Elecciones municipales

Vox renuncia a la vía judicial: el alcalde de Barcelona será investido el próximo sábado

Vox vuelve a recurrir el resultado de las municipales en Barcelona

¿Cuándo habrá nuevo alcalde de Barcelona?: las dos fechas posibles del pleno de investidura

Los Comuns descartan participar en una “triangulación con el PP” que haga alcalde a Collboni

La Junta Electoral Central desestima el segundo recurso de Vox y no revisará el voto nulo

Debate candidatos a la alcaldía de Barcelona en TV3

Debate candidatos a la alcaldía de Barcelona en TV3 / Blanca Blay / ACN

Toni Sust

Toni Sust

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Punto y final a la incertidumbre. La investidura del próximo alcalde de Barcelona tendrá lugar el próximo sábado, 17 de junio, a las cinco de la tarde, como estaba previsto originalmente. La fecha hubiera cambiado al 7 de julio si Vox hubiese decidido agotar todas las vías para reclamar un recuento del voto nulo, pero no lo hará. El partido ha decidido renunciar a pedirlo por la vía judicial una vez que este miércoles se ha conocido la decisión de laJunta Electoral Central (JEC) de desestimar su reclamación. La noticia deja ahora solo tres días a los partidos para cerrar las negociaciones abiertas para formar un gobierno antes de la investidura.

Vox, que cree que se incluyeron entre las anuladas papeletas válidas de su candidatura, dará finalmente por definitivos los resultados de las elecciones municipales tras haber presentado dos recursos ante la Junta Electoral de Zona (JEZ) y la JEC, sucesivamente. Ambas instancias han descartado una revisión general del voto nulo y han subrayado que solo cabe comprobar el que fue impugnado durante la votación.

El partido ultraderechista recurrió el recuento de los resultados de las municipales, que tuvo lugar el 2 de junio, cinco días después de las elecciones, porque en esa operación la Junta de Zona solo aceptó revisar el voto nulo impugnado, y no el total registrado: 6.400 papeletas. Es más de cuatro veces el voto nulo de 2019, que sumó 1.540 sufragios. El incremento estimuló la sospecha.

Dos papeletas

Vox presentó dos papeletas a las municipales, una con un recuadro en el logotipo, que se utilizó para el voto por correo, y otra sin recuadro, que se dispuso en los colegios electorales para la votación presencial. La JEZ había validado ambos modelos, pero en algunas mesas fueron anuladas varias de las que no llevaban recuadro. Vox argumenta que al no tener un número considerable de apoderados no estaba en condiciones de impugnar estos casos. Y por eso pedía una revisión completa.

La JEZ desestimó el primer recurso, el interpuesto tras el recuento del 2 de junio, y Vox presentó entonces un segundo recurso, esta vez ante la JEC, que también ha rechazado su petición. Le quedaba otro paso: optar por la vía judicial, presentar un contencioso-administrativo. También Barcelona en Comú recurrió para que se analizara el voto nulo y, en su caso, dos mesas determinadas. Los Comuns, que también vieron su instancia desestimada por la JEZ, no llegaron a presentar un segundo recurso.

Se dan por satisfechos

Pero el partido está convencido de que ha llegado lo suficientemente lejos en su reclamación como para que el criterio de revisión del voto nulo sea tenido en cuenta en el futuro. Por eso, renuncia a presentar el contencioso-administrativo que hubiera retrasado la investidura. Por eso y, añaden fuentes de la organización, porque consideran que retrasar la investidura por retrasarla, cuando no esperan un resultado distinto si acuden a la vía judicial, no tendría sentido.

El que será el grupo con menos concejales del Ayuntamiento de Barcelona en el próximo mandato, con dos representantes, renuncia así a marcar el periodo de inicio, lo que sin duda hubiera hecho al forzar el retraso: si la investidura se hubiera celebrado el 7 de julio, hubiera coincidido con el primer día de la campaña electoral de las generales. La verdad es que la mayoría del resto de grupos del consistorio daba por hecho que Vox forzaría el retraso, por lo que les pilla con el pie algo cambiado el desenlace.

Las opciones

La decisión de Vox clarifica el calendario, ya que de contar con tres semanas más las negociaciones se hubieran ralentizado. A estas alturas, las posibilidades de desenlace están bastante claras. Una es que Xavier Trias, alcaldable de Junts, sea investido como alcalde por ser el candidato más votado sin que haya otro que sume los 21 concejales que otorgan la mayoría absoluta en el consistorio barcelonés. Que empiece en solitario, en cuyo caso podría concretar un pacto después de las generales.

Otra, que Trias incluya a ERC en su gobierno, lo que supondría una suma de 16 concejales, que no dan esa mayoría pero sí más agilidad para gobernar que con solo 11. La tercera opción es la sociovergencia: Junts y el PSC suman 21 concejales.

Compartir la alcaldía

Una cuarta opción es una alianza de izquierdas: que el PSC, Barcelona en Comú y ERC pacten y elijan a uno de sus líderes como alcalde: suman 24 ediles y por eso podrían hacerlo. Colau ofreció este martes a socialistas y republicanos compartir la alcaldía. Los primeros lo rechazaron con rotundidad y los segundos consideraron que la oferta no es seria porque no se ha presentado formalmente. Jordi Martí ha asegurado este miércoles que no cejarán en el empeño y ha lamentado que no haya podido producirse un encuentro entre los tres partidos. Ha dicho que los Comuns intentarán esa alianza hasta el último momento.

Otra posibilidad es que el jefe de filas del PP en el próximo mandato, Daniel Sirera, vote a Collboni como alcalde, y que el socialista logre otros siete votos para alcanzar los 21. Siete votos que por lógica deberían salir de los Comuns –que han descartado una operación en la que también participen los populares-, con el detalle de que Sirera pone como condición para apoyar al PSC que Barcelona en Comú no esté en ese hipotético gobierno socialista.  

Suscríbete para seguir leyendo