Movilidad

El sector del patinete eléctrico denuncia "una caza de brujas" tras su expulsión del transporte público

Los riesgos de las baterías y cómo evitarlos

Los usuarios aseguran que los VMP son seguros y que los incidentes "aislados" tienen como origen una "irresponsable manipulación" del producto. Aceptarían, como mucho, que se prohíba cargar dentro del bus o el metro

La ATM aprueba la prohibición de subir con patinetes eléctricos al transporte público.

La ATM aprueba la prohibición de subir con patinetes eléctricos al transporte público. / Ferran Nadeu

Carlos Márquez Daniel

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Si usted es usuario de patinete eléctrico y estos días entra en un vagón de metro, es posible que note el peso de más de una mirada en el cogote. Lleva la mascarilla puesta, incluso por encima de la nariz, así que no será eso. El caso es que dentro de tres semanas, los vehículos de movilidad personal (VMP) iniciarán un periodo de medio año de expulsión del transporte público después de que uno de estos artilugios se incendiara en un tren de Ferrocarrils el pasado noviembre. Según la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), con esta decisión, que se aplicará en toda Catalunya, "prevalece el principio de seguridad preventiva". Según los representantes del sector, esto no es más que una "caza de brujas" en la que pagan justos por pecadores.

Una usuaria de patinete eléctrico, sin el casco puesto, por una calle de Barcelona

Una usuaria de patinete eléctrico circula por una calle de Barcelona / Zowy Voeten

Durante estos seis meses, la Administración tratará de establecer una propuesta de regulación sobre el acceso al transporte colectivo de los VMP. "Sin vocación de veto", se dijo a mediados de diciembre, cuando se anunció la medida pero sin concretar las fechas. Se aseveró entonces que se convocaría a todos los agentes implicados; bomberos, operadores y cuerpos de seguridad, pero también entidades y gente del gremio del patinete. Roger de la Primavera es portavoz de la Asociación de Usuarios para la Movilidad Personal (AUMP) y asegura que nadie se ha puesto en contacto con ellos. "Claro que nos sorprende, tanto la decisión que han tomado como que no hayan contado con nosotros", avanza.

El mismo producto

No se espera que en estos seis meses haya un cambio significativo del producto. Ni que los trenes o los autobuses vayan a cambiar su morfología para dar una cobertura más aislada y segura a los VMP. Lo más probable, aseguran los implicados, es que se opte por prohibir la recarga de patinetes en el transporte público, ya sean estaciones, vagones o autobuses y que tampoco sean bienvenidos todos aquellos que se dediquen a trucar su vehículo, algo, por otra parte, muy difícil de identificar pero que podría combatirse con cuantiosas sanciones en caso de incidente. Nada de todo esto está decidido, y las fechas, con unas elecciones municipales a la vista, tampoco ayudan.

Este diario, de la mano de Guillem Sánchez, ya les ha contado cuáles son los peligros y les ha aportado la estadística de incidentes, esos 24 patinetes incendiados en 2022 en Catalunya por la combustión de la batería de litio que, por cierto, también usan algunas bicis eléctricas y sillas de ruedas. Coincide con el diagnóstico Kilian, mecánico de patinetes desde hace cinco años en las tiendas Solo Rueda de Barcelona. "Todo se reduce al mantenimiento, al cuidado y al uso que hagas, nada más; si hay un incendio, la culpa no es del patinete, sino del propietario". Años atrás, los jóvenes trucaban la moto para que corriera más, pero era un tema de motor. Ahora es distinto, porque se está pidiendo un rendimiento extra a una batería extremadamente delicada.

Hay que revisar

Como cualquier otro vehículo, el patinete debe seguir un protocolo de revisiones. Lo ideal es pasar por el taller cada mil kilómetros, pero si hay un accidente, hay que visitar al mecánico de inmediato para comprobar que la batería, y otros componentes, no se hayan dañado. Kilian se queja de la distribución. Barre para casa, cierto, pero su argumento tiene sentido: "No puede ser que vayas a unos grandes almacenes y que compres un patinete como quien compra un plátano en una frutería, sin que te digan nada del mantenimiento o te informen de las cosas que puedes y no puedes hacer".

Usuarios de patinetes eléctricos por las calles de Barcelona

Usuarios de patinetes eléctricos por las calles de Barcelona / Zowy Voeten

Puede echar una mano la resolución de la DGT sobre las características de los VMP aprobada en enero de 2022. La normativa obliga, una vez pasados dos años (enero de 2024) a que todos los patinetes eléctricos lleven un certificado para garantizar unos mínimos requisitos de seguridad. No es descartable que la ATM alargue el veto medio año más y que haga coincidir la vuelta de los patinetes al transporte público con la obligación de blandir algo parecido a una ITV.

Mal uso individual

Pero al margen de cómo se produzca la venta, de si el trato es más o menos profesional, Roger destaca el hecho de que se trata de un producto "que desde 2020 se fabrica bajo la normativa europea". "Y a pesar de ello -prosigue- aquí se siembran dudas sobre su seguridad, cuando lo que debe ponerse sobre la mesa es el mal uso de determinadas personas, que son una minoría". Tanto Roger como Kilian caen en la misma comparativa: ¿Qué pasa cuando se quema un autobús o un taxi híbrido? ¿Verdad que no los prohíben? Son paralelismos arriesgados, como lo es recordar que mueren peatones atropellados y nadie se plantea encerrar los coches y las motos.

Incendio de un patinete eléctrico en el interior de un vagón de Ferrocarrils, a mediados de noviembre

Incendio de un patinete eléctrico en el interior de un vagón de Ferrocarrils, a mediados de noviembre. /

Pero al margen de las responsabilidades, están los daños colaterales. Y ahí entra una interesante reflexión sobre el perfil de usuario de VMP. Ahí es donde la asociación Promoción del Transporte Público (PTP) arroja algo de luz. Esta entidad recuerda que gran parte de la movilidad generada por esta intermodalidad "es ocupacional o por estudios", como alternativa a la oferta insuficiente de metro, bus o tranvía en algunas zonas.

Esta prohibición, consideran, afecta sobre todo a los desplazamientos de "personas con renta baja y movilidad ocupacional, por lo que dificultará enormemente los movimientos cotidianos de este sector de la población". Con todo, concluye la PTP, "se volverá a enviar a usuarios vehículo privado, se esconde el problema antes de construir un marco legal, con la posibilidad de que el veto se alargue, y se abre la puerta a que la medida termine afectando también a las bicicletas eléctricas".

Perfil cambiante

Sobre el perfil del usuario de VMP, Roger coincide en que el patinete, que empezó siendo un ingenio moderno que en el 'boom' de 2018 muchos vinculaban a los 'yuppies', se ha convertido, además, en el vehículo de muchas personas humildes que ahora tienen una alternativa eficiente para ir de casa al trabajo. "El transporte público en la ciudad es espectacular, pero si vienes de fuera, y sucede muy a menudo, el patinete es perfecto para realizar la última milla", sostiene. Por todo ello, el portavoz de la AUMP está seguro que en este medio año de ostracismo se notará un descenso de las validaciones y un incremento del tráfico. "Es una pena, pero junto a Alemania, estamos a la cola de Europa en cuanto a derechos y promoción de los VMP; esto es un auténtica caza de brujas".

Oscar Seijo

Un usuario de VMP, en el transporte público, el pasado diciembre / Ferran Nadeu

Francesc Llevat, propietario de las tiendas Solo Ruedas, no termina de entender qué es lo que busca el ATM con esta medida. Sospecha, como la PTP, que en el futuro pueda pasar lo mismo con las bicis eléctricas que llevan idéntica batería, y asegura que los incidentes son casos "muy aislados vinculados a personas que no cuidan el producto o que lo manipulan". Apuesta, como mucho, por prohibir la carga dentro de los trenes y de los buses y recuerda que, globalmente, el patinete, por lo que supone de reducción de contaminación, "termina salvando muchas vidas en la ciudad".