Movilidad sostenible

El Bicing niega que sus trabajadores arreglen bicis públicas de otras ciudades

El sindicato CGT denuncia irregularidades en el contrato y un "irresponsable" mantenimiento de las bicicletas

Bicing

Bicing / Ricard Cugat

Carlos Márquez Daniel

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Pedalem, la empresa adjudicataria del servicio de Bicing, ha salido al paso de las acusaciones de la CGT, que el miércoles acusó a la compañía de graves irregularidades en la contrata. El sindicato, que ha puesto el caso en manos de la Inspección de Trabajo, asegura que en las estaciones faltan bicicletas, que muchas se colocan en los anclajes a pesar de estar estropeadas o que los trabajadores se encargan también del mantenimiento de bicicletas públicas de otras ciudades, lo que no está contemplado en el contrato de 10 años financiado por el Ayuntamiento de Barcelona. Pedalem, por su parte, lo niega todo.

A través de un comunicado, la compañía sostiene que sus empleados se limitan a las tareas del Bicing; nada más. "La empresa concesionaria nunca ha derivado personal a reparaciones o servicios para otras ciudades". Si sucede, se realiza "fuera del acuerdo contractual para el servicio de Bicing de Barcelona". Este diario ha podido certificar que, efectivamente, en instalaciones de la empresa en la capital catalana hay bicicletas de otras ciudades que también han contratado los servicios de la filial de Ferrovial, que forma parte de la UTE (unión temporal de empresas) Pedalem.

Una estación de Bicing de Barcelona.

Una estación de Bicing de Barcelona / Ricard Cugat

Sobre la disponibilidad de bicis, la CGT advierte de que hay meses en los que hay 3.000 bicis inutilizadas. Pedalem, por contra, sostiene que de las 7.000 unidades, prácticamente cada día hay un mínimo de 6.000 en circulación. "Esta semana, por ejemplo, ningún día se ha bajado de las 6.400 bicicletas disponibles en la ciudad", concreta Pedalem. Otro punto de conflicto son los vehículos que el personal usa para desplazarse entre estaciones y cargar bicicletas. Mientras el sindicato denuncia que no son aptos para una circulación tan intensa y que son dañinos para la espalda de la plantilla, la empresa responde que están homologados.

"Irresponsabilidad"

"Estamos cansados de las campañas de imagen que hacen entre la empresa, BSM [la empresa pública que supervisa el servicio] y Ayuntamiento de Barcelona, en especial alguna política, que sin preocuparse por la realidad salen en los medios con sonrisas vendiéndonos las partes ecológicas del servicio, pero no preocupándose de la realidad para con los usuarios y los trabajadores en el día a día. No podemos calificarlo más que como un acto de irresponsabilidad". Por todo ello, la CGT asegura que ha puesto el asunto en manos de la Inspección de Trabajo, órgano que deberá deliberar si realmente hay alguna cosa que no esté funcionando de manera correcta en el Bicing.