Exceso de éxito

Barcelona cierra parte del Turó de la Rovira para controlar el volumen de visitantes

El ayuntamiento ha iniciado obras de seis meses para cercar con vallas el recinto arqueológico del entorno de la batería antiaérea

Los Búnkers del Turó de la Rovira, el pasado verano.

Los Búnkers del Turó de la Rovira, el pasado verano. / EP

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 El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado esta semana las obras para cercar el recinto arqueológico del entorno de la batería antiaérea del Turó de la Rovira, en el distrito de Horta-Guinardó, y poder cerrarlo por las noches para controlar la gran afluencia de visitantes, a los que se responsabiliza de dañar los restos arqueológicos y molestar al vecindario.

Los trabajos tendrán una duración de seis meses y un coste de 1,6 millones de euros, según ha informado el consistorio en una nota de prensa este lunes.

El espacio patrimonial del Turó de la Rovira donde se conservan los restos de una batería antiaérea que defendió Barcelona de los ataques de la aviación durante la Guerra Civil y vestigios del núcleo chabolista del barrio de Los Cañones, que perduró hasta el año 1990, se inauguró en 2011 y se ha convertido en un popular mirador de Barcelona, hasta el punto de morir de éxito.

Según explica la nota municipal, con las obras que se están llevando a cabo se instalará una valla de dos metros de altura que consiste en barras macizas de acero, de tres centímetros de diámetro, clavadas en el terreno de la montaña y también un cierre en torno a los restos de barracas de la vertiente sur, que son los que, debido a la fragilidad de los materiales, están sufriendo más daños.

Itinerario exterior

El cierre permitirá mantener los accesos desde los diferentes frentes del Turó de la Rovira y crear un recorrido externo a la nueva valla que enlaza con estos accesos, consolidando así un anillo de conexión desde fuera de la valla.

Este itinerario exterior estará siempre abierto, de forma independiente a los horarios de cierre del interior del ámbito para que la accesibilidad a la batería antiaérea sea la misma que la actual, salvo en los momentos en los que se cierren las seis puertas del recinto museográfico.

La concejala del distrito de Horta-Guinardó, Rosa Alarcón, ha asegurado que "la decisión de sacar adelante este cierre se hace para poder garantizar la mejor convivencia entre un punto de atracción histórica y paisajística de la ciudad y los vecinos y vecinas que viven en esa zona de Barcelona".

Alarcón ha insistido en la importancia de "preservar los restos arqueológicos del recinto museográfico del entorno de la batería antiaérea y evitar el deterioro del patrimonio histórico derivado del uso intensivo y al mismo tiempo respetar el descanso de los vecinos y garantizar la seguridad del espacio y su entorno".

La concejala también ha puesto en valor la voluntad de "mantener la permeabilidad del espacio con los diferentes caminos del Turó de la Rovira, adecuando un recorrido externo a la valla que garantice las conexiones".

El proyecto incluye también la replantación de la vegetación arbustiva y de arbolado que pueda quedar afectado por las obras.

En paralelo a las obras de cierre, se realizarán trabajos para dar continuidad al recorrido del perímetro exterior de la batería antiaérea, con el arreglo de los dos caminos existentes y su conexión con uno nuevo que los conectará entre sí.