Concurso público

El Govern se abre a estudiar que las bicis puedan usar la galería de servicios del túnel de Vallvidrera

Territori licita los trabajos previos para analizar si el tubo auxiliar puede convertirse en un itinerario ciclista entre Barcelona y Sant Cugat, lo que reduciría mucho el tiempo de viaje que ahora se hace por montaña y con cierto peligro

Protesta de ciclistas  que piden carril  bicis en el túnel de Vallvidrera y de la Rovira

Carlos Márquez Daniel

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De momento es un paso pequeño, pero en cualquier caso, se ha pasado del 'no' indiscutible a 'dejad que lo miremos y ya os diremos algo'. El Govern, a través de Infraestructures.cat, acaba de licitar un contrato de servicios para la asistencia técnica que permita la redacción del estudio previo de viabilidad del uso de la galería de evacuación del túnel de Vallvidrera como vía ciclista. Un nombre técnico muy largo, cosas de la Administración, pero un primer espaldarazo a la familia ciclista, que lleva tiempo reclamando el acondicionamiento de este corredor para poder conectar más y mejor Barcelona y Sant Cugat en bici. De esta manera, un recorrido que requiere de 45 minutos de pedaleo por la BV-1462, lo que incluye subir a la plaza de Vallvidrera, pasaría a completarse en menos de un cuarto de hora, y en llano.

Marcha ciclista, en el interior del túnel de Vallvidrera, el pasado 22 de abril

Marcha ciclista, en el interior del túnel de Vallvidrera, el pasado 22 de abril / Manu Mitru

El presupuesto del concurso público es de 73.725,30 euros y las ofertas pueden presentarse hasta el 23 de enero. El proceso se inició el 22 de noviembre, después de que el Departament de Territori encargó a Infraestructures.cat el estudio previo de viabilidad de la propuesta y la maquinaria pública se puso en marcha. A su ritmo, claro. Si se cumplen los plazos, y puesto que la duración del contrato es de siete meses, a finales de 2023 ya podría estar terminado un primer boceto con conclusiones. Luego vendría el estudio propiamente dicho y, en caso favorable, la redacción del proyecto y el concurso para ejecutar la obra. Sumen, en una predicción poco científica, un par de años más. Como mínimo.

Años de debate

La plataforma BikeVidrera, que lleva tres años y medio picando piedra, ya presentó en su momento un extenso informe en el que detallaba cómo debería cambiar el túnel para poder adaptarlo al paso de ciclistas. Antes de que existiera la asociación, en 2016, un particular ya propuso que la Mina Grott, construida en 1855 para canalizar las aguas del pantano de Vallvidrera, se convirtiera en una gruta ciclable. La actividad minera desapareció, y en 1908 se aprovechó el agujero para instalar el primer tren eléctrico de pasajeros construido en España. Era un vagón con capacidad para 36 personas. Su renacimiento como carril bici, sin embargo, se descartó por su estrechez y lamentable estado de conservación a pesar de ser un importante vestigio cultural, técnico y turístico del pasado reciente de Barcelona.

Volviendo al túnel secundario de Vallvidrera, sería necesario cambiar el suelo, mejorar los sistemas de iluminación, revestir las paredes e incorporar señalización y sistemas de seguridad. En cuanto a los accesos por ambas bocas, desde Sarrià BikeVidrera planteó una pasarela elevada desde la plaza de Borràs que diera acceso a la galería, situada a la izquierda de la infraestructura, y señalización en la vertiente del Vallès que conduzca al eje ciclable entre Baixador de Vallvidrera y Les Planes, en paralelo a la serpenteante carretera BV-1462. Contaron con la colaboración del despacho de arquitectos Batlle i Roig, que concluyeron que la propuesta "es absolutamente compatible" con los usos que requiere el propio túnel.

¿Un lugar sin uso?

La empresa que gestiona la infraestructura, en cambio, siempre se ha negado, alegando que es una galería destinada a servicios o a eventuales desalojos del túnel, con el que se conecta en varios puntos. El pequeño tubo que reivindican los ciclistas se construyó en los años 70 para verificar la viabilidad de perforación de la montaña. El túnel viario no se abrió hasta 1991. Según BikVidrera, sin embargo, jamás se ha llegado a usar para los cometidos que comenta la concesionaria que, obviamente, si el Govern da el plácet, deberá aceptar el proyecto.

Quién paga la fiesta y en qué términos es un pantalla por ahora muy lejana, pero a buen seguro que se trataría de un plan a muchas bandas, con la implicación de Territori, ayuntamientos y el Área Metropolitana de Barcelona, ya inmersa en la conexión ciclista entre municipios, como la comunión de Esplugues con la capital catalana a través del parque de Cervantes.

Los ciclistas, en la boca sur del túnel de Vallvidrera, tras su protesta del 22 de abril

Los ciclistas, en la boca sur del túnel de Vallvidrera, tras su protesta del 22 de abril / Manu Mitru

El túnel tiene una longitud de 2,5 kilómetros y su apertura para las bicis tendría un enorme atractivo para todos los que apuestan o quieren apostar por la movilidad sostenible. Muchos no se atreven, sea porque no quieren o no pueden asumir el esfuerzo de subir a la plaza de Vallvidrera (unos 350 metros de altitud) o porque les da pereza meter la bici en los Ferrocarrils. Los pocos que sí recurren a la BV-1462, además, se encuentran con una calzada estrecha, llena de curvas en su tramo final, y sin arcén. Demasiados elementos como para no jugársela. Mejor bajo tierra, en paralelo a los coches, pero sin atascos.