Motoristas y patinadores, las principales víctimas mortales de siniestros de tráfico en Barcelona

El regreso a una cierta normalidad permite que la estadística y las a veces odiosas comparaciones vuelvan a tener un cierto sentido. Los siniestros de tráfico, por ejemplo. Tomar como base el 2020 no tiene pies ni cabeza si se tiene en cuenta que de marzo a mayo hubo un estado de alarma plagado de restricciones y confinamientos, y que en el segundo semestre la vida fue una montaña rusa. El 2021, en cambio, ya vuelve a parecerse un poco a lo que sucedía antes de la pandemia. Quizás por eso el Ayuntamiento de Barcelona ha querido hacer balance semestral de los accidentes, algo que suele hacerse a principios de enero y con el cómputo global. Lo obvio es que la cosa ha ido mucho peor que el año pasado. Pero si se coge el 2019, los datos tienen algo de positivo dentro de la tragedia que supone la cifra de ocho víctimas mortales y 81 heridos graves. Los accidentes han bajado un 30%, aunque los de patinete han crecido un 80%. Por eso el consistorio pone el acento en los vehículos de movilidad personal (dos de los fallecidos iban en patinete), aunque la moto sigue copando la parte más negra de la estadística: 45 de 53 conductores heridos graves y cinco de los ocho muertos eran motoristas.

El teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, ha compartido los datos junto al director de Movilidad, Adrià Gomila, y el intendente mayor de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez. Entre el 1 de enero y el 30 de junio en Barcelona se produjeron 3.334 siniestros de tráfico, un 28,28% más que en el fatídico 2020 pero un 29,85% menos que en 2019. La segunda cifra es la que aporta información, siempre y cuando se tenga el dato, imprescindible para poder comparar, sobre cómo se ha comportado y recuperado la movilidad durante este semestre. Según Gomila, a día de hoy estamos un 5% por debajo de febrero de 2020, cuando la ciudad funcionaba a pleno rendimiento, sin que el coronavirus alterara la rutina. A principios de año, ha dicho, la caída era de entre el 20% y el 25%, y la cosa ha ido remontando mes a mes. Es decir, comparando la circulación y los siniestros de 2019 y 2021, la tendencia es positiva, aunque la cifra de fallecidos es la misma (en 2020 fueron cinco).

Sostenible... y cívica

A pesar de que los coches y las motos siguen siendo los principales implicados en los siniestros de tráfico (casi el 70% del total, contando los taxis), Batlle ha dedicado buena parte de su argumentación a los patinetes, cuya implicación en accidentes ha crecido un 82%, de los 187 de hace dos años a los 334 (5,6% del total) de este semestre. "El 2021 confirma la incorporación plena de los vehículos de movilidad personal y de las bicicletas en la problemática de la siniestralidad". Turismos y motos son los que más presencia tienen, pero la presencia de VMP es muy significativa e importante y nos hace estar muy atentos". Ha señalado, sin embargo, que sus advertencias no buscan "en ningún caso criminalizar" a los usuarios de este medio de transporte, pero sí ha recordado que "no requieren experiencia ni están sujetos a controles como sí sucede con coches y motos, que tienen un carnet y un seguro". El aumento de la siniestralidad del patinete va asociada al aumento de su uso en Barcelona, difícil de cifrar. Lo único seguro es que la circulación por los carriles bici (tanto de bicicletas como de VMP) se ha incrementado en un 15%, según cifras municipales.

Sobre la regulación del patinete, la licencia parece que está descartada, por ahora, pero el seguro se está debatiendo con la DGT para implantarlo en la ciudad cuando sea posible, junto con el uso obligatorio del casco, tal y como aprobó el pleno municipal del pasado mes de mayo. "Ojalá podamos crecer en la apuesta por la movilidad sostenible, pero también debe ser una movilidad cívica y responsable, así que no hay criminalización, pero sí una advertencia", ha zanjado.

La clasificación de las causas demuestra una vez más el cambio de tendencia de los últimos años, de cómo las distracciones al volante, esto es, la manipulación del móvil, ha desbancado al exceso de velocidad, los giros indebidos o no respetar el rojo o las distancias. Perder la calle de vista mientras se conduce ha sido la causa directa en 770 siniestros, mientras que en 2019, con 1.419 accidentes más, estuvo presente en 759. El resto de causas han experimentado un acusado retroceso.

Otro cambio respecto a 2020 es la velocidad. El año pasado se dispararon las sanciones por correr demasiado, debido a que el bajón de circulación invitó a muchos conductores, ante la ausencia de tráfico, a pisar el acelerador más de la cuenta. de enero a diciembre se contabilizaron 604.104 multas por exceso de velocidad, casi el doble que el año anterior. En el primer semestre de 2019 se mantiene un cierto crecimiento, pero solo del 6% respecto a 2019. De cara al otoño, el consistorio tiene previsto instalar 46 radares en el interior de la ciudad, entre fijos y de tramo. Uno de estos últimos, en la Ronda del Mig, ya tiene los carteles instalados y los vehículos ya han bajado sustancialmente la velocidad sin saber que todavía no están instaladas las cámaras. Más vale prevenir.