DISPOSITIVO ADICIONAL

Abre el campamento de la Fira para hombres sintecho que no tengan coronavirus

Se inaugura el albergue para 2.200 personas vulnerables habilitado en Fira de Barcelona

El albergue para 2.200 personas vulnerables habilitado en Fira Barcelona. / periodico

Toni Sust

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La hora de entrada: las cinco de la tarde de este miércoles. El lugar: el pabellón de Victoria Eugenia, el número 7 de la Fira, en Montjuïc. Allí a mediodía, personal de la Creu Roja, del ayuntamiento y del Ejército, ultimaban los últimos detalles de una instalación que se ha preparado en apenas tres días y medio -los trabajos empezaron el domingo- y en la que ahora se ven literas de tres camas, mesas, duchas y lavabos portátiles.

Es el nuevo espacio abierto por el consistorio con la ayuda de la Fira de Barcelona, Creu Roja y el Ejército de Tierra, que ha tomado el relevo de la Unidad Militar de Emergencia (UME), que colaboró en el análisis de qué era necesario para reconvertir el pabellón. En adelante, el espacio estará vetado para los medios de comunicación. 

Este miércoles entrará el primer contingente de acogidos: un máximo de 225 -esa es la capacidad actual- en su mayoría, personas sintecho. Todos son hombres: las mujeres y las familias serán destinadas a otros dispositivos. El acceso es libre, sin requisitos. Estaba previsto que a las cinco se formara una cola desde la escalinata que procede de la avenida de Rius i Taulet. Tal como lleguen al pabellón, los que vayan a ser acogidos dejarán sus pertenencias en consignas. A continuación, en lugar de entrar por la puerta del pabellón, dará la vuelta por su exterior para entrar por el acceso que da a la carretera que sube hasta el Estadi Olímpic.

Temperatura, ducha y chándal

Allí se comprobará que no tienen síntomas que indiquen positivos por coronavirus: si se detectara que lo tienen, no entrarían y serían remitidos a otros espacios. Se les tomará la temperatura con un termómetro que no necesita entrar en contacto con la persona: basta con acercar el utensilio a tres centímetros del cuerpo. El control lo hará personal de Creu Roja, que cada vez que complete una prueba lavará el termómetro con una toallita y se cambiará los guantes que cubren sus manos.

Los hombres se quitarán la ropa, que quedara empaquetada, podrán guardarla, y pasarán a ducharse. Se les entregará un kit compuesto por un chándal, una camiseta, un par de calcetines y ropa interior. También se les darán zapatillas. No necesariamente será su indumentaria habitual: en el pabellón hay un apartado con ropa y zapatos de los que podrán disponer los acogidos.

Creu Roja y el ayuntamiento gestionarán el espacio, aunque el Ejército de Tierra, a parte de la labor que ha asumido en la preparación del espacio, también tendrá su tarea: los militares asumen el servicio de cocina y se encargarán de la limpieza general y el mantenimiento de los lavabos.

Esperando su turno

Decenas de sintecho esperaban ayer a unos 200 metros del pabellón de Victoria Eugenia, el número 7 de la Fira, en Montjuïc, que fue construido por Puig i Cadafalch en 1923 para la exposición de 1929, y al que se le dio el nombre de la entonces reina de España. Esperaban para  entrar en el espacio acondicionado como campamento temporal para que, como afirma la concejala de Salud, Gemma Tarafa, "las personas que no tienen opción de hacerlo puedan confinarse dignamente".

Son, esencialmente, sintecho: gente que duerme en la calle. Hay cerca de 1.200 en Barcelona. Otro asunto son los sinhogar, que no tienen domicilio propio, pero pernoctan en alguna instalación, sea de entidades o del propio consistorio. En la avenida de Rius i Taulet, José, de El Salvador, explicaba que no sabía cómo iría la entrada. 

385 plazas adicionales

Además de Tarafa, Javier Jaén, de la Creu Roja, y Luis Martínez, de la UME, han participado en la presentación del campamento. La semana que viene, ha precisado Tarafa, estarán disponibles 225 plazas más en otro pabellón de la zona. En total, ha dicho Tarafa, son 385 las plazas de nuevo cuño habilitadas por el coronavirus. Las de la Fira, otras 72 en el dispositivo de Dos de Maig para mujeres sintecho; 30 plazas gestionadas por la entidad Sant Joan de Déu para sintecho con coronavirus y 58 plazas más en el Espai Pere Calafell.

No faltan críticos que recuerden que la alcaldesa, Ada Colau, afeó la presencia a los militares en el Saló del Ensenyament del 2016, a apenas 500 metros de donde estos ahora colaboran con el consistorio. Nuevos tiempos en los que las contradicciones resultan el mal menor.