SEGURIDAD CIUDADANA

Los Mossos desarticulan una banda que robó 27 domicilios

Vídeo de la actuación de los Mossos

Vídeo de la actuación de los Mossos. / periodico

J. G. Albalat

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Los Mossos han detenido a cuatro hombres albaneses de entre 32 y 34 años como presuntos autores de 27 robos con fuerza en domicilios de Terrassa, Sant Esteve de Sesrovires, Cerdanyola, Llinars del Vallès y Tona.  La policía considera que con estos arrestos se ha desarticulado un grupo criminal, que tenía su centro de operaciones en una vivienda de la calle Perafita de Barcelona. Todos los miembros de la banda han ingresado en prisión provisional. Su guarida

La investigación comenzó el pasado 25 de octubre ,cuando diversos vecinos alertaron al servicio de emergencias 112 de que habían visto a un hombre con una actitud extraña en el parque comunitario de un edificio. Un policía fuera de servicio también detectó la presencia de este individuo se acercó para identificarlo. En ese momento, el sospechoso empujó al agente policía e intentó huir, aunque lo pudo reducir hasta que una dotación policial llegó al lugar y se lo llevó detenido a comisaria.

A raíz de este incidente, los investigadores pudieron averiguar  que el hombre acompañaba a otras dos personas que habían entrado a dos pisos del edificio escalando por los balcones y forzando las puertas exteriores. De esos pisos, según los Mossos, los ladrones se llevaron joyas, dinero y objetos de valor.

Especialistas vestidos de oscuro

Los tres ladrones formaban parte de un grupo criminal integrado por seis personas especialistas en forzar la entrada a viviendas. La bada actuaba de una manera "metódica y sistemática". Solo tres de sus miembros se desplazaban en vehículo hasta la zona escogida para actuar. Uno era el conductor. Los otros dos, vestidos con ropa oscura, se escondían en la parte posterior del coche para no ser detectados durante el trayecto por las cámaras de seguridad existentes en las carreteras y calles.

Antes de llegar a la zona, el vehículo paraba en una zona boscosa o aislada, donde, en las últimas horas de sol del día, los dos hombres que iban escondidos en la parte posterior del coche bajaban para  cometer el robo. El conductor se iba de la zona para esperar durante horas en un punto alejado de la misma mientras se perpetraba el asalto para, posteriormente, recoger a los otros dos compinches en un lugar diferente al de llegada.

El punto de recogida solía estar cerca de una vía rápida de salida y de difícil detección por patrullas policiales. Tras cometer el robo, los tres ladrones regresaban con el botín a su domicilio en la calle Perafita de Barcelona.

La División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos estableció el 18 de diciembre un operativo que permitió detener a otros tres miembros del grupo, mientras que otros dos habrían marchado de España pocos días antes. En el registro practicado en la vivienda de Barcelona, los agentes encontraron objetos e indicios que los relacionaban con otros veinticinco robos.