Barcelona entrará en 2023 con 30 radares de velocidad operativos

Un año y medio después de que saltara el titular, por fin la noticia empieza a cristalizar con hechos consumados. En marzo de 2021, el Ayuntamiento de Barcelona anunciaba el despliegue de 46 radares de velocidad. Once meses después, la cosa se quedó en menos de la mitad, un total de 21 controles (consulte la lista al final del texto). Los cuatro de tramo (en túneles) se instalaron en junio y el 1 de septiembre empezaron a multar después de tres meses en los que han notificado 6.000 infracciones. Pero faltaba el despliegue más visible, el de los postes en el núcleo urbano. Eso se ha producido este lunes en 17 puntos de la ciudad: una docena en entornos escolares (máximo, 30km/h) y otros cinco (límite a 50 km/h), en cruces en los que correr demasiado ha generado siniestros de tráfico evitables. Por ahora, en el lugar solo hay una pantalla que reporta la velocidad del vehículo. A partir de octubre, los infractores recibirán una notificación con su imprudencia, y en enero, el consistorio empezará a sancionar con tíquets de entre 100 y 600 euros.

La tercera teniente de alcaldesa y responsable de Movilidad, Laia Bonet, ha compartido los pormenores del proyecto junto a uno de los nuevos radares, el situado en la calle de la Indústria, junto a un instituto y una escuela. No lo tomen como ciencia cierta, pero tras observar el comportamiento de 100 vehículos que pasaban por ahí, el 84% han rebasado el límite (incluidos la mayoría de autobuses de TMB) y solo el 16% lo han respetado. La concejala socialista ha insistido en que el objetivo no es multar "sino propiciar un cambio de hábitos en la conducción" que permita alcanzar el objetivo de "cero víctimas mortales y cero heridos graves".

Mal vamos en este 2022: 18 fallecidos, 15 de ellos, motoristas. Aunque la finalidad no sea sancionar, lo que llega a ingresar el consistorio con los excesos de velocidad no es ninguna tontería: 347.000 sanciones en 2019, algo más de 600.000 en 2020, el año de los 'Fitipaldis' por el bajón de la movilidad que limpió las calles, y casi 360.000 en 2021.

Cámaras estáticas

De este modo, Barcelona iniciará el 2023 con una treintena de radares de velocidad 100% operativos, 17 de los cuales, además, mantendrán la pantalla pedagógica. Al los ya mencionados hay que sumarles los siete de punto que llevan años en marcha y un quinto de tramo previsto en el túnel de Vallvidrera. Todos ellos estarán debidamente señalizados, lo que no evita que cada día, a tenor de las cifras anuales, el ayuntamiento sancione a un millar de conductores. Sobre la posibilidad de que los radares sean dinámicos, esto es, que modifiquen la velocidad a controlar en función de la hora o el día de la semana, Bonet ha asegurado que no es algo que tengan en mente. Así las cosas, las cámaras en entornos escolares situadas en calles de más un carril de circulación mantendrán también en fin de semana o por la noche el límite de 30 kilómetros por hora.

Correr más de la cuenta es una de las principales causas indirectas de la siniestralidad en la capital catalana. Según el balance presentado a principios de año por los responsables de la Guardia Urbana, el exceso de velocidad fue determinante en 34 accidentes, muy lejos, sin embargo, de los 261 en los que hubo presencia de alcohol o los 56 en los que influyó una calzada en mal estado. De hecho, en las causas directas, las que determinan la tragedia, hubo 1.642 casos de falta de atención por parte del conductor. O lo que es lo mismo, alguien que optó por mezclar el volante con el teléfono móvil.

Sobre la posibilidad de instalar más radares en el futuro, puesto que el propio consistorio tenía previstos 48 y más tarde lo redujo a 21, Bonet ha asegurado que no cierran la puerta a expandir el proyecto. "Ojalá no sea necesario, pero pondremos cámaras ahí donde sea necesario", ha precisado, en una hábil maniobra para ni desmentir ni confirmar, teniendo en cuenta que ya estamos en año electoral. Se ha preferido apostar por las pantallas pedagógicas, no previstas en la planificación anterior, ver cómo funciona la cosa, sacar conclusiones positivas y negativas y ver si hace falta desplegar nuevos radares.

Lista de los 12 radares en entornos escolares (30 km/h)

• Numància, entre las calles de Anglesola y Déu i Mata.
• Aragó, entre Bruc y paseo de Gràcia.
• Mallorca, entre Nàpols y Roger de Flor.
• Mallorca, entre Muntanya y Fontova.
• Travessera de Gràcia, entre Aribau y Alfons XII.
• Indústria, entre Sant Quintí y Conca.
• Sant Antoni Maria Claret, entre Trinxant y Guinardó.
• Balmes, entre Marià Cubí y Travessera de Gràcia.
• Entença, entre Provença y Rosselló.
• Sardenya, entre Taxdirt y Travessera de Gràcia.
• Muntaner, entre Còrsega y Rosselló.

Lista de los cinco radares en puntos fijos (50 km/h)

• Aragó, entre Urgell y Casanovas.
• Gran Via, entre Sant Roc y Sant Germà.
• Diagonal, entre Pius XII y el Palau de Pedralbes.
• Diagonal, a la altura de Numància.
• Paseo de la Bonanova, a la altura de la calle de Pomaret.

Lista de los cuatro nuevos radares de tramo

• Túnel de Glòries (50 km/h)
• Túnel de la Rovira (50 km/h)
• Ronda Litoral, entre el Morrot y la plaza de los Voluntaris (60 km/h)
• Túnel de Badal (desde Cerdà hasta la Diagonal, a 60 km/h)