MEMORIA HISTÓRICA

Harry Walker: Una escuela de rebelión para 'La Prospe', y para Barcelona, durante el franquismo

En 2019 pasó de plaza de Harry Walker a plaza de las trabajadoras y los trabajadores de Harry Walker, pero el cambio de nombre les supo a poco. Querían evidenciar en el espacio público todo lo que significó aquella lucha para el barrio y, como el ayuntamiento no les ponía la reivindicada placa, lo hicieron ellos

Harry Walker

Harry Walker / JORDI OTIX

Helena López

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Les provocaba dolor de estómago cada vez que veían la placa con el nombre de la plaza. ¿En qué cabeza cabía dedicar un espacio público ganado a base de lucha vecinal a una empresa que maltrataba a sus trabajadores y que, si no le hubieran parado los pies, hubiera llenado los terrenos de pisos? Desde luego, en la de Andrés Naya, no. Una de las primeras reivindicaciones de la comisión del centenario del barrio -celebrado el pasado 2019- fue el cambio de nombre de la hasta entonces plaza de Harry Walker, por plaza de las trabajadoras y los trabajadores de la Harry Walker. Petición que fue escuchada por el consistorio: el nuevo nombre hace tiempo que es oficial; pero los vecinos querían más. Querían poder explicar en el espacio público, en forma de placa o plafón, qué significó la lucha en aquella fábrica en los años 70. Aquellos 62 días de huelga que marcaron a todo un barrio. Y, como desde el ayuntamiento no les hacían demasiado caso y si de algo saben en La Prope es de organizarse -dignos herederos de los huelguistas de la Harry Walker- la hicieron ellos mismos y la colocaron este domingo, en un emotivo acto popular.

"La lucha de los trabajadores de la Harry Walker fue un referente para el movimiento obrero y para el movimiento vecinal. Reaccionaban por los bajos salarios y por unas condiciones laborales deplorables; les cronometraban el número de piezas que producían; así que decidieron rebelarse y denunciar la dureza de los ritmos a los que los hacían trabajar. Y el barrio fue el escenario de aquellas manifestaciones. Las asambleas se hacían en la calle, en la puerta de la fábrica y la represión, con los policías a caballo, la presenciaba todo el barrio, un barrio en aquel momento en pleno crecimiento y con una falta absoluta de equipamientos. La movilización de la Harrry Walker fue una escuela de rebelión", narra con orgullo Naya, una de las voces más autorizadas para hablar de la historia de la movimiento vecinal en Nou Barris (y en la ciudad).

La Prospe vivió una escena parecida a la vivida este domingo el 10 de junio de 2017. Tras celebrar una mesa redonda el en 'casal' para rescatar la memoria oral de aquellos 62 días de huelga, los vecinos fueron hasta la plaza y engancharon sobre las placas de mármol tras unas pegatinas blancas, en las que ponía: "Plaça de les treballadores i treballadors de Harry Walker. 62 dies de vaga, de lluita, d'unitat i de solidaritat".

Siempre un paso más

Dos años más tarde, en junio de 2019, se producía el cambio oficial de las placas. Pero en las nuevas -las normativas- se quedaron con el nombre: "Plaça de les treballadores i treballadors de Harry Walker", pero no decía nada de las luchas que allí se vivieron. Así que había que dar un paso más. Varios más, de hecho. Primero lograron otra de sus metas: la publicación del libro 'Harry Walker: lluita obrera, victòria veïnal', cuidadosamente editado por el Ayuntamiento de Barcelona. Una joya.

Harry Walker

Rúa vecinal previa a la colocación de la placa, este domingo. / JORDI OTIX

"En una reunión virtual en noviembre de 2021 nos dijeron que fuéramos más originales en nuestras peticiones, que ya habían gastado dinero con el cambio de placas y que le hiciéramos otras propuestas, que no veían la necesidad de colocar nada más sobre las luchas de la Harry Walker", recuerda Naya. Así que, cansados de que les dieran largas, decidieron, como de costumbre, hacerla y ponerla ellos; lo que sucedió este domingo, en una animada rúa que salió desde el solar de la antigua Plástica Flor, una de las luchas vecinales más vivas.

Pestaña y la Prospe

La fiesta de este domingo sirvió también para sacar a bailar a Pestaña y la Prospe, los cabezudos del barrio creados para el reciente centenario y que la pandemia ha dejado salir tan poco. El de Pestaña está forrado con frases de textos del anarcosindicalista que da nombre a otra de las plazas más importantes del barrio; y la cabeza de 'la Prospe' está hecha a base de fotos diminutas de cientos de fotos de mujeres del barrio. Ambos cabezudos, elaborados por jóvenes artistas locales, bailaron al ritmo de la Batuprospe, como en las grandes ocasiones.

La movilización de la Harry Walker enlazó la lucha obrera con la vecinal porque tras el cierre de la fábrica la empresa pretendía levantar allí pisos y más pisos pese a estar calificados los terrenos como zona verde. Fueron los vecinos los que lograron no solo que no se levantaran más bloques, sino que se abriera la plaza y se construyeran los equipamientos. Esta movilización no es, además, la única que el barrio quiere colocar en sus calles este año.

Este 2022 celebran el 50º aniversario de la asociación de vecinos -nació en 1972, como el Centre Social de Sants- y una de las acciones que planean para conmemorarlo es recordarlo en el local del 92 de la calle de Argullós, espacio cedido por la parroquia en el que nació la asamblea y desde el que se planificaron tantas protestas, como la mítica por los semáforos, que quieren también recordar en la calle, donde les gusta vivirlo todo.