MOVILIDAD Y SEGURIDAD

BCN protegerá a 22 coles del coche antes de fin de año

zentauroepp54272879 escuela dr ferran200728114411

zentauroepp54272879 escuela dr ferran200728114411 / periodico

Toni Sust

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

“Se trata de conquistar el espacio público”, ha proclamado Ada Colau este martes al presentar los próximos pasos del plan de pacificación del tráfico en los entornos de los colegios. Es una cuestión sensible, que tiene un antecedente trágico: el atropello mortal de Hugo, un niño que falleció al salir de la escuela Grèvol, en la calle de Provençals, en el distrito de Sant Martí, en octubre del 2019. Un atropello que llevó a los vecinos a reclamar cambios.

La alcaldesa lo ha recordado al anunciar en una comparecencia que entre este mes de julio y finales del 2020 el ayuntamiento habrá llevado su programa ‘Protejamos las escuelas’ a un total de 22 colegios en los que en principio no debería ser posible, o por lo menos mucho más difícil, un caso como el de Hugo. El consistorio actúa esencialmente de dos maneras: con la pacificación del tráfico y la mejora de la habitabilidad, del espacio disponible para el peatón. 

El primer ejemplo

“Esto no tiene marcha atrás, no hay nada más importante que la salud de las personas. Ya lo dije en enero: una ciudad no funciona bien cuando identificas de lejos un párquing y no un colegio. Queremos una ciudad para la vida, especialmente para los niños”, ha dicho Colau. En enero, la alcaldesa presentó la primera remodelación del programa, que, precisamente, afectó al entorno de la escuela Grèvol. Cada escuela es un mundo y precisa de soluciones que no son idénticas, subraya el ayuntamiento. 

Ya se han acabado las reformas de dos centros, Grèvol y el Institut Viladomat. En otras nueve escuelas se habrán completado entre julio y agosto, y en otras 11, entre octubre y enero. Al final de este mandato, en el 2023, el gobierno de Colau espera haber reformado el entorno de 200 centros.

Radar de quita y pon

En el caso de la Grèvol, se anuló un carril de circulación de la calle de Provençals, el que estaba más cerca de la acera, y se instaló una valla metálica que separa el espacio de la calzada. También se instaló una ristra de macetas que actúan como bolardos y una fila de bancos. En la zona de llegada al colegio, destaca la señalización con pintura naranja y un logotipo horizontal.

Una identificación que persigue paliar lo que Colau denunció: que como conductores no estamos acostumbrados a darnos cuenta de que llegamos a un entorno escolar. De hecho, la alcaldesa advirtió que si bien el calendario reparte las actuaciones del programa durante el mandato se apostará por acelerar la implantación la “señalética” naranja. 

Al principio de la calle se situó un radar que advierte de la velocidad de los coches y motos que entran en la vía, que ha sido limitada a 20 kilómetros por hora. Porque aunque no podrá en todos los casos, el gobierno municipal apuesta por imponer ese límite cerca de casi todos los centros. “Hay que actuar en todas las escuelas de la ciudad, lo tenemos claro”, ha subrayado la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz. 

Algo sorprende en el caso de la escuela Grèvol: dicen los vecinos que el radar que advertía de la velocidad duró unos 10 días aproximadamente desde que fue colocado en enero. Y que su rápida retirada fue motivo de comentario en el barrio. Allí no queda radar ni nada que se le parezca. 

Recogida de datos

La explicación del ayuntamiento es que los "radares pedagógicos" tienen "una vocación temporal, se instalan durante un tiempo determinado durante el que recogen datos de la circulación y la velocidad y seguidamente se retiran y se evalúa si son necesarias más medidas". El radar de la escuela Grèvol, dicen las mismas fuentes, estuvo instalado tres semanas y ahora se están analizando los datos que recogió.

200 colegios en tres años

Ya se han acabado las reformas de dos centros, Grèvol y el Institut Viladomat. En otras nueve escuelas se habrán completado entre julio y agosto, y en otras 11, entre octubre y enero. Durante el 2021 se espera actuar en 50 centros, que ya tienen un proyecto definido.  Los detalles de las obras hechas, en curso y las proyectadas aparecen en la web www.barcelona.cat/protegimescoles.

Al final de este mandato, en el 2023, el gobierno de Colau espera haber reformado el entorno de 200 de los más de 500 que hay en la ciudad, con prioridad para los de estudiantes de 0 a 12 años, los que se encuentran en puntos de tráfico complicado, los que sufren una mayor contaminación, una mayor vulnerabilidad y las que los distritos señalan como más necesitadas de la medida.

Preguntada por otro entorno, el de la Escola Bressol Aurora, en la que los padres de alumnos solicitan la retirada de un punto de recogida de basuras por las molestias que genera, Colau ha subrayado que se trata de un problema distinto ante el que el distrito de Ciutat Vella ya prevé actuaciones.