Ada Colau pide el voto de izquierda, incluido el socialista, para frenar el pacto Trias-Collboni

Ada Colau ha cerrado este viernes en el parque de Sant Martí, en el distrito del mismo nombre, su tercera campaña electoral de las municipales. Con un escenario ajustadísimo en las encuestas, la alcaldesa y candidata de Barcelona en Comú necesita ganar para reeditar el cargo. Y aunque eso suene a evidente, no lo es tanto.

Porque necesita ganar y necesita hacerlo de una forma holgada, que o bien evite aritméticamente que el PSC y Junts sumen 21 concejales, o bien disuada a sus rivales de cerrar una alianza que la impida gobernar aunque gane. Es decir, que no le pase como hace cuatro años a Ernest Maragall. Aquel desenlace inesperado, Manuel Valls mediante, que le dio a ella la alcaldía, podría dejarla sin el cargo esta vez, con actores distintos.

“El pacto del retroceso”

Por eso, Colau ha reclamado en el cierre de la campaña que el voto “trabajador”, “de los barrios”, “progresista”, incluido el de los que otras veces han apoyado al PSC, sea para ella, para que pueda así frenar “el pacto del retroceso”, como define una potencial alianza entre socialistas y posconvergentes.

“La gente nos pide que seamos honestos, y nosotros hemos sido los más claros en esta campaña. Somos optimistas y creemos que podemos ganar, pero somos honestos y explicamos que nadie podrá gobernar solo”, ha proclamado. Es algo que los Comuns han explicado a menudo estos días, cuando ha recalcadlo que una victoria de Barcelona en Comú es la garantía de una alianza de izquierdas como la que ha regido este mandato el consistorio: Barcelona en Comú y el PSC como socios de gobierno y ERC como apoyo externo habitual.

Yolanda Díaz y Ione Belarra

Y después ha alertado de que “el único otro pacto posible” después de las municipales es el que pueden cerrar el alcaldable de Junts, Xavier Trias, y el del PSC, Jaume Collboni: “El pacto del retroceso que se ha estado cocinando esta campaña”.

Colau ha cerrado la campaña ante cerca de 2.000 personas, acompañada por los integrantes de su lista, por la jefa de filas de En Comú Podem en el Parlament, Jéssica Albiach, por el diputado en el Congreso y exconcejal Jaume Asens, por el ministro y exteniente de alcalde Joan Subirats y, sobre todo, por la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que ha acudido por tercera vez a Barcelona para darle su apoyo a Colau.

La líder de Sumar, quizá sin maldad alguna, ha subrayado que ha venido a la capital catalana pese a estar algo pachucha porque no se lo podía perder. Lo de la maldad viene a cuenta porque Díaz ha dicho que había venido en persona pese a estar “enferma y afónica” justo después de que la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, diera su respaldo a Colau en un vídeo grabado. La vicepresidenta ha pedido, como Colau, una concentración del voto progresista en Barcelona en Comú: “Decidle a los socialistas de corazón: ‘Si tenéis duda, votad a Ada Colau’”.