Crisis comercial en Ciutat Vella

De farmacia centenaria a artículos cannábicos: el monocultivo turístico engulle a La Estrella del Gòtic

El establecimiento de la calle de Ferran 1840 resucita tras dos años de cierre víctima de la oferta clónica que devora el centro de Barcelona y que denuncia su asociación de comerciantes

La Estrella de la calle de Ferran, reabierta esta semana como tienda cannábica.

La Estrella de la calle de Ferran, reabierta esta semana como tienda cannábica.

Patricia Castán

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Casi dos años le ha costado a la antigua farmacia de La Estrella, en el número 7 de la calle de Ferran, en pleno Gòtic, encontrar a quien la quisiera. Como tantos comercios históricos o clasificados como emblemáticos, su patrimonio, su nivel de protección o sus particularidades chocan con las necesidades de la mayoría de negocios modernos. Tampoco ayudan los precios de la zona, así que las apuestas de los que vaticinaban que acabaría engordando la oferta turística de Ciutat Vella se han impuesto finalmente. Desde esta semana la centenaria farmacia ha resucitado como tienda de artículos cannábicos: desde productos legales fabricados con esa base, hasta mecheros y calcetines de recuerdo. Una oferta que se suma al monocultivo turístico en la zona y que tiene por única nota positiva la conservación más o menos acertada de sus elementos protegidos: del rótulo a parte del mobiliario.

Interior de la antigua farmacia La Estrella de la calle de Ferran, reabierta esta semana como tienda cannábica.

Interior de la antigua farmacia La Estrella de la calle de Ferran, reabierta esta semana como tienda cannábica. / EP

La farmacia bajó la persiana en mayo de 2021, como informó este diario, cuando los titulares de la actividad trasladaron el negocio a otro establecimiento en el barrio después de no alcanzar un acuerdo de continuidad con el dueño respecto al alquiler. Pese a que la ubicación hubiera sido muy cotizada años atrás, en aquellos momentos la calle de Ferran era una de las más devastadas por la pandemia, con decenas de tiendas cerradas a falta de turismo. Si la recuperación de la actividad comercial ha sido difícil en la zona, más dura ha sido aún en casos como este, donde los condicionantes de la preservación complican la instalación de la mayoría de negocios.

Finalmente ha abierto como Kumar farmacia La Estrella, en alusión al rótulo que debe mantener. Al timón de la nueva etapa está un empresario de la India, que también regenta otro establecimiento cannábico en el 29 de la misma calle. Defiende los usos terapéuticos de los productos en el tratamiento contra el cáncer, aunque no oculta que el emplazamiento y los precios de los alquileres hacen que tenga un evidente enfoque para atraer al visitante foráneo. Está pendiente de saber si puede agregar algún elemento en fachada que indique la nueva actividad.

Alarma comercial

Desde Barna Centre, la asociación que aglutina a las principales calles comerciales del Gòtic, señalan a EL PERIÓDICO que aunque se conserven el valor patrimonial o la decoración del local anterior, "la continua pérdida de servicios, singularidad y diversidad comercial es un problema grave para el resto de negocios tradicionales que continúan, porque su público ya no va a venir a comprarles, y también lo es para los vecinos residentes que pierden un servicio". Preocupados por la deriva cualitativa desde la pandemia, añaden que "también es un problema de ciudad, una ciudad que ya no se reconoce en su centro histórico".

Un portavoz explica que "la restricción de licencias y los altos alquileres están generando una expulsión continuada del comercio conectado a la cultura local y que daba servicio al barrio y a la ciudad". Consideran que "debería hacer saltar alarmas y tomar medidas a la Administración antes de que la situación sea irreversible".

Pasado y valor

Cabe recordar que el negocio de boticario databa de 1840, aunque sufrió profundas reformas a principios del siglo XX, por lo que sus elementos de interés pertenecen sobre todo a esa época. El Ayuntamiento de Barcelona lo incluyó en su primera lista de comercios emblemáticos, aunque hace un lustro esa clasificación se revisó y el fue apeado de la lista.

El edificio (con sus dos tiendas) sí forma parte del catálogo de patrimonio arquitectónico de Barcelona, con un nivel de protección de "bienes con elementos de interés (C)" que comporta el mantenimiento de la volumetría de la finca, la reparación si es preciso de su fisonomía original, la restauración de fachadas y eliminación de piezas no originales, el cromatismo en sus rehabilitaciones acorde al plan de color municipal y, entre otros, el "mantenimiento de los paramentos interiores y exteriores originales, y del espacio de las dos tiendas de la planta baja", según recoge su ficha urbanística.

Reapertura de La Estrella como tienda cannábica

Reapertura de La Estrella como tienda cannábica / EP

El fotógrafo Esteve Vilarrúbies recordó que la farmacia formó parte del libro 'Guapos per sempre', que ya retrataba los espacios dignos de conservar en formol en la ciudad, y a los que se agasajó con placas en las aceras hace casi 15 años.

Por su parte, Alberto Mejías, uno de los primeros impulsores de la preservación y clasificación de estos establecimientos y sus oficios, ha seguido de cerca los avatares del local comercial y observa el desenlace con ánimo agridulce. Pone en valor que haya recuperado algún tipo de actividad, en tanto que el abandono estaba causando degradación en los elementos de fachada y su puerta era utilizada como urinario, además de la invasión de carteles y basura en su exterior. Rememora que fue el negocio más antiguo de la calle de Ferran y uno de los pioneros de los tratamientos homeopáticos en la ciudad.

Reapertura de La Estrella como tienda cannábica.

Reapertura de La Estrella como tienda cannábica. /

Aprecia que se hayan pulido y conservado algunos elementos estéticos (en techos, suelos y muebles). En su caso la preservación se limitaba a elementos como puedan ser algunas piezas propias de botica del siglo XIX, sus centenarias estanterías, un pedazo de mosaico hidráulico a la entrada, una pieza de cerámica considerada el elemento más valioso y su fachada. En la práctica, su mostrador ha sido partido en dos partes, con algunas modificaciones en su remate.

El ayuntamiento anunció que tutelaría su preservación, tras el cierre de la farmacia en 2021.

El local suma una biografía compleja tras cuatro estirpes farmacéuticas. En los años 90 fue noticia por un presunto caso de 'mobbing' inmobiliario, cuando se vendió la finca y se le quiso dar uso turístico a toda ella. Sufrió un incendio y varios contratiempos. En la última etapa ya protagonizó cierta polémica por algunas reformas introducidas en 2010 para permitir modernizar un poco su actividad.

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