LA CONTRA

Más que un club (de petanca)

El Sport San Roque, en Badalona, es el epicentro gitano desde donde el barrio se lame sus propias heridas

Manuel Cortés, en el club de petanca Sport San Roque.

Manuel Cortés, en el club de petanca Sport San Roque. / MARTÍ FRADERA

Manuel Arenas

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Las cosas, por suerte, no siempre son lo que parecen. No al menos en Sant Roc, barrio de Badalona con más población gitana que da nombre a la fiesta mayor más antigua de Barcelona. Paradójico, porque Sant Roc, que diría Javier Pérez Andújar, forma parte de esa Barcelona que no llegaría nunca hasta Barcelona.

Las cosas no siempre son lo que parecen porque en la calle de Covadonga sin númeroen esa zona gris del Barcelonès donde se confunden los confines de Badalona, Sant Adrià y Santa Coloma, un sinfín de historias se ocultan tras las finas barras metálicas que resguardan un par de mesas con cuatro hombres jugando al dominó y un patio de cemento que preceden a una sala con cuadros y trofeos. En su entrada, un letrero: Sport San Roque. Bienvenidos al club de petanca del barrio, en pie desde 1975. 

Todo lo que pasa en Sant Roc pasa por su club de petanca. Lo afirma Manuel Cortés (Tobarra, Albacete, 1953), más conocido como el tío Manuel, gitano reconocido, representante de una de las familias más numerosas de Sant Roc y responsable del club Sport San Roque.

Cortés, jugador de petanca desde joven y siempre vendedor ambulante, lleva en el barrio desde 1965, ha vivido todo lo que se puede vivir allí y poco a poco, acompañado de vecinos y amigos, ha hecho de la petanca el epicentro desde donde el barrio se lame sus propias heridas. El deporte es el paraguas de Sant Roc para protegerse de los conflictos que le han ido cayendo de punta como chuzos, desde peleas hasta drogas.

Dos asociaciones para mediar en disputas

Ocurre a través de dos asociaciones, impulsadas por Cortés, con sede, por supuesto, en el club de petanca: una asociación intercultural y la Asociación Tío Manuel. A través de ambas, Cortés, con quien los propios vecinos contactan, media en confrontaciones o disputas en el barrio antes de que lleguen a mayores.

La asociación intercultural se creó en el año 2000, cuando en Sant Roc había peleas a diario. "Leímos en prensa que unas 3.000; cogimos a dos responsables de cada comunidad del barrio y en un año las peleas bajaron a 185", explica Cortés. Con la asociación que lleva su nombre, que ya en los 80 les sirvió para exiliar a la heroína del barrio, resuelve controversias en el seno de la comunidad gitana. 

Pone un ejemplo concreto: dos familias que se habían liado a tiros por ver con cuál de ellas se quedaba una cría de 10 años, si con la de su madre o la de su abuela, quien la había acogido después de que al padre lo metieran en prisión. "Cuando me llamaron, les dije que pusiéramos una familia a cada lado y la cría en medio, y que ella decidiera. Después de 15 minutos pensándolo, se fue llorando hacia su abuela".

Una cantera para sacar a los chavales de la calle

La petanca también es en Sant Roc, uno de los barrios catalanes con <strong>mayor índice de absentismo escolar</strong>, una herramienta para sacar a los chavales de la calle. Cortés los ficha jóvenes y, cuando aprenden, los lleva a otro club más profesional, donde solo les pone una condición: aceptar que les busque trabajo. 

El problema, apunta Cortés, "es que salen del colegio con 16 años y no estudian. ¿Qué haces con ellos? Aquí les damos confianza, aprenden valores y ya no los tienes en la calle". Hay otras Barcelonas fuera de Barcelona y en ellas sobreviven también más que clubs al margen de la gran ciudad.

Club Sport San Roque

Dirección. C/Covadonga, s/n (Badalona).

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