En el Parc i la Llacuna de Poblenou

Barcelona obliga a las tiendas 24 horas del Triángulo Golfo a cerrar las noches de miércoles a domingo para frenar el botellón

La medida entrará en vigor en agosto y afecta a 18 comercios que tendrán que bajar la persiana de 22.00 a 7.00

Medianoche del jueves 9 de junio al viernes 10 en la calle de Pere IV, en el Triángulo Golfo de Poblenou

Medianoche del jueves 9 de junio al viernes 10 en la calle de Pere IV, en el Triángulo Golfo de Poblenou. /

Toni Sust

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado este viernes la aprobación de un decreto que obligará a las tiendas de alimentación que están en la franja del barrio del Parc i la Llacuna de Poblenou que se conoce como Triángulo Golfo (el consistorio lo llama Triángulo Lúdico) a cerrar sus puertas de 22.00 a 7.00 de miércoles a domingo. Se trata de 18 comercios que abren las 24 horas, y que en adelante no podrán seguir haciéndolo toda la semana.

La medida, que ha sido anunciada por el concejal de Sant Martí, David Escudé, también estará vigente en los días festivos y las vigilias de festivos que caigan en lunes y martes, y persigue frenar el botellón, que hace tiempo que genera protestas de los vecinos, que denuncian que les resulta difícil conciliar el sueño ante la aglomeración de gente en la calle que bebe y hace ruido.

Bebidas alcohólicas

Según Escudé, la intención es evitar que la gente pueda acudir a esos locales a “comprar bebidas alcohólicas, bebidas que acompañan los combinados, vasos y hielo”, como hacen ahora. No será la única medida, otra es el incremento de las sanciones aplicadas por beber en la calle.

La alcaldesa, Ada Colau, acudió este jueves con el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, a la calle de Pere IV para hablar con algunos de los miembros de SOS Triángulo Golfo, epicentro del gran botellón que vive la zona, y les aseguró que las sanciones por beber en la calle se elevarán hasta los 600 euros.

La multa de 600 euros, que ya era viable hasta ahora, estará prevista para casos en los que beber en la calle suponga una afectación grave en el espacio público. Escudé ha justificado el incremento anunciado por Colau en que la realidad actual de los botellones no se había conocido hasta ahora.

En la actualidad se impone la franja baja prevista en la normativa, con sanciones de 30 euros que si se pagan rápidamente bajan a 15. Una suma inferior a la que cuesta practicar el botellón. Las nuevas multas llegaran en unos días, después de que Batlle dé la orden a la Guardia Urbana.

Aprobación definitiva en agosto

El cierre obligatorio de las tiendas de 22.00 a 7.00 se ha establecido mediante un decreto del consistorio que ha sido aprobado inicialmente y que entrará en vigor en agosto una vez haya superado el trámite de exposición pública y sea aprobado de forma definitiva.

Es una medida que toma el Distrito de Sant Martí ante la constatación que hace meses que el ocio nocturno en la calle se ha disparado. Según los vecinos, no es que el fenómeno no existiera antes, pero sí que una vez se eliminaron las restricciones impuestas a raíz de la pandemia del coronavirus se ha intensificado. Dicen que lo que antes pasaba durante el fin de semana ahora sucede de miércoles a domingo, si no toda la semana.

El cierre obligatorio se decreta en la avenida Meridiana (lado Besòs) y las calles de Tànger, Llacuna, Pallars, Badajoz, Pujades y Marina. Los 18 comercios afectados, que ya han sido alertados de la nueva norma, tienen una oferta orientada a productos cotidianos de alimentación, de venta personalizada o autoservicio, y regirá también para las que abran en el futuro.

La normativa actual prohíbe la venta de alcohol a partir de las 23.00 y hasta las 8.00. Pero con la nueva medida se garantiza que no haya ninguna disfunción, al margen de que no solo se quiere impedir la venta de alcohol, también la actividad en sí misma.

Tampoco está nada claro que sea imposible abastecerse de bebidas pasado el límite legal. Es fácil encontrar testimonios que relatan lo fácil que es comprar alcohol a medianoche en algunos establecimientos. Hay casos en los que se pide al cliente que sea discreto al salir con su compra para que no sea visible al salir del comercio, o incluso que pague en efectivo para que no quede registrada la hora de la operación.

Por otra parte, los jóvenes tienen a su alcance varias opciones para hacerse con alcohol sin tener que poner un pie en los comercios que ahora estarán cerrados. Una, evidente: ir antes del cierre o comprar en otras zonas. Otra, nada complicada: comprar el alcohol utilizando algunas de las aplicaciones de compra a domicilio. Algunas incluso ofrecen packs para botellón. 

Acabar con el botellón

Escudé ha subrayado que se ha incrementado la vigilancia policial, sobre todo de la Guardia Urbana pero también de los Mossos, aunque los vecinos mantienen un cabreo similar al de meses atrás, y que se incrementará más. El objetivo final, ha declarado, es “dar un paso firme para acabar por fin con el botellón en el distrito de Sant Martí”.