Colau aplaude el confinamiento ciudadano y las medidas del Gobierno central

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha comparecido este martes de su casa, donde se encuentra confinada, para agradecer a los barceloneses el “grandísimo esfuerzo” que están haciendo con el fin de prevenir el contagio del coronavirus, y para celebrar las medidas anunciadas por el Gobierno central para paliar el daño económico que puede causar la crisis sanitaria.

Colau ha afirmado que “el esfuerzo colectivo” de la ciudadanía para quedarse en casa ha tenido un efecto, y ha esgrimido como prueba el hecho de que el uso del transporte público ha descendido un 75% y el número de coches, un 50%. “Hay que seguir por este camino algunos días e incluso semanas”, ha añadido. Solo los que trabajan en servicios esenciales deben salir de casa, ha recordado. Sobre el metro, ha recalcado que tras las aglomeraciones del lunes se ha reforzado el servicio para evitarlas. “De esto solo saldremos si vamos todos a una”, ha asegurado.

El tráfico cae más de un 50% y los accidentes pasan de 100 a siete diarios

La situación, ha subrayado, es especialmente angustiosa para las personas en situación más precaria, por lo que ha aplaudido las medidas sociales planteadas por el Gobierno de Pedro Sánchez: “Ha sido la respuesta contraria a la que se dio en el 2008”, ha proclamado aludiendo a la crisis hipotecaria, durante la que el Ejecutivo central, ha recordado, se centró en rescatar a la banca. En contraste, ha visto “un escudo social” en las medidas anunciadas por Pedro Sánchez.  También ha subrayado que las mujeres en riesgo de sufrir violencia de género deben ser tenidas en cuenta pese a la crisis sanitaria.

Lo que falta

La alcaldesa ha celebrado especialmente la moratoria del pago de las hipotecas, pero ha reclamado que se apruebe una iniciativa similar en el caso de los alquileres, ya que ha dado por hecho que no se resolverá "solo por la buena fe de las partes" la situación de las personas que no estén en posición de pagar la renta de su casa por haber perdido ingresos estos días. Y ese impago, ha proseguido, puede perfectamente acabar en un desahucio. Un problema para las familias, pero también para comercios, ha precisado.

Después de Colau, y desde el consistorio, han intervenido el teniente de alcalde de Prevención y Seguridad, Albert Batlle, y la concejala de Salud, Gemma Tarafa, para hacer balance de la situación, como sucede cada tarde desde ayer. Batlle ha pedido a las empresas que incrementen el teletrabajo para reducir la presencia de la gente en la calle y las actividades en el espacio público. A estas alturas, ya son 303 las personas sancionadas por incumplir el confinamiento sin un motivo justificado. Otras 2.684 han recibido avisos. En cuanto a locales comerciales, se ha abierto acta de inspección en 27 casos y 398 han recibido notificaciones de avisos. El tráfico ha bajado un 57% en los accesos, en la ciudad de un 58% y en las rondas de un 50%.

Tarafa subraya que no se le ha hecho la prueba del coronavirus a Colau porque no tiene síntomas

De 100 a siete accidentes en un día

Batlle ha dado el número de agentes de la Guardia Urbana que han estado patrullando durante este martes en Barcelona: 1734. Y ha ofrecido un dato muy significativo sobre la reducción del tráfico y la actividad en la capital catalana: en un día normal hay 100 accidentes en la ciudad y ese número ha bajado a siete.

Tarafa ha explicado que los tres centros de primera acogida para sintecho ofrecen pensión completa (uno ofrecía media) y ha cifrado en un 30% el aumento de comidas que se han entregado a personas vulnerables. En cuanto a la violencia machista, se mantiene la atención de urgencia y el seguimiento de las mujeres alojadas en pisos del ayuntamiento. La concejala ha relatado que ya se ha llamado al 50% de los 100.000 usuarios de la teleasistencia en Barcelona, “muchos de ellos personas mayores”. La concejala ha explicado que a Colau no se le ha hecho la prueba del coronavirus y que no tendría sentido hacerlo porque no tiene síntomas.

Tarafa ha sido preguntada por el hecho de que el personal de la Oficina d'Atenció Ciutadana que está situada en la plaza de Sant Miquel, a unos metros de una de las entradas del ayuntamiento, trabajara el lunes a puerta cerrada. La respuesta es que eso sucedió a petición de la empresa que gestiona el servicio y que este martes los empleados han permanecido en sus casas.