Hoja de ruta

El gobierno municipal y ERC pactan unos presupuestos récord para Barcelona

Colau, Collboni y Maragall sellan unas cuentas de 3.200 millones volcadas en contrarrestar el daño de la crisis del covid

Pla general del primer tinent d alcaldia  Jaume Collboni  l alcaldessa de Barcelona Ada Colau  i el president del grup municipal d ERC  Ernest Maragall  Imatge del 20 de desembre del 2020  (horitzontal) Maria Belmez ACN

Pla general del primer tinent d alcaldia Jaume Collboni l alcaldessa de Barcelona Ada Colau i el president del grup municipal d ERC Ernest Maragall Imatge del 20 de desembre del 2020 (horitzontal) Maria Belmez ACN / ACN / MARIA BELMEZ

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Barcelona en Comú y el PSC, la alianza que gobierna la ciudad, y el principal partido de la oposición, ERC, acaban de cerrar un pacto para aprobar el próximo 23 de diciembre los presupuestos municipales más cuantiosos de la historia de Barcelona. Suman 3.200 millones de euros, una cifra jamás alcanzada, con el hándicap, de partida, de que la pandemia ha afectado notablemente los ingresos en las arcas públicas de la ciudad. Las tres fuerzas políticas han acordado invertir la tendencia de los últimos años y, de forma excepcional, aumentar la deuda de Barcelona para hacer frente a la crisis sanitaria y su derivada económica.

Los presupuestos que se debatirán y aprobarán en el pleno municipal del próximo 23 de diciembre serán fruto, además, de un pacto inimaginable a principios del actual mandato. Esquerra ganó en las urnas, Ernest Maragall acariciaba ya el bastón de mando, pero Ada Colau volvió a ser alcaldesa gracias a un imprevisto apoyo entonces de Ciutadans. La tensión que aquella situación causó ha sido aparcada por Esquerra, que, a cambio, ha logrado dejar una profunda huella en los presupuestos acordados, sobre todo, por ejemplo, en materia de inversiones en educación. El pacto no logrará escapar de las habladurías a menos de dos meses de las elecciones autonómicas, con ERC cada vez más distante de las estrategias 'puigdemonistas', pero, interpretaciones al margen, la alternativa habría sido prorrogar las cuentas anteriores, desfasadas a todas luces ante la crisis sanitaria, social y económica en que se encuentra inmersa la ciudad.

La Unión Europea ha flexibilizado las reglas fiscales con motivo del covid y esa es la ventana que ha aprovechado Barcelona para presentar unos presupuestos expansivos que, en palabras de Colau, Maragall y Jaume Collboni, son además de un marcado acento progresista..

Familias vulnerables

La letra pequeña de las nuevas cuentas públicas es abundante. Despuntan varios capítulos. Se crea un fondo de 12 millones de euros destinado a las necesidades de la población infantil de cero a seis años. Se destinan otros 12 millones de euros a reforzar las ayudas al alquiler para familias vulnerables. Las familias monoparentales, las numerosas y las personas viudas podrán, en los casos previstos por la norma, recuperar los gastos fiscales del IBI.

La vivienda se llevará una buena parte del pastel del aumento del presupuesto. Se destinarán, por ejemplo, 50 millones de euros a la adquisición de viviendas, sobre todo sobre plano dentro del 30% que las promociones privadas tienen que destinar a pisos de protección oficial. El objetivo es aumentar el parque público de vivienda.

A las escuelas de la ciudad se destinarán 26 millones de euros para obras de rehabilitación y mejora, y a los pequeños equipamientos de distrito, otros 30 millones. En este capítulo, una de las novedades es que los proyectos incluidos deberán ser consensuados previamente por las tres fuerzas políticas, de modo que Esquerra pone la punta de un pie dentro del gobierno municipal.

Tasas e impuestos

Los presupuestos, como siempre, definen también los impuestos y tasas previstos para el siguiente ejercicio fiscal. En este sentido, se mantiene la reducción del 75% en la tasa de terrazas, que será revisada en función de cómo evolucione la pandemia a lo largo del 2021. La misma reducción del 75% se aplicará a partir del 2021 a otros usos del espacio público con fines privados, como las ferias artesanales, los quioscos de prensa, las floristerías, las churrerías y los puestos de venta de castañas.

Las tres fuerzas políticas han acordado también, en el marco de los nuevos presupuestos, presentar a lo largo del 2021 una nueva tasa que grave a las grandes compañías del comercio electrónico.

El propósito es garantizar nuevos ingresos ahí donde sea posible, porque, entre otras cosas, se pretende destinar 25 millones de euros a la promoción económica de la ciudad, en algunos casos para incentivar el comercio de proximidad, para digitalizar las empresas de la ciudad que aún no hayan dado ese paso o, por ejemplo, para destinar ayudas directas a los afectados por la crisis.

A la rehabilitación de energética de la ciudad y a la instalación de nuevas placas fotovoltaicas se destinarán 20 millones de euros. Otros 30 millones se reservarán para adquirir o rehabilitar bajos comerciales de la ciudad que puedan ser destinados a vivienda o a la apertura de nuevos negocios con la ayuda de la estructura municipal, es decir, una suerte de vivero como el de Barcelona Activa, pero esparcido por la ciudad. En ese plan se pretende que tenga una especial incidencia en Ciutat Vella, donde la caía del turismo ha abierto una oportunidad de recuperar parte del tejido comercial desaparecido.

Por último, entre otras partidas, destacan también siete millones de euros que se invertirán en mejorar la iluminación general de la ciudad, con el incremento de la sensación de seguridad que ello comporta.