Desarticulado un clan familiar que vendía droga en el Raval de Barcelona

Los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana han detenido a cuatro personas, integrantes de un clan familiar especializado en el tráfico de cocaína y hachís. El operativo conjunto empezó a primera hora de la mañana con cinco entradas simultáneas, tres en el barrio del Raval y dos en el distrito de Sant Martí.

Los cuatro detenidos, miembros de la misma familia y de nacionalidad española, pasarán a disposición judicial en los próximos días. El balance de la operación también incluye la confiscación de un arma larga recortada con munición, instrumentos para la manipulación de droga y dinero en efectivo.

Segunda macrooperación en el Raval de Barcelona con 50 detenidos de 35 narcopisos

La investigación empezó hace cinco meses cuando la policía tuvo conocimiento de la existencia de varios domicilios del Raval, epicentro de la operación, que se utilizaban como puntos de almacenamientos y distribución de sustancias estupefacientes. Durante todo este tiempo, miembros de los dos cuerpos policiales iniciaron tareas de vigilancia en el entorno del grupo investigado para recoger indicios que acreditasen que estas personas se habían establecido en el Raval y que efectivamente se dedicaban a proveer a pequeños traficantes. La semana pasada los agentes, en el marco de estos trabajos previos, ya identificaron a un individuo que llevaba encima más de 50 gramos de cocaína. 

En este operativo han participado miembros del Area de Recursos Operativos (ARRO), de la Unidad Canina y del Grupo Especial de Intervención (GEI) de los Mossos d’Esquadra.

Fuerte presión en la zona

Fuentes de la policía autonómica explican a este diario que la lucha contra el tráfico de drogas es "una prioridad" y están ejerciendo una "fuerte presión" en la zona, como demuestran las diferentes redadas poco antes de Navidad y el tapiado este pasando fin de semana de un inmueble en el Raval que se estaba utilizando como punto de venta de drogas. Los cuatro detenidos, sin ir más lejos, redoblaron sus medidas de seguridad al constatar que la mayor presencia policial estaba dificultando la venta de drogas.

Las mismas fuentes aseguran que el pasado año Mossos y Guàrdia Urbana detuvieron a 108 personas por su vinculación con 70 domicilios de venta de drogas ya desmantelados, en su mayoría narcopisos, pisos ocupados y utilizados por los traficantes para el menudeo de todo tipo de sustancias estupefacientes. De narcopisos quedan pocos, aseguran. 

La última macroperación de Mossos, policía local y nacional, conocida como 'Suricata', tuvo lugar el pasado mes de junio, cuando unos 1.000 agentes de los tres cuerpos desplegados en el Raval registraron 35 narcopisos y detuvieron a 50 personas, la gran mayoría de ellas de origen paquistaní.