) Roger Olmo, miembro de la asociación de vecinos Perles de Gràcia, que ofrecerá un viaje por las cloacas, desde un váter hasta el barrio de la Barceloneta.

Un cartel alerta a los vecinos

Un cartel alerta a los vecinos / ACN

El proceso de participación en la fiesta es democrático y si hay calles que no impulsan un guarnido durante tres años se convoca una votación para decidir si continúa adelante o se pierde la licencia. "Es muy difícil crear una calle nueva, porque se tiene que votar por mayoría. Tal como está el barrio, cada vez más gentrificado y con gente que no es del barrio cuesta mucho tirar adelante una tradición como esta, y que los vecinos estén a favor", ha añadido Olmo.

Además del relevo generacional, la masificación de la fiesta es uno de los debates que la acompaña desde hace años. En esta edición, antes de que llegue el bullicio de los conciertos y de la gente ya ha habido debate por el ruido de la preparación de los adornos, principalmente por los vecinos recién llegados al barrio desde el estallido de la pandemia, que estaban más acostumbrados al silencio.

Varios 'guarnidors' voluntarios han explicado a la ACN que han recibido quejas de vecinos que piden que hagan menos ruido mientras trabajan. "No estamos haciendo alboroto, estamos intentando mantener viva una tradición de 200 años de historia", ha declarado Font, que destaca que "la ornamentación es la pieza clave de la fiesta". Precisamente, en esta edición se descubrirá una placa que celebra el centenario de los 'guarnits' en las calles Verdi y Mozart.

Del mismo modo, Olmo añade que siente que los vecinos "se puedan molestar, pero es una tradición bonita, es un rasgo de identidad del barrio y queremos que siga".

También en la calle Lluís Vives han constatado que a los nuevos vecinos "les cuesta mucho entender el movimiento social que hay en las calles". Con todo, la presidenta de la Fundació Festa Major de Gràcia defiende los valores que supone una tradición como la de los ornamentos. "Estamos haciendo cohesión social, estamos haciendo fiesta en la calle, con lo cual es imposible compaginar. Entendemos que todo el mundo necesita descanso, pero es una realidad que Gràcia es un barrio de mucho movimiento", ha afirmado Gómez.

Doce comisiones de fiestas reciclarán el 100% de los ornamentos, cuando acaben las fiestas

Doce comisiones de fiestas reciclarán el 100% de los ornamentos, cuando acaben las fiestas / ACN

Del mismo modo que el ruido y la llegada masiva de turistas expulsa a muchos vecinos durante los días de la fiesta, para otras personas el acontecimiento es un reclamo. Es el caso de Maria Cecilia Moura, que viene de Brasil a ver a su familia y aprovecha año tras año para participar en las decoraciones de la calle Lluís Vives. "Me apasiona esta tradición y también la de Sant Medir o Sant Jordi", ha dicho.

Otra de las novedades de este año es que la Fundació Festa Major de Gràcia apuesta por reducir el impacto de la celebración en el medio ambiente con vasos reutilizables, camisetas orgánicas y sin envoltorio y aumento de 5 a 12 comisiones que reciclarán el 100% de la ornamentación una vez acabada la fiesta, el 21 de agosto.