La confirmación de la investidura acelera la negociación por la alcaldía de Barcelona

Trias en solitario

Dicen los partidos que hasta ahora ha habido más conversaciones que negociaciones. Que no se han concretado ofertas. Si al final no hay espacio para un acuerdo antes del sábado, los números y la lógica indican que Xavier Trias será investido como candidato más votado en las elecciones municipales, solo con los 11 votos de su grupo. Hasta ahora, Trias ha explicado que ve más cerca una entente con el grupo de ERC, y que ha constatado que el PSC de Jaume Collboni se muestra más distante.

Pacto con ERC

Trias y ERC, viejos conocidos de la política catalana y barcelonesa, formarían un gobierno de 16 concejales. Quedarían, pues, a cinco de la mayoría absoluta, fijada en 21. Pero subir de 11 a 16 permitiría a Trias ganar oxígeno en la gestión: si empieza solo, los otros 10 ediles de Junts tendrán que dirigir un distrito cada uno además de las áreas de gestión que les corresponda, como le sucedió a Ada Colau al iniciar su primer mandato y durante dos años y medio de ese periodo. Si pacta con Trias, ERC estaría en el gobierno y eso supone tener recursos y empleos y, en función de la negociación, poder aplicar parte de su programa electoral. La duda es qué papel tendría Maragall en ese gobierno.

Pacto de izquierdas

Barcelona en Comú todavía ha defendido este miércoles la posibilidad de una alianza con el PSC y ERC, que suman 24 concejales, lo que les permitiría gobernar con comodidad. Pero esa cifra es lo único positivo y claro que se ve por ahora de un pacto que siendo difícil se convirtió en muy complicado a la vista del avance de las elecciones generales. Colau propuso este martes compartir la alcaldía: un año para Maragall, uno y medio para ella y el último año y medio del mandato para Collboni. El PSC lo descartó y ERC consideró que no es una propuesta seria. Jordi Martí lamentó este miércoles que los tres partidos no hayan podido ni reunirse y pidió una reunión. Los republicanos decían la noche del miércoles no haber recibido convocatoria.

La fórmula Sirera

La posibilidad de que Collboni sea alcalde con el voto del PP de Daniel Sirera requiere dos cosas que parece que no pueden producirse a la vez: que los Comuns no tengan papel alguno en ese gobierno hipotético del PSC y que, pese a ello, voten al candidato socialista. Barcelona en Comú ha subrayado este miércoles que no participará en una “triangulación” con los populares que haga alcalde a Collboni. También han advertido de que Colau no se retirará para facilitar ese pacto. La alcaldesa en funciones ha asegurado que cogerá el acta de concejala, y que más adelante decidirá si abandona el plenario.

La sociovergencia

Se diría que no es un pacto nada descabellado. Si Junts y el PSC pactaran el gobierno de Barcelona, sus 11 y 10 concejales, respectivamente, les darían la mayoría absoluta. Además, sus posiciones sobre la ciudad no están alejadas y ambos partidos han convivido con una gran sintonía en la Diputación de Barcelona los últimos cuatro años. Sin embargo, se diría por el ambiente reinante que no es una alianza que esté ganando enteros estos días. Quizá, si no cuajase la entente de Trias con ERC, podría abordarse tras las generales.