Animales de verano

Barcelona libra la batalla contra el mosquito en 82 zonas de riesgo

Poble Sec, el Clot y el Putxet son los barrios con más focos de insectos, pero no es esta una ciudad de especial incidencia de picadas. En casa, recomendable vaciar recipientes con agua estancada en terrazas y jardines

mosquitos barcelona

mosquitos barcelona / Jordi Otix

Carlos Márquez Daniel

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El nervio de los mosquitos se entiende un poco mejor tras conocer que su esperanza de vida adulta es de poco más de dos semanas. Son el manido 'carpe diem' de los humanos, pero de verdad, porque exprimen cada cada día como si fuera el último, hasta que a los 15 soles, más o menos, y si un humano no los ha aplastado antes, entregan su cuerpo a la naturaleza. Barcelona puede presumir, o no, de recibir volquetes de turistas; pero no sucede lo mismo con estos insectos. Sí, son abundantes sobre todo en zonas en las que hay agua estancada, pero no es una plaga que pueda quitar el sueño, como quizás sucede con las 260.000 ratas que tienen su residencia fijada en la capital catalana. Sin ser una emergencia, el ayuntamiento controla este año 82 zonas de riesgo. Una lucha sin cuartel, cíclica, llena de cosas que no sabemos. Como que el mosquito tigre (la mosquita, para ser concretos), cuando llega el invierno y huele su ocaso, realiza una última puesta de huevos para que los 'polluelos' vuelvan a resurgir en primavera, algo parecido a lo que hizo, y perdonen el símil de escasa intelectualidad, Satanàs Cor Petit padre antes de morir en 'Bola de Drac'.

Mapa de las zonas de vigilancia de mosquitos 2022 en Barcelona

Poble-sec, el Clot y Putxet i el Farró son los barrios en los que es más habitual encontrar colonias de mosquitos. Pero no se confíen, porque están en todas partes. Tomás Montalvo es el responsable del programa de vigilancia y control de mosquitos de la Agencia de Salut Pública de Barcelona (ASPB) y este miércoles ha explicado en el parque de la Tamarita, a 50 metros de donde debería estar el Tramvia Blau, de qué manera la ciudad combate estos molestos zancudos entre abril y noviembre. Lo primero puede parecer muy lógico pero no lo es: no solo sobrevuelan las calles, también actúan en terrazas y jardines privados. Esto quiere decir que la convivencia con esta especie requiere de cierta colaboración ciudadana.

Causa-efecto

¿Cómo? Pues tan fácil como asegurarse de que en nuestros espacios exteriores particulares no tenemos recipientes, macetas, charcos, lo que sea, con agua estancada, una vigilancia que debemos hacer cada cinco o siete días. Si no cooperamos, es como estar en la playa, coger el bocata, quitar el envoltorio y levantar el brazo: vendrán ejércitos de gaviotas en vuelo raso a llevarse nuestro brazo. La naturaleza del causa-efecto. Por lo tanto, la primera lección es no crear hábitats acuáticos estables en los que los mosquitos puedan depositar sus huevos. Evitar que se reproduzcan es la mejor estrategia para mantenerlos a raya. Y no es cosa menor, porque cada parto esparce entre 80 y 100 huevos.

Otro de los focos de vigilancia de la ASPB son los hospitales, pues determinadas enfermedades pueden transmitirse a través de la picadura de un mosquito, que lo único que quiere es alimentar sus futuros huevos y sin querer está transportando dengue o los virus del Zika o el chikungunya. No suele suceder, pero tampoco es imposible: en España se han dado siete casos de dengue diagnosticado en personas que no habían viajado a países tropicales. La globalización no ha sido de gran ayuda para la proliferación de enfermedades que no son autóctonas. Y lo mismo ha pasado con los mosquitos.

Recogida de muestras de agua para tratar de encontrar presencia de larvas de mosquito

Recogida de muestras de agua para tratar de encontrar presencia de larvas de mosquito / Jordi Otix

Ell mosquito tigre se detectó por primera vez en Catalunya en 2004. Sucedió en Sant Cugat. En agosto de 2005, Montalvo fue requerido en la plaza de Sanllehy, en la frontera entre Gràcia y Horta-Guinardó, de donde se habían recibido múltiples llamadas de alerta por picaduras fuera de lo habitual. Tras un sesudo análisis de la situación, localizaron la primera colonia de esta hercúlea versión del insecto. Pero lo mejor fue descubrir su procedencia. Resulta que el paciente cero fue un hombre con segunda residencia en Sant Cugat. Lo más probable es que el mosquito tigre se subiera a su coche y llegara a Barcelona posado cómodamente entre la ropa sucia y la bolsa con la comida que había sobrado del fin de semana. Y una vez en la gran ciudad, se puso a poner huevos como si no hubiera un mañana, que igual no lo había, ante la atónita mirada del mosquito común, que, por suerte para él, jamás ha tenido problemas con su primo de Zumosol.

Crisis climática para todos

La escasez de agua es el principal enemigo de estos insectos, así que también ellos están sufriendo el cambio climático. El 2021 fue el menos lluvioso en Barcelona desde que se recogen los datos de pluviometría, y el cuarto más cálido. Como resultado, fue uno de los ejercicios con menos actividad de mosquitos en la ciudad. A pesar de ello, la ASPB realizó casi 27.000 revisiones de elementos de riesgo (este año se han añadido los entornos de las escuelas y de las residencias de personas mayores) y se detectó la presencia del insecto en 406 casos. Fruto de la experiencia y la observación, y en colaboración con Barcelona Ciclo del Agua, se ha realizado una plan de mejora de los imbornales areneros, modificando un total de 113 para que no acumulen tanta agua.

Larvas que ya no pasarán a ser mosquitos adultos

Larvas que ya no pasarán a ser mosquitos adultos / Jordi Otix

Está más o menos claro cómo combatir al mosquito. Lo que sigue generando multitud de teorías es por qué hay seres humanos que parecen inmunes a la mala leche de este pequeño bicho. No les pican. Montalvo no se aventura con las conspiraciones, pero sí tiene claro qué es lo que les gusta: "Se sienten atraídos por la exhalación de CO2, por las altas temperaturas, por el sudor y por el ácido láctico". Sobre el tipo de sangre no se moja, pero lo que sí tiene también claro es que la ropa oscura también les vuelve locos. A vivir, que son dos semanas.

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