El problema de la vivienda

Particulares de Airbnb multados en Barcelona negocian una amnistía con el ayuntamiento

El consistorio se compromete a revisar las multas para estudiar anularlas o hacerlas más proporcionadas en los 300 casos unidos en una plataforma de afectados

Se trata de vecinos que alquilaron puntualmente a turistas su vivienda habitual y a los que se ha impuesto sanciones que alcanzan los 60.000 euros

Una de las afectadas integradas en ACABA, en su piso de Sant Antoni que alquiló unos días en 2017 y por el que se enfrenta a una sanción de 60.001 euros.

Una de las afectadas integradas en ACABA, en su piso de Sant Antoni que alquiló unos días en 2017 y por el que se enfrenta a una sanción de 60.001 euros. / Manu Mitru

Patricia Castán

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Comparten el 'pecado' de haber alquilado puntualmente sus propios hogares de Barcelona a turistas sin tener licencia, y de haber sido sancionados con multas que suelen alcanzar los 60.000 euros. Tras años de pugna para que sus casos tengan un trato distinto al de los fondos de inversión y mafias que se lucran alquilando viviendas por días y sin permiso, este miércoles han arrancado al ayuntamiento el compromiso de anular o reducir las sanciones si se comprueba su desproporcionalidad. La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, se ha reunido con representantes de la asociación ACABA, que representa a 300 afectados, de los cuales una veintena sufre ya procesos de embargo. La edil ha explicado posteriormente que la normativa se ajustará para castigar a los que abusan de esta práctica ilegal, pero siendo "sensible a la realidad de las familias" que eventualmente sucumbieron a los cantos de sirena de Airbnb.

La ofensiva municipal contra los abusos de quienes sin tener licencia turística se lucraron comercializando alquileres por días a turistas durante años se topó con una casuística singular, la de personas que en un momento puntual (al irse de vacaciones o en caso de necesidad arrendando unos días una habitación de su casa) colocaron un anuncio en la mencionada plataforma. La publicidad les hizo creer que esta actividad de economía colaborativa estaba permitida, al no ser profesional. No obstante, el famoso programa informático araña que utilizó el consistorio metió a todos los infractores en el mismo saco. El endurecimiento de las sanciones les situó a todos con "infracciones graves", multadas con hasta 60.000 euros. Distintos afectados llevan cuatro años de recursos y alegaciones.

Protesta doble

Tal y como informó este diario el pasado mes, la asociación ACABA ha iniciado una campaña doble: contra la dureza de las sanciones municipales y otra judicial contra Airbnb por incentivar estas prácticas y hacer "campañas desleales". Los afectados particulares se cuentan por cientos, aunque de momento el consistorio se ha comprometido solo con los integrados en dicha plataforma.

Fuentes de la entidad mantienen que los representantes de Urbanismo con los que se han reunido han aceptado revisar cada caso y "amnistiar los de vivienda habitual alquilada ocasionalmente", así como ajustar la normativa para poder considerar "graves" (multas que serían de 3.000 euros) en lugar de "muy graves" (60.000) las infracciones de otros casos del colectivo. El mismo portavoz ha destacado que desde que iniciaron la campaña han recibido numerosas llamadas de nuevos afectados.

La concejala Sanz ha puntualizado que la normativa se reformulará y admitido que "no es lo mismo especular con un piso que hacerlo puntualmente". El ayuntamiento buscará propuestas "más proporcionadas" y "corregirá" todo caso donde no se hayan aplicado correctamente las sanciones, ha detallado. La idea es adaptar el castigo a "un contexto más ponderado". No obstante, en estos momentos, varios embargos son ya efectivos y con cuentas congeladas, indican desde ACABA.

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