Hoteleros y restauradores de Barcelona esperan ocupaciones de entre el 80% y el 90% respecto a 2019

Los hoteles y restaurantes de Barcelona encaran con enorme optimismo el inicio de la temporada de vacaciones, marcado por 'la operación salida' de este fin de semana.

Después de años de aforos limitados, confinamientos, sucesivas oleadas de cóvido-19 y medidas como las mascarillas, el verano de 2022 es visto como el inicio definitivo de una nueva etapa de bonanza para la hostelería y la restauración.

Según el presidente del Gremi d'Hotels, Jordi Clos, las previsiones son "muy buenas" con una recuperación que ya empezó a notarse en mayo y que cifran en un empleo en julio y agosto de entre el 85 y el 88 %, un dato similar al de 2019. También el sector de la gastronomía espera que en los próximos meses les sirvan para pasar página y recuperar la actividad.

Tal y como apuntan las previsiones del sector, este año habrá menos turistas asiáticos y rusos, pero se ha recuperado con mucha fuerza el turismo nacional, americano y europeo, que ha optado por alejarse de otros destinos competidores de Barcelona, como Estambul , por su proximidad a Ucrania

Sin problemas relacionados con la pandemia, la falta de personal se ha convertido en la nueva preocupación del sector servicios, especialmente de hostelería, restauración y ocio nocturno. Sin embargo, Clos asegura que el salario medio del sector "ha mejorado" por lo que anticipa que, en poco tiempo, habrá gente suficiente para cubrir las necesidades de personal de una temporada alta que ve de recuerdo.

Optimismo en el sector

Las previsiones hoteleras coinciden con las del presidente de Turisme de Barcelona, Eduard Torres, quien asegura que las perspectivas son "francamente buenas", ya que la recuperación de la actividad empezó a notarse en Semana Santa. De cara a los próximos meses, la patronal prevé que en julio pasen por Barcelona 1,5 millones de visitantes, en torno a los 1,3 millones en agosto, y 1,4 millones en septiembre.

Sin embargo, Torres pide enviar un mensaje de “cautela” ante la incertidumbre derivada del contexto económico actual, marcado por la inflación, los precios de la energía y la subida de los tipos de interés. “El momento de ver cómo está realmente el sector será a partir de septiembre y octubre. Sabemos seguro que esto va a bajar. Lo que no sabemos es con la intensidad que va a bajar”, señala.

Con todo, Turisme de Barcelona prevé llegar "prácticamente" al 90% de los niveles de facturación registrados en 2019. A pesar de las incertidumbres, Torres afirma que el verano de este año es un "periodo de bonanza y de ayuda" por un sector que, según indica, ha estado facturando en torno al 30% durante los dos años de pandemia.

En cuanto al perfil de visitante que llegará a la capital catalana, Torres afirma que el turista estadounidense será el principal (20%), e irá seguido "indistintamente" por el británico (15%) y por el doméstico (15%). Francia, Italia y Alemania se prevé que representen a un 9% de los visitantes cada uno.

Sobre la pérdida del mercado asiático y del ruso, el presidente de Turisme de Barcelona es optimista. Por un lado, asegura que el porcentaje de turista de Rusia en la ciudad "era muy pequeño", y señala que cree que la guerra Ucrania no ha perjudicado a España ya que, por su situación geográfica, se percibe como "un destino seguro”. En cuanto al mercado asiático, Torres afirma que "será muy limitado". Sin embargo, la lectura que hace de la situación es "positiva", ya que el sector ha alcanzado unos niveles de actividad "muy aceptables" a pesar de la pérdida de este nicho.

Restauración al 80%

El Gremi de Restauració de Barcelona afronta también con optimismo y "buenas perspectivas" la temporada alta veraniega, concentrada en julio y agosto. "Creo que alcanzaremos unas cifras del 80 por ciento en relación a 2019.

"Es obvio que no estamos recuperados del todo y que todavía hay recorrido", ha señalado el director del Gremi de Restauració, Roger Pallarols, que ha recordado la ausencia notoria de viajeros provenientes de países asiáticos -por las restricciones de la cóvid-19- y del ámbito ruso -por la invasión en Ucrania-.