El caso de la doble papeleta que Vox esgrime para pugnar por el tercer concejal en BCN

Vox presentó dos papeletas a las municipales en la capital catalana. En unas, el logo del partido está rodeado por un cuadro. En otras, no. En las municipales ha habido 6.402 votos nulos, cuatro veces más que en 2109, cuando fueron 1.540. La diferencia ha incrementado las dudas sobre si muchos son votos hechos, legalmente o no, a Vox.

El recuadro

Cuando Vox acudió a la Junta Electoral a solicitar la papeleta, le informaron de que el Ayuntamiento de Barcelona se la enviaría. El consistorio solicitó el logo para elaborarla, y Vox se lo envió con y sin recuadro. El Ayuntamiento envió al partido una papeleta con el logo sin recuadro. Vox hizo imprimir papeletas con y sin recuadro, y consultó a la Junta Electoral cuál es la válida. “Nos dijeron que las dos”, explica un apoderado.

Para el voto por correo, Vox usó las papeletas con recuadro. Para colocarlas en los colegios, sin recuadro. En algunas mesas, se aceptaron como válidos tanto uno como el otro formato. En otras, nadie apreció la diferencia. En algunas, apoderados de otros partidos alertaron del matiz y se dieron por nulos los que llevaban recuadro: en un colegio de Sant Martí, explica un apoderado, pasó en varias mesas: en una se anularon 11 de 32 votos a Vox; en otra, 15 de 34, y en otra, 10 de 19.

Si estas cifras se dieron en muchos colegios, la variación de voto podría ser significativa, y llegar a esos 1.500 votos largos que el partido ultraderechista necesita para lograr el tercer concejal.

Jarra de agua fría

A poco de iniciarse la revisión de las actas que elaboran las mesas, de los listados con los resultados que mandan los funcionarios desde los colegios electorales y del voto nulo, que es lo que se mira en los recuentos, el presidente de la Junta Electoral de Zona, el juez Joan Marsal, ha formulado una advertencia a los funcionarios y representantes de partidos: solo se revisará el voto nulo que fue impugnado por los interventores o apoderados de los partidos durante la jornada electoral.

Por lógica, eso reduce significativamente las opciones de que Vox sume votos, porque, cuenta el mismo apoderado citado anteriormente, no contaban con los suficientes representantes para estar en todos los colegios, lo que físicamente impidió las impugnaciones que la Junta exige ahora para que pueda haber revisión.

Comunes y socialistas

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Pasadas las 12.00, los apoderados de Vox -un grupo muy reducido en comparación con los ejércitos enviados por el PSC y Barcelona en Comú al recuento- no habían detectado muchos casos similares a los del colegio electoral de Sant Martí. Si eso sucediera, podrían tomar la decisión de presentar un recurso ante la Junta Electoral de Zona para que se revise el voto nulo.

Entretanto, Comuns y socialistas, enfrascados en la revisión a la vista de que solo 141 votos les separan en la pugna por un edil, que sería el decimo de Barcelona en Comú si lo lograra, lo que dejaría al PSC en 9, se miran de reojo. Entre los socialistas existe la duda, y en algún caso la sospecha, de que los Comuns están por la labor de ayudar a Vox a acercarse al tercer concejal, lo que dejaría a las listas de Ada Colau y Jaume Collboni empatadas a nueve concejales. Algo que los Comuns rechazan con la misma discreción con la que sus rivales apuntan.