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Montjuïc ganará una puerta trasera reversible gracias a los partidos del Barça

Una "zona cero" y control de matrículas protegerán al Barça en Montjuïc

Barcelona prevé 17 lanzaderas para llegar a los partidos del Barça en Montjuïc

La calle Foc será uno de los principales accesos al estadio olímpico Lluís Companys durante el exilio culé

Cruce de la calle Foc con el paseo de Zona Franca, bajo Montjuïc

Cruce de la calle Foc con el paseo de Zona Franca, bajo Montjuïc / Georgina Roig

Meritxell M. Pauné

Meritxell M. Pauné

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El exilio del Barça en el estadio Lluís Companys mientras reforma su campo dejará huella en la movilidad de Montjuïc. Como ha avanzado El Periódico, las lanzaderas y el acceso muy restringido a la Anella Olímpica son dos de los principales debates de las reuniones operativas que ya mantienen Ayuntamiento de Barcelona y FC Barcelona, coordinadas por la Guardia Urbana. Una de las soluciones sobre la mesa es potenciar una puerta ‘trasera’, haciendo reversible la calle Foc.

La afluencia de unos 55.000 espectadores por partido, según el cálculo base, más trabajadores y jugadores, obliga a cambiar una inercia muy barcelonesa: subir a Montjuïc desde plaza Espanya. Esta es hoy, a efectos prácticos, la entrada principal de la montaña por su monumentalidad y acceso peatonal. En cambio, el paseo de la Zona Franca y el Paral·lel son utilizados mayormente por vecinos de la Marina y el Poble Sec respectivamente y por los socios de los equipamientos de la montaña, que ya se conocen todos los atajos de Montjuïc.

El estadio de Montjuïc acogerá partidos del Barça a partir de septiembre de 2023

El estadio de Montjuïc acogerá partidos del Barça a partir de septiembre de 2023 / Georgina Roig

Este otoño muchos culés poco o nada familiarizados con Montjuïc se verán encaminados hacia la discreta calle Foc, una vía que sube al estadio –1,5 km ondulados pero sin fuertes curvas– desde el paseo de la Zona Franca y que continúa –750m en línea recta– hasta el recinto de la Fira en l’Hospitalet de Llobregat. Destaca como un acceso fundamental en el plan de movilidad que ha elaborado la consultora Doymo para el consistorio y que sirve de base para las reuniones con el club. Para optimizar esta vía de entrada y salida, el Ayuntamiento tiene decidido hacer la calle reversible.

La calle Foc tiene cuatro carriles de circulación en la mayor parte de su recorrido, dos en cada sentido. No obstante, en el tramo bajo de Montjuïc, entre el paseo de Zona Franca y la calle Mare de Déu del Port, se estrecha y pierde un carril de subida. Así, resulta hoy por hoy más efectiva para llegar a Montjuïc que para regresar.

El consistorio quiere echar mano de señales fijas de reversibilidad para priorizar el sentido ascendente antes de los partidos y el descendente una vez finalizado el encuentro. “Instalaremos semáforos con señalización variable para el tránsito y habrá agentes de Guardia Urbana allí también”, concreta Manuel Valdés, gerente de Movilidad e Infraestructuras del Ayuntamiento de Barcelona.

“Será como un báculo de semáforo, que se encenderá solo cuando se necesite”, detalla. Sitúa como precedente las señales que marcan el sentido del carril central de la Diagonal a la altura de Maria Cristina, pero “menos ostentoso, sin el pórtico” que cruza la calzada. Cuando el Barça regrese a les Corts, añade, esta infraestructura ligera permanecerá en Foc: “Quedará como legado y servirá para otros eventos delicados”.

Adaptar el paseo Zona Franca

La reversibilidad de Foc afectará al paseo de la Zona Franca. En primer lugar, se habilitará el giro a la izquierda en el cruce del paseo con Foc para que los vehículos que lleguen desde la Gran Via puedan subir antes a Montjuïc. Por otro lado, los carriles bus del paseo pasarán a tener horario para facilitar la fluidez de la circulación.

“Esta intersección se gestionará de la forma más eficiente posible porque es crítica para subir al estadio”, reconoce el gerente. Anticipa además la necesidad de “una presencia policial considerable” para aplicar una “gestión dinámica”, es decir, decidir in situ los momentos más apropiados para permitir y volver a impedir el giro. Un esfuerzo importante y un cambio de mentalidad, sin duda, pero una oportunidad para consolidar una puerta trasera interesante para la movilidad de Montjuïc.

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