Las claves

La crisis de Ciutadans en Barcelona que se ha llevado por delante a su presidenta

Luz Guilarte ha abandonado este lunes el ayuntamiento y la política después de que los concejales Paco Sierra y Noemí Martín la destituyeran y no será alcaldable del partido en las municipales de mayo

Luz Guilarte

Luz Guilarte / MANU MITRU

Toni Sust

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Ciutadans se ha roto estos días un poco más en el Ayuntamiento de Barcelona con la renuncia de la que hasta la semana pasada fue su presidenta, Luz Guilarte. El partido de Inés Arrimadas inició el mandato actual tras contar como alcaldable en las municipales de 2019 con el exprimer ministro francés Manuel Valls. Una idea que salió mal, solo logró seis concejales, con un premio de consolación: tres de esos seis votos sirvieron para que el candidato de ERC y ganador de las municipales, Ernest Maragall, no pudiera ser alcalde, y para que Ada Colau siguiera en el cargo.

En seguida, Ciutadans (que hubiera preferido hacer alcalde a Jaume Collboni y no votó a Colau) montó un grupo con cuatro concejales y Valls, otro en el que figuraban él y Eva Parera, que mantuvo el nombre Barcelona pel Canvi. Con el tiempo, Marilén Barceló se pasó a Barcelona pel Canvi, que ahora se llama Valents, aunque lo hace como concejala no adscrita. Valls volvió a Francia a intentar resucitar su carrera política, con éxito escaso, y Óscar Benítez le sustituyó.

El adiós de Guilarte cierra una crisis que lleva abierta una semana y que promete con prolongarse. Estos son algunas claves de la crisis del partido.

La destitución del coordinador

El lunes 17 de octubre, Paco Sierra y Noemí Martín comunicaron a Luz Guilarte, a la que habían convocado el viernes anterior para ese encuentro, que querían destituir al coordinador del grupo de Ciutadans en el Ayuntamiento de Barcelona, José María González. Ella rechazó la decisión y allí mismo la destituyeron como presidenta y pasó a ser portavoz adjunta.

El plácet del consistorio

El jueves 20 de octubre, la secretaría del ayuntamiento reconoció como legal al movimiento de Sierra y Martín y por lo tanto al primero como nuevo presidente. Un comunicado de Ciudadanos informó de que el partido había abierto un expediente de expulsión del edil, no así de Martín, y le acusó de haber flirteado con la idea de fichar por otro partido.

El adiós de la presidenta

Este lunes, la ya expresidenta del grupo Luz Guilarte ha anunciado que abandona el ayuntamiento y la política, con lo que ya no será candidata de Ciutadans en las municipales de mayo de 2023. Plaza para la que estaba confirmada sin la celebración de primarias, porque, como es el caso, el partido no llega a 400 militantes en Barcelona, cifra a partir de la cual son estatutariamente obligatorias las elecciones internas.

El nuevo concejal

La salida de Guilarte lleva a que el siguiente candidato de la lista de Barcelona pel Canvi, que encabezó Manuel Valls, es decir, el noveno, Fernando Carrera, se pueda convertir ahora en nuevo concejal. Pero Carrera fichó por el PSC tiempo atrás. Es asesor del partido y adjunto a la primera secretaría del PSC en Ciutat Vella. Carrera debe decidir ahora entre cuatro opciones: no aceptar la plaza, convertirse en concejal de Ciutadans, convertirse en concejal de Valents (los dos grupos surgieron de la misma candidatura, la de Valls) o devenir concejal no adscrito, en cuyo caso podría votarlo todo con el PSC, como Marilén Barceló, que dejó Ciutadans, hace con Valents.

La dirección del partido

En paralelo, se espera una reacción de Ciutadans, que ha anunciado que decidirá qué medidas toma “en su momento oportuno”. Según Sierra, la Carta de Barcelona impide al partido anular su grupo, por lo que él y Martín pueden ser concejales de Ciutadans hasta mayo próximo, cuando concluye el mandato. De entrada, el pleno municipal del próximo viernes contará con Sierra como jefe de filas del grupo. Habrá que ver si se consuma la amenaza de expulsión del edil.

Sin alcaldable

Si Ciutadans suma militantes y alcanza los 400, como vaticina Sierra, tocará hacer primarias. El concejal y nuevo presidente del grupo ha anunciado este lunes que no tiene intención de presentarse si llega a haberlas: “No soy el candidato más idóneo para las municipales”. Sierra subraya que todos sus movimientos se dirigen a que Ciutadans logre mantener presencia en el ayuntamiento tras los comicios, algo que se antoja complicado. En enero, Ciutadans de Barcelona debe celebrar una asamblea en la que las partes en liza deberían dirimir sus diferencias. Hasta entonces, el grupo no tiene alcaldable.

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