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Así es @xiquetamontgat, la camarera viral de TikTok

La parodian los influencers, incluso Paquita Salas desde Netflix. Sus vídeos han tenido más de 21 millones de visualizaciones en los últimos 7 días

Esta camarera de Montgat se ha hecho viral sirviendo en las redes cócteles de los 80 capaces de limar de un sorbo las asperezas de Casado y Calviño

Xiquetamontgat: la camarera viral de TikTok

Xiquetamontgat: la camarera viral de TikTok / Jordi Otix

Ana Sánchez

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"Torombolo". Es la nueva palabra de moda en TikTok. Así se llamaba un cóctel de los 80 que los adolescentes ahora replican en masa en plan meme. Lo ha resucitado en vaso de tubo una camarera treintañera de Montgat. Lo bebía “Juan, el Torombolo –relata en las redes-, así llamaban a un cliente del bar de mis abuelos”. Ya es una eminencia de las parodias. Era de prever que el vídeo pegara fuerte: lleva vodka como para limar de golpe todas las asperezas de Casado y Calviño. 

@xiquetamontgat, se llama en redes. Se ha hecho viral sirviendo cócteles ochenteros capaces de tumbar de un sorbo a Pocholo. “Me bebo eso –apuntan los miles de comentarios a pie de copa- y vuelvo a casa hablando ruso”. Dirías que con una copa cantaría hasta Rajoy en la comisión Kitchen.

Acumula más de 6 millones de 'megustas' solo en TikTok. Más de 21 millones de visualizaciones en los últimos 7 días. Ya le mandan regalos, le contactan marcas, tiene hordas de imitadores. Hasta Paquita Salas se ha pasado del Larios al Torombolo de Juan y al resto de 'hits' en vaso de tubo de la xiqueta, ha revelado la cuenta de Netflix España. Hay quien ha peregrinado a su bar de Montgat solo para hacerse una foto con ella. “Da como pánico”, se ríe Esther. “No me lo creo”.

Esther Martínez, ese es su nombre real. Tiene 39 años y un sentido del humor al nivel del alcohol de sus copas. “Sí, por eso estoy aquí. Si no, no podría –resopla-. Ahora no tengo tanto 'hater', pero cuando empecé con TikTok era horrible”.  

Da confianza exprés. Después de verla servir tantas copas cargadas, al conocerla en persona te dan ganas de decirle con devoción etílica “edesh mih mejrod armigahz”. La acabarás abrazando con intensidad de noche de copas tras probar el Torombolo de Juan. No está malo, no, pero qué desilusión: ni bebiéndote la copa entera te vas a casa hablando ruso. 

Primera pregunta inevitable: ¿gana suficiente dinero como para financiar todo el alcohol que derrama en los vídeos? “Seguramente no”, se ríe ella. En realidad es especialista en café. Toma de media 5 al día. Es la cuarta generación de hosteleros de la familia. Su bisabuelo ya estaba tras una barra hace casi 100 años. Ahora llevan La Plaça de Montgat ella y su madre. En el bar familiar aún tienen una máquina para quitar los huesos de las aceitunas y rellenarlas con anchoas a mano. 

Hace poco más de un año que abrió la cuenta de TikTok. Unos clientes del bar las llaman “las xiquetas”. Y así se quedó en las redes: @xiquetamontgat. El segundo vídeo que colgó tuvo de golpe 10.000 visualizaciones. Entonces hablaba de cocina, siguió con curiosidades del café. “Cuando llegué a los 10.000 seguidores, pensé: ‘Ponte en serio’”. A partir de 10.000 es cuando comienzan a pagar en TikTok. Empezó a hacer un directo y a publicar 3 vídeos diarios. 

Y se le ocurrió tirar de historia de barra. Llegaron a TikTok los combinados de los 80: mezclas en vaso de tubo con las que alucinar pepinillos como se hacía antes. Resucitó el torombolo (vodka con zumo de piña), el lumumba (brandy y batido de chocolate), el cristal (vodka con Licor 43), el destornillador (vodka con naranja), el orgasmo (licor de melocotón y limón). Efectiviwonder: “Son cócteles de los 80 –resume un comentario de las redes-, de los 80 días de resaca que te dejan”. Esther se encoge de hombros: "En los 80 cargaban las copas", justifica su manga ancha. Su intención, asegura, no es promocionar estos lingotazos XXL. "Por eso no me los bebo -añade-. Yo lo hago a nivel informativo". Ya hay combinados 'tiktokeros' con 2,9 millones de visualizaciones.  

@xiquetamontgat

Un “España” , un cóctel con el que empezaban las chicas / ##coctel ##años80 ##storytelling

♬ sonido original - Esther Martínez

“El primer vídeo que se disparó fue el Vaca Verde –recuerda Esther-. Vino un cliente a comer un domingo y después del cortado me pide un vaso de menta con hielo. Se lo llevo y cuando estoy en la barra otra vez: ‘Perdona, nena, ¿me puedes traer otro vaso de leche con hielo?’. Y veo que se lo mezcla el tío”. Y así lo contó en TikTok.

Esther adereza los vídeos con chascarrillos de sus abuelos, su tío, su madre. “Casi todo” –dice- está basado en hechos reales. Los seguidores ya le preguntan con ansias de fan dónde están los personajes de los que habla: Juan, el Torombolo; Mercedes, la del Lumumba; Manuel, el del Cristal.

La parodian influencers, como Juanmasaurus. “Hace 10 días no tenía ni 80.000 seguidores en TikTok”. La semana pasada saltó a los 100.000. Ya supera los 190.000, más los 24.000 de Instagram. Hace tiempo que hay peregrinaje tiktokero a su bar de Montgat. “Cada día alguien cae”, apunta Esther. La quieren conocer los amigos de su hija adolescente. “Hay clientes que vienen aquí y dicen: ‘Mi hijo ha alucinado cuando le he dicho que te conozco’”.   

@juanmasaurus

pf es que me meo con esa señora os lo juro

♬ sonido original - Juanmasaurus

Ya la reconocen al ir a cenar por Barcelona. “¡Eres la chica de TikTok!”. La primera vez se puso roja. “Es que yo soy una persona normal –se encoge de hombros-. Una camarera que hace el café”. Incluso la han asaltado en una chocolatería. “Un camarero me dijo que era súper fan mío. Me trató de usted -se ríe-, es lo que me mató”. 

“Estoy alucinada”, insiste. “Yo esto no me lo esperaba para nada”. Y ahora, ¿qué? “No lo sé –responde-. Es un mundo totalmente desconocido para mí”. A ella le gustaría dedicarse “a comunicar”, confiesa. Aparte de hostelera, Esther es periodista. “He encontrado la forma de comunicar a través de un canal que no me esperaba”. 

Esther carga una copa frente al móvil delante de unos clientes.

Esther carga una copa frente al móvil delante de unos clientes. / Jordi Otix

Ironías de TikTok, la barra donde graba sus vídeos etílicos sirve sobre todo cafés y desayunos. Cierra a las cinco de la tarde. Pero a estas alturas virales, Esther se está planteando servir las copas vintage que descubre en las redes. “Sí, claro –asiente-, algo se tendrá que hacer”.  

¿Que qué hace con los cócteles que prepara? Es la pregunta con la que la bombardean en TikTok. Normalmente ni los prueba. Los tira directamente por el desagüe, desveló esta semana en las redes. “Así que los peces en el río -concluyen ahora sus seguidores- beben y beben y vuelven a beber por su culpa”. 

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