conflicto comercial

El paseo de Gràcia no enciende este jueves sus luces de Navidad en protesta por las políticas de movilidad de Colau

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Patricia Castán

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Tras varios años de discusiones entre el Ayuntamiento de Barcelona y el comercio sobre el modelo de iluminación navideña, parecía que las aguas se habían calmado con el compromiso del consistorio de reforzar los montajes y aportar más fondos para dinamizar las calles en estas fechas. Pero a pocos minutos del encendido oficial en toda la ciudad de este jueves, uno de los principales ejes, el paseo de Gràcia, ha decidido esta misma tarde mantenerse hoy a oscuras en protesta por la denegación del permiso a la pista de patinaje que iban a montar en los Jardinets de Gràcia y por el alud de obras para reducir carriles de circulación, que afectarán la afluencia de compradores al centro de la ciudad.

El ayuntamiento ha replicado que el 'no' a dicha instalación se basa en que supondría una ocupación prolongada de espacio público en un barrio denso, y a razones de prevención de contagios de covid-19. Aduce que por el mismo motivo, para evitar masificaciones, ya se han anulado el pesebre y la cabalgata de este año. Además, considera que ya se han promovido acciones en favor del comercio en la zona, como el cierre al tráfico los fines de semana de Gran de Gràcia o un tramo de la Travessera de Gràcia. No obstante, el paseo de Gràcia constituye otro eje en sí mismo, pese a su proximidad.

La Associació Passeig de Gràcia (APG), la más histórica de la ciudad, que se esperá para sumarse al alumbrado este viernes, ha expresado con contundencia su rechazo al trato que creen recibir como sector por parte de Ada Colau. La tensión con los ejes más céntricos y turísticos se había suavizado con la entrada en el gobierno municipal del PSC. Pero ahora, pese al respaldo del área municipal de Comercio (cartera en manos de los socialistas) a dicha pista, ha sido el distrito de Gràcia el que ha rechazado in extremis la iniciativa aduciendo motivos de alta densidad de la trama urbana del barrio. Luis Sans, presidente de la APG, lo considera “la gota que ha colmado el vaso del descontento con las políticas de movilidad del ayuntamiento” 

La entidad critica en un comunicado esta tarde "la nula sensibilidad" de la administración local en Barcelona con el comercio y la restauración del centro al dificultar enormemente la llegada de ese 26% de clientes que proceden del Área Metropolitana y el resto de Catalunya.  Argumentan que a la supresión de carriles de circulación en la Diagonal y la calle de Aragó, se ha sumado ahora el inicio de las obras de ampliación del colector de la Diagonal a las puertas de la campaña navideña. La guinda a su enfado ha sido la "cancelación de una atracción de ocio gratuita para barceloneses y visitantes".

Meses difíciles para el sector

“Passeig de Gràcia ha sido siempre el centro neurálgico de las Navidades barcelonesas, pero hoy nos vemos obligados a suspender nuestro tradicional encendido de luces, aplazándolo un día como acto de protesta por las políticas de movilidad del Ayuntamiento de Barcelona”, relata el también propietario de Santa Eulalia. Asegura que "comerciantes y restauradores de la avenida más emblemática de la ciudad" están muy descontentos con las decisiones del consistorio. “La concejalía del distrito de Gracia, representada por Eloi Badia (Barcelona En Comú), ha hecho que nuestra propuesta de instalar una pista de patinaje en los Jardinets de Gràcia quede reducida a nada".

Ven injustificados los argumentos sobre densidad para un equipamiento lúdico que iba a ser gratuito para la ciudadanía, desde el puente de la Purísima y hasta después de Reyes, "en total cumplimiento con la normativa de seguridad”, sostiene Sans. “Desde nuestro punto de vista, la administración se ha limitado a negarnos el permiso sin fundamento por prejuicios ideológicos y sin tener en cuenta la necesidad urgente de reactivación del comercio y la restauración.”

Según el colectivo, presentaron el proyecto en octubre, "avalado por la participación de Casa SEAT y otros patrocinadores, pero no ha sido hasta esta semana, a unas horas del inicio de la campaña navideña", cuando han tenido una respuesta negativa. La pista contaba también con el apoyo de la concejalía de Comercio, Turismo de Barcelona, Barcelona Oberta y el Gremi d'Hotels. La intención era gestionarla mediante una App para garantizar el aforo máximo de acuerdo con las medidas sanitarias por el coronavirus. 

Hielo sintético en 200 metros cuadrados

Según lamenta Sans, mientras el área de Comercio "ha apoyado una inversión extraordinaria para la iluminación navideña por la necesidad de dinamizar el comercio del centro tras las pérdidas millonarias, otras partes del gobierno de coalición del ayuntamiento parecen trabajar en el sentido opuesto”. Su cabreo está directamente vinculado a las recientes obras en vías neurálgicas de Barcelona, que castigarán a muchos potenciales compradores, considera. Pero cree que con el patinaje habrían creado un polo de atracción para ocio y compras en la zona. Iba a ocupar 200 metros cuadrados en los jardines de Salvador Espriu, con una superficie de hielo sintético.

La asociación critica que el Ayuntamiento de Barcelona “no facilite la movilidad durante estas fiestas, frenando la llegada de visitantes a la ciudad con la pacificación de grandes ejes, la creación de superislas o las restricciones en la entrada de vehículos. En un año tan complicado como el actual, donde comercio y restauración hemos tenido que sobrevivir sin turismo, lo lógico hubiera sido que el consistorio se alineara a nuestro lado promoviendo el atractivo comercial de Barcelona más allá de la ciudad”, mantienen en la nota.