Los 16 proyectos para el Port Vell que encontrará sobre la mesa el nuevo presidente del Port de Barcelona

Ratificado este martes por el Govern, Lluís Salvadó es el nuevo presidente de la Autoritat Portuària de Barcelona o, lo que es lo mismo, del Port de Barcelona. El cambio se prevé que se haga efectivo a finales de esta semana. El político republicano sustituye así a Damià Calvet, responsable de la institución desde 2021 a propuesta de JxCat. El empujón dado al puerto-ciudad por el posconvergente no está en cuestión, como dejó claro el conseller de Territori, Juli Fernàndez, durante el acto de relevo. Pero la salida de Calvet deja muchos proyectos en marcha o a medias que hereda su sucesor, Salvadó, que ya ha anunciado la voluntad de "mantener una cierta continuidad".

Entre ellos destaca toda la transformación del Port Vell de cara a la celebración de la Copa América en verano de 2024. Acabar la retahíla de actuaciones para tener a punto las instalaciones para el acontecimiento deportivo, el que más público mueve tras el Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos, es uno de los retos del nuevo presidente. 

Los más significativos

Hace dos semanas, durante la presentación de las últimas novedades por parte de los organizadores de la regata, Calvet presumió de todos los proyectos en marcha: “Dieciséis importantes actuaciones que ya estaban previstas pero que ahora se avanzan, todas ellas en el ámbito del Port Vell, que suman una inversión de 55 millones de euros y que el Port de Barcelona pone a disposición de la Copa América, de la ciudad y de sus gentes”. Entre los proyectos más significativos el expresidente citó: “La construcción de la Rambla de la Nova Bocana; la urbanización de los espacios libres de la Bocana Nord, los que se encuentran en la parte posterior del Hotel W y el edificio de Desigual; la construcción de la nueva Lonja de pescadores […]; la America’s Cup House en el edificio Imax; la remodelación del edificio Maremagnum; la demolición del edificio Cinesa […]; el traslado de tota la operativa portuaria de la zona del World Trade Center al Moll Adossat y la reurbanización para abrirlo a la ciudad del Moll de Drassanes”. 

Tinglados y edificio histórico

En el tintero se dejó algunos más hasta llegar a 16: ahí están la rehabilitación de uno de los espigones de la Bocana Nord maltrecho por la acción del mar; la construcción del edificio Mirador; la muy necesaria restauración de los tinglados del Moll Oriental, levantados a principios del XX y con un valor arquitectónico destacable; la consolidación del espigón de Sant Sebastià para blindar y estabilizar el tramo final de la playa de la Barceloneta; el traslado del dispensario del Moll Bosch i Alsina al Worl Trade Center; finalizar la restauración del edificio histórico de la Junta d’Obres del Port en el Portal de la Pau y adecentar las lonas que cubren la Torre de Jaume I. 

Y entre las propuestas sobre la mesa, también hay espacio para la histórica intención de poner en marcha un servicio de autobús náutico entre el Moll de Drassanes (al final de la Rambla, al lado del Portal de la Pau) y el Moll de Llevant (en la Nova Bocana), transporte que evitaría tener que recorrer todo el Moll de la fusta y el paseo Joan de Borbó para trasladarse de punto a punto. 

Además de los proyectos urbanísticos, Salvadó hereda también el espinoso debate sobre los cruceros, del que ya insinuó una posición más próxima al consistorio que Calvet: Habrá que "buscar la fórmula para que todo el mundo se sienta cómodo y especialmente en el Ayuntamiento de Barcelona", dijo en su presentación.