En Barcelona

La Guardia Urbana descubre una clínica dental escondida en un bar del Eixample

Investigados un hombre y una mujer por practicar intervenciones odontológicas sin licencia en el altillo de un bar de la calle de Borrell

Bar del Eixample en el que se escondía una clínica dental clandestina.

Bar del Eixample en el que se escondía una clínica dental clandestina. / M.G

Guillem Sánchez

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Una patrulla de la Guardia Urbana de Barcelona recibió el domingo 2 de octubre la orden de dirigirse a un restaurante Peter Pan, ubicado en el número 175 de la calle de Borrell del distrito del Eixample, regentado por propietarios de nacionalidad china. Algunos vecinos habían alertado de que salía humo de su interior y cabía la posibilidad de que se tratara de un incendio.

Al llegar, los agentes comprobaron que no había ningún fuego. Pero llamó su atención una puerta situada junto al restaurante que conducía a un altillo del mismo establecimiento, unos bajos que dan a la calle. Quisieron comprobar qué había allí. Al entrar, los policías se toparon con un espacio que funcionaba como una clínica dental clandestina. Había camillas para recostar a los pacientes, medicamentos y utensilio sanitario para llevar a cabo intervenciones odontológicas. El lugar, además de no tener ningún tipo de licencia para esa actividad, presentaba problemas de salubridad incompatibles con la desinfección que debe prevalecer en clínicas dentales.

Junto a las camillas había un dispositivo electrónico que activaba una alerta en la zona del local de restauración. Es decir, avisaba a los trabajadores del bar si alguno de los pacientes intervenidos en aquel altillo requería de sus atenciones.

Los agentes de la Guardia Urbana precintaron el altillo colocando cinta policial en la puerta lateral, que sigue visible una semana después. Y en los días posteriores, vaciaron el material presuntamente odontológico. "Vino bastante policía y sacaron camillas y aparatos y los dejaron aquí mismo", detalla el camarero de otro bar cercano, señalando frente a la entrada precintada. El camarero averigua por este diario el motivo de un precinto, que ya ha ratificado el edil del Eixample, y muestra su sorpresa, al tiempo que aclara que el restaurante ha seguido funcionando durante la pasada semana.

En su interior, a través de las cortinas de los cristales, se aprecia que los responsables del local siguen en su interior este domingo a pesar de que no han abierto al público al tratarse de un día festivo.

Productos decomisados.

Productos decomisados. / GUARDIA URBANA

El atestado de la Guardia Urbana ha terminado en poder de investigadores de los Mossos, que están instruyendo diligencias por delitos de intrusismo profesional –ejercían de dentistas sin tener titulaciones acreditadas– y por salud pública, dado que los medicamentos que se encontraban en el altillo, según las gestiones hechas por la policía catalana, no pueden ser administrados legalmente en España.

Medicamentos bajo sospecha

Los medicamentos de uso odontológico y joyas de metales nobles –presumiblemente utilizadas para su fundición y posterior aplicación en empastes y prótesis dentales– no han llegado a España tras los procesos legales de compra de medicamentos, lo cual supone un riesgo para los pacientes. En algunos casos, se trataría además de productos que no comercializados. Durante el registro se encontraron asimismo varios paquetes de yeso que presuntamente utilizaban para hacer moldes de piezas dentales. 

Los Mossos mantienen investigadas a dos personas, un hombre y una mujer de nacionalidad china. Ambos estaban citados en comisaría para declarar pero ninguno se presentó. Lo más probable es que atendieran a miembros de su comunidad y, por esa razón, hasta la fecha ningún paciente haya denunciado la existencia de una clínica clandestina que ha terminado emergiendo gracias al humo que llamó la atención a los policías municipales.

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