El parque de Les Heures cierra a las semanas de reabrir

En noviembre de 2020, la Diputación de Barcelona anunciaba que el parque de Les Heures estaría cerrado al público durante tres meses por unas obras de "renaturalización" de los estanques decorativos de los jardines, que forman parte del recinto de Llars Mundet. El objetivo de los trabajos -en los que la diputación invirtió casi 50.000 euros- era facilitar que los estanques pudieran acoger fauna y vegetación propia, por lo que plantaron nenúfares blancos y amarillos, lirios amarillos, lotus y espargani, especies que debían garantizar el mantenimiento del agua en buenas condiciones y servir de refugio para los animalillos. Pretendían potenciar la presencia de anfibios, como las reinetas y las ranas verdes. Finalmente no fueron tres meses, sino cuatro, un margen razonable. La pasada primavera el parque reabrió. El 11 de mayo se hizo la visita de obras de la restauración para presentar los detalles la actuación en los jardines de la majestuosa finca, rica en aguas subterráneas. Hasta aquí, todo en orden.

La sorpresa llegó cuando, a los pocos días de esta presentación -ocho, para ser precisos- , el 19 de mayo, un grupo personas del 'casal de la gent gran' de Vall d'Hebron, junto a Montbau y Horta, los tres barrios cuyos vecinos más disfrutan del espacio, a pocos metros del Laberint d'Horta, se encontraron, de nuevo, con el parque cerrado y un aviso. "Se cierran al paso las zonas afectadas por el servicio de mantenimiento de los jardines hasta el 10 de noviembre". Ya en la puerta -lo último que imaginaban era encontrar el parque, cuya reforma iban a conocer, cerrado de nuevo- la estupefacción se apoderó de este grupo de vecinos de edad avanzada. Al intentar encontrarle alguna explicación vieron un segundo cartel: "El jardín estará cerrado hasta nuevo aviso debido a destrozos causados por perros en las balsas ornamentales naturalizadas".

¿Perros salvajes en Barcelona?

¿Perros salvajes en Barcelona? No. Tampoco jabalís, pese a tratarse de un enclave en el límite de Collserola. Un portavoz de la Diputación de Barcelona explica que el problema ha sido que los visitantes que paseaban a sus mascotas dejaron que estas se bañaran en los lagos ornamentales, dañando el minucioso trabajo hecho en las balsas de los jardines diseñados a finales de siglo XIX por el arquitecto August Font i Carreras por encargo del industrial Josep Gallart i Forgas, quien adquirió la finca de Can Duran en 1893 a Jaume Martí Codolar. Así, una operación ideada para fomentar la biodiversidad se echaba a perder precisamente por otro tipo de animales...

La misma voz asegura que esperan reabrir en los próximos días, no en noviembre, como anuncia el cartel en la entrada. "Estamos preparando nuevos carteles de civismo, como la obligación de llevar los perros atados y la prohibición de bañarse en las balsas; mientras han vuelto a plantar las plantas acuáticas y reparado los desperfectos ocasionados", concluye.

Más de 14.000 metros cuadrados de jardín

El jardín de Les Heures tiene una superficie de 14.650 metros cuadrados en el límite entre la trama urbana de la ciudad. La diputación los adquirió, junto al palacio, en 1958, y los abrió al público en Sant Jordi de 1999.

En cuanto a la fauna del espacio ahora cerrado, en el jardín se pueden encontrar cotorras -ese ave ya tan barcelonesa-, erizos, ardillas y murciélagos. Y, en cuanto a la vegetación, tienen especial interés las palmeras, presentes en las dos terrazas inferiores y que guían la visita hasta el palacio. También destacan, por su medida y porte, las magnolias.

Construidos entre 1894 y 1897, estos jardines no son los únicos en la ciudad que no gestiona el ayuntamiento -como la inmensa mayoría de verde en la ciudad- sino la diputación. El ente supramunicipal gestiona también los jardines urbanos de la Escola Industrial y del Recinto de la Maternitat.

En la lista de episodios históricos relevantes vividos en el enclave, destaca que durante la Guerra Civil la finca fue confiscada por la Generalitat y se convirtió por un tiempo -breve- en residencia del 'president' Lluís Companys.

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