El debate sobre la suciedad en Barcelona

El gobierno de Colau admite "desajustes" en el despliegue de la nueva contrata de limpieza

Reconoce que parte los vehículos del actual contrato no han llegado a tiempo y que debe hacer frente al desbordamiento de contenedores

Servicios de limpieza en el barrio de Ciutat Vella de Barcelona.

Servicios de limpieza en el barrio de Ciutat Vella de Barcelona.

Jordi Ribalaygue

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El gobierno municipal de Barcelona admite que el despliegue del nuevo contrato de limpieza de la ciudad ha afrontado algunos “desajustes” en el servicio de recogida de basura. El concejal responsable de la materia, Eloi Badia, ha reconocido en la comisión de Ecología y Urbanismo del ayuntamiento que se ha retrasado la llegada de parte de la maquinaria asociada a la contrata, por la que el consistorio de la capital catalana prevé abonar 288 millones de euros en total este año y 312 millones a partir de 2023. El edil ha atribuido la demora en la entrega de vehículos a “la crisis de los microchips” y del transporte por el encarecimiento de precios a nivel mundial.

“En el centro de la ciudad, tenemos el 70% de los vehículos que deberíamos tener, pero estaremos al 90% este mes”, ha garantizado Badia. El concejal ha revelado que el ejecutivo de la alcaldesa Ada Colau prevé que parte de los vehículos pendientes de llegar a distritos como los de Eixample y Gràcia desembarquen en la ciudad en unas dos semanas. El edil ha añadido que el 70% de la maquinaria estará disponible en Sant Martí y Sant Andreu en las próximas semanas.

“Se va acompasando a medida que llegan los vehículos. En ningún caso hemos reducido frecuencias”, ha esgrimido Badia. A su vez, ha comentado que han tenido que resolver fallos de funcionamiento de algunos equipos, pero ha matizado que se subsanaron en pocos días

En paralelo, Badia ha admitido que se detectan desbordamientos de contenedores. En todo caso, ha blandido que se tiene controlado el problema mediante controles remotos y que se han destinado 200 contenedores nuevos ante el aumento de la generación de desechos en la ciudad desde Semana Santa, a medida que el turismo y el comercio han remontado tras decaer con la pandemia. “En agosto, tuvimos 20.000 toneladas más. Hemos aumentado los equipos de papel y cartón de 12 a 19 y los de reciclaje de 10 a 15”, ha destacado Badia.

Críticas de la oposición

Por su parte, la oposición han remarcado las deficiencias que detectan en la limpieza de la ciudad, una de las preocupaciones principales de los barceloneses, según el barómetro municipal. “La nueva contrata no da los resultados esperados. Tiene lógica que haya déficits en los primeros días de despliegue, pero algunos llevan meses”, ha observado el portavoz de ERC, Jordi Coronas, escéptico sobre la capacidad del bipartito local para exigir mejoras a las cuatro empresas adjudicatarias. 

“Hay zonas que son un desastre, de vergüenza ajena”, ha manifestado la concejal Francina Vila (Junts), que ha reprochado falta de explicaciones a Badia. “La recogida de residuos en Barcelona no funciona y genera una situación de decadencia a la que hay que encontrar solución”, ha completado el popular Óscar Ramírez.

Frente a las críticas, Badia ha esgrimido que la limpieza es una “prioridad” para el equipo de gobierno. El concejal ha remarcado que se han eliminado 27.000 pintadas en los últimos meses en Barcelona -incluidos 9.700 en Ciutat Vella- y que se han multado a unos 200 grafiteros. Ha añadido que el consistorio comenzará a sancionar a partir del próximo fin de semana a los comerciantes que llenen los contenedores a rebosar.